Los submarinos de la serie S80 que se están diseñando en las instalaciones de Navantia en Cartagena serán los únicos de la OTAN con capacidad de lanzamiento de misiles de ataque a tierra, “una capacidad única en submarinos convencionales”, según ha explicado el director de Ingeniería de la empresa, Germán Romero.
Romero, junto al director del Astillero de Navantia en Cartagena y del programa S80, Agustín Álvarez, han realizado una visita con la prensa para mostrar el proceso de construcción de estos submarinos y han explicado la situación actual del programa como anticipio a la ceremonia de puesta a flote y amadrinamiento del S81 Isaac Peral, que tendrá lugar el jueves 22 de abril con la presencia de Felipe VI.
“La capacidad de combate del submarino es excepcional”, ha afirmado Romero, que ha añadido que se trata de “un arma de disuasión clara, con capacidad de lanzamiento de torpedos, como ya tienen otros submarinos, pero que aporta además el lanzamiento de misiles antisuperficie y la capacidad de lanzamiento de misiles de ataque a tierra, una capacidad única en submarinos convencionales” y el único de la OTAN con esa capacidad.
Además, el sistema de combate integrado, diseñado por la división de Navantia Sistemas, integra una serie de sensores acústicos que, en palabras del director de Ingeniería, “están a la vanguardia de submarinos del mundo”.
Se trata de un submarino “convencional oceánico” que está diseñado para desarrollar misiones que requieren de larga autonomía. Estará dotado de un sistema de propulsión independiente del aire que “va a permitir tener una autonomía sin necesidad de salir a superficie mucho mayor y de hasta 3 semanas”, según ha explicado Romero, que ha insistido en que “es un cambio radical respecto a los diseños anteriores”.
Además, en el astillero de Navantia en Cartagena están construyendo en paralelo los cuatro submarinos de la serie S80 que se van a integrar a la Armada Española en los próximos años.
Después de que la semana que viene tenga lugar la ceremonia de puesta a flote y amadrinamiento con Felipe VI, en quince días se hará la maniobra de puesta a flote industrial, que consiste en poner el barco en el agua y dejarlo amarrado en su muelle de pruebas.
“Cuando el submarino esté en el mar, estará sometido a una fase de pruebas de puerto, pruebas sobre amarras, que se harán en el muelle de Navantia para encarar la primera navegación, que tendrá lugar en enero del año que viene”, ha explicado Álvarez.
Se prevé que, después de un año realizando pruebas, al submarino S81 se entregue a la Armada en el primer trimestre del 2023 y, a partir de ese momento, la cadencia de entrega de los demás buques será de dos años entre ellos, según ha detallado Romero.
Álvarez ha calificado este hito de “momento de gran emotividad y de carga emocional para el astillero de Cartagena porque este programa ha supuesto un auténtico reto, después de muchos años de superación de dificultades y de trabajo muy arduo por parte de la gente de Navantia”.
Ha señalado que este programa es “estratégico para Navantia, tanto para su posicionamiento industrial como tecnológico” y desde el principio ha tenido una doble finalidad: “proporcionar a la Armada Española un buque de última generación y darle una ventaja tecnológica en un entorno muy complicado y capacitar a Navantia en el diseño y construcción de submarinos, que es algo que está al alcance de muy pocos países en el mundo”.
Con este hito, ha explicado el director de Navantia en Cartagena, “España entra a formar parte de un reducido club de 10 países que son capaces de diseñar y construir submarinos”.
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