Ucrania ha presentado un dron submarino de 20 pies de largo (6 m) para atacar buques de guerra rusos desde debajo del mar, según recientes informes.
El dron, llamado Marichka, podría darle a Ucrania una nueva dimensión a sus ataques contra la flota rusa en el Mar Negro, ya que hasta ahora los ataques han sido llevados a cabo principalmente por drones navales de superficie.
«Marichka golpeará a los barcos en la parte submarina, tipo torpedo, lo que puede ser aún más destructivo para los buques de guerra», dijo el sitio web especializado en noticias de defensa naval Navalnews.
«Es muy difícil defender un enjambre de estos vehículos suicidas submarinos no tripulados», afirmó.
Ucrania presentó previamente un dron submarino mucho más pequeño utilizando la misma técnica, llamado Toloka. Sin embargo, todavía no se conoce si se ha utilizado para atacar barcos rusos, según ha informado el periódico británico The Telegraph.
El Marichka tiene un alcance de aproximadamente 600 millas y puede realizar misiones de ataque, transporte o reconocimiento, según Navalnews.
Un video recientemente publicado parece mostrar el Marichka siendo bajado al mar para ser probado, y otra animación de video muestra las especificaciones del dron.
La capacidad de carga útil del dron aún no se ha revelado.
El Marichka ha sido desarrollado por ingenieros voluntarios, conocidos como Ammo Ukraine, y se estima que costará 16 millones de grivnas ucranianas, o 433.000 dólares, informaron los medios ucranianos, según Navalnews.
Desde el año pasado, Ucrania ha intensificado sus ataques con drones contra buques de guerra rusos en el Mar Negro, en la Crimea ocupada.
El jefe de inteligencia ucraniano, Kyrylo Budanov, dijo esta semana que los drones de ataque naval han podido «paralizar» la flota rusa del Mar Negro.
Rusia destruye muchos de los drones, ya sea usando guerra electrónica para distribuirlos o disparándolos fuera del agua. Sin embargo, Budanov dijo que los ataques siguen siendo un «disuasivo» muy eficaz .
Ucrania también ha establecido su primera brigada naval de drones, la 385.ª Brigada Separada de Sistemas Marinos No Tripulados para Fines Especiales.
El presidente Volodymyr Zelenskyy presentó el jueves nuevos colores a la brigada en un desfile del Día de la Independencia de Ucrania, informó The Telegraph.
El 9 de julio se cumplieron 15 años del descubrimiento del primer navío semisumergible en México, proveniente de Sudamérica cargado con cocaína. Las versiones de la existencia de esos submarinos usados para el trasiego de drogas ilícitas parecían extraídas de una fantasía futurista. A tantos años de distancia, la realidad supera a la ficción y cada vez es más frecuente el arribo de este tipo de transporte a costas mexicanas, al grado que, durante la presente administración federal, ya se ha asegurado aproximadamente una decena de ellos.
En informes rendidos durante la visita del secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, a los estados de Chiapas y Oaxaca los días 20 y 21 de marzo de 2023, el funcionario aseguró que, entre las acciones de seguridad realizadas en beneficio de ambas entidades del 1 de diciembre de 2018 al día previo de esas fechas, las Fuerzas Armadas mexicanas aseguraron cuatro semisumergibles en cada entidad federativa. Es decir, ocho artefactos, algunos que transportaban droga y otros abandonados sin carga. Además, en junio fue incautado otro de los rústicos submarinos en las costas de Baja California Sur.
e fuertes cantidades de clorhidrato de cocaína al país para su tráfico y destino final hacia Estados Unidos sólo se entiende con el uso de estas cápsulas tripuladas que pueden transportar hasta 10 mil kilogramos del alcaloide, más de lo que habitualmente se transporta vía aérea. Sirve de parámetro la cantidad de 169.4 toneladas de cocaína aseguradas en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, que probablemente apenas refleja un mínimo porcentaje de los grandes volúmenes de droga que llegan a territorio mexicano sin ser detectados.
Recientemente, el 11 de julio, la Policía Nacional de Colombia (PNC) informó de la detención del narcotraficante colombiano Edicto Segundo Castañeda Hernández alias Cóndor, un indígena de la etnia Wayuu que encabezaba una de las múltiples organizaciones delincuenciales internacionales que desde 2021 ha traficado más de 90 toneladas de cocaína a Centroamérica, Estados Unidos y Europa, principalmente a través de carteles mexicanos, utilizando semisumergibles y lanchas motoras.
Cóndor y 17 de sus colaboradores, ahora presos, “son señalados de ser los posibles traficantes de ocho toneladas de cocaína mensual, en alianza con el Cártel de Sinaloa, realizaban los transbordos en lanchas rápidas en altamar a buques de mayor calado utilizados por organizaciones criminales”, dijo en su momento el General William René Salamanca Ramírez, director general de la PNC.
En Colombia, sólo en 2023, las autoridades decomisaron 259 toneladas del estupefaciente.
SEMISUMERGIBLES
En Colombia, país de donde proceden tanto la droga como estas artesanales pero sofisticadas unidades marinas, la historia es más añeja, pues allá, Laura, el primer semisumergible incautado al narcotráfico, fue descubierto el 22 de mayo de 1993 en la Isla de Providencia. Tenía capacidad para transportar una tonelada de clorhidrato de cocaína. La evolución de los medios de trasiego de drogas ha transitado por el mar a través de barcos, lanchas rápidas, semisumergibles y sumergibles.
De acuerdo a generalidades proporcionadas por la PNC en sus cursos a policías mexicanos, los semisumergibles alcanzan -en promedio- una velocidad de 10 nudos, unos 18 kilómetros por hora, lo que les permite una autonomía de navegación de 12 a 15 horas. Su hora de salida de las costas colombianas se produce al anochecer, entre las 18:00 y las 07:00 horas. La navegabilidad es a través del sistema satelital GPS.
Generalmente los artefactos, construidos en improvisados astilleros en diversos afluentes que desembocan al mar, son tripulados en sus travesías por cuatro personas: un navegante, un motorista, un técnico de GPS y un auxiliar. Está fabricado en plástico reforzado, fibra de vidrio (Prfv), un material que es utilizado para veleros y embarcaciones de recreación. La cubierta sale ligeramente al exterior, pero puede sumergirse un poco más de profundidad en un lapso de 10 a 15 minutos, cuando detectan a los guardacostas.
Para 2008, cuando en México apenas se detectaba el primer minisubmarino a unos 200 kilómetros al sur del Puerto de Salina Cruz en las costas de Oaxaca por parte de las Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), cargado con cinco toneladas 815 kilogramos de clorhidrato de cocaína, en Colombia, ya habían asegurado a esa misma fecha 36 semisumergibles, siendo precisamente ese año el de mayor incautación, con 14. En esa primera acción mexicana, el navío procedente del puerto de Buenaventura, fue observado desde las alturas por las “águilas” del Escuadrón Aeronaval (ESCAN) 822, lo que les valió la Condecoración al Mérito Aeronáutico Naval Primera Clase.
Los semisumergibles pesan aproximadamente 46.6 toneladas, tienen un ancho de 3.5 metros y una longitud de 20 a 25 metros, aunque ha habido más grandes. Están divididos en tres áreas: la cabina en un extremo, que es donde viaja la tripulación y el combustible del tipo diésel; la zona del motor, al otro extremo; y el área de carga, que va al medio del artefacto. En muchas de las ocasiones, en el caso colombiano, se ha advertido que cuando los traficantes descubren la presencia de las autoridades hunden los aparatos con todo y la droga. En el caso mexicano se han localizado unidades abandonadas o la droga flotando en el mar.
CASOS EN MÉXICO
A finales de la administración federal de Enrique Peña Nieto, en octubre de 2018, la Secretaría de Marina (Semar) informó del equipamiento de la Patrulla Oceánica de Largo Alcance con sistemas de detección con tecnología de punta, de las marcas Thales e Indra, para detectar y analizar la presencia de buques y aeronaves a través de señales de radar dentro de las proximidades durante sus operaciones para determinar el tipo de plataforma y su nivel de amenaza; de igual forma se puede detectar la presencia de vehículos submarinos o semisumergibles. Tal capacidad tecnológica rinde frutos en el presente sexenio, aunque no todos los casos han sido publicitados.
El 29 de marzo de 2019, la Guardia Costera, perteneciente a la Décimo Cuarta Zona Naval, con sede en Puerto Chiapas, Chiapas, aseguró un semisumergible, una embarcacióncon motor fuera de borda y dos paquetes con cocaína. Mediante patrullaje aéreo se observó la presencia del minisubmarino cuyos tripulantes realizaban el trasiego de paquetes a tres embarcaciones menores, pero cuando vía marítima arribaron los elementos navales, los traficantes lograron escapar, dejando abandonado el artefacto y la embarcación tipo inmensa, llevándose su ilícito cargamento.
Poco más de cuatro meses después, el 9 de agosto de ese año, la Semar detuvo a siete presuntos traficantes de drogas ilícitas que viajaban a 75 millas náuticas, 138.9 kilómetros al Noreste de Puerto Chiapas en uno de estos artefactos, que al ver a la Guardia Costera, arrojaron paquetes al mar. Los marinos recuperaron 38 paquetes que contenían aproximadamente una tonelada 200 kilos de cocaína. Un año más tarde, el 13 de noviembre de 2020, personal naval encontró un semisumergible abandonado, sin carga, en las inmediaciones del poblado de Barra de La Cruz, Oaxaca.
El 6 de enero de 2021, frente a Bahías de Huatulco, Oaxaca, tras una operación de patrullaje marítimo y aéreo, personal de la Armada mexicana realizó el aseguramiento de otra embarcación tipo semisumergible con cuatro tripulantes colombianos a bordo, en posesión de 2 mil 103 paquetes que contenían 2 mil 149 kilos de clorhidrato de cocaína. Mientras que el 6 de diciembre de 2022, marinos interceptaron otro semisumergible a 362 millas náuticas al Suroeste de Puerto Chiapas, cargado con 873 kilos 621 gramos de cocaína. Fueron detenidos los nicaragüenses Johnny M y Donaldo M, así como los ecuatorianos Jorge L y Jonathan P. En esos días hubo otros aseguramientos y detenciones en embarcaciones menores, presuntamente relacionados entre sí. Otra tonelada de cocaína abandonada flotando en el mar cerca de Puerto Chiapas fue descubierta el 26 de diciembre.
El semisumergible más grande visto en México fue asegurado frente a las costas de Baja California Sur, en el Golfo de Cortés, el 27 de junio de 2023. Se trata de una embarcación de 26 metros de longitud, dos motores internos, velocidad promedio de ocho nudos y autonomía de 20 días, en la que cinco sujetos transportaban 3 toneladas 216 kilogramos de cocaína en 186 paquetes. Los detenidos fueron el mexicano Arnoldo Q; los ecuatorianos Gonzalo Z, Fabricio M y Henry M; así como el colombiano Franklin D, hoy procesados, como todos los descubiertos en este tipo de acciones, por delitos contra la salud en su modalidad de introducción al país del narcótico denominado clorhidrato de cocaína.
VIAJES DIARIOS
El caso del indígena Edicto Segundo Castañeda, alias Cóndor, que enviaba ocho toneladas mensuales de cocaína a diversas partes del mundo, es sólo uno de muchos comandos dedicados a este tráfico de drogas ilegales.
Para el periodista colombiano de conflictos armados Néstor Rosania, “cómo se llena un semisumergible, en Colombia, todo el Litoral Pacífico está lleno de laboratorios. Y no sólo hay un narco. Hay muchísimos. Entonces, todos y cada uno de ellos van diciendo cuánto es su producción. Alguien tiene 300 kilos, otro tiene 200 y así van sumando, sumando, hasta llegar 10 mil kilogramos, cargan y salen. La producción es permanente y la salida de los semisumergibles es constante”, explicó.
“Lo que captura la Armada, la Policía, el Ejército, eso es mínimo frente a la producción. Ahora pensemos, aquí desde Colombia, desde donde transportan los cárteles mexicanos, están sosteniendo, primero, a Estados Unidos, que es el principal consumidor del mundo. Pero, por ejemplo, hay una ruta que sale por Brasil, esa va para África-Europa. Hay otra ruta directamente a África y otra hacia Asia. Hay muchas rutas y Colombia abastece al mayor consumo de cocaína a nivel mundial. Lo que sale es incuantificable, ni siquiera el propio Estado colombiano sabe cuánto se mueve en dólares de la producción de cocaína”, refiere el experto en este tipo de coberturas.
Sin embargo, ni las autoridades colombianas, ni las internacionales o los propios narcotraficantes saben cuántos semisumergibles logran salir del país sudamericano por alguno que otro que es interceptado. Rosania destaca: “En las investigaciones hemos podido llegar a las zonas de conflicto a entrevistar a gente que está en ese mundo, por ejemplo, los del mercado del Pacífico, donde el mayor comprador es el Cártel de Sinaloa, ellos no saben cuánta es la producción en el Norte del país, donde el gran comprador es el Cártel Jalisco Nueva Generación, no se conocen entre sí, no saben cuánta es la producción y trasiego.
Los cárteles mexicanos no están como tal presentes de forma permanente en Colombia y envían emisarios de forma constante. “Lo que ellos hacen aquí, y eso es una transformación, es que están entrando a los laboratorios a confirmar la pureza de la droga, porque les mandaron mucha droga de baja calidad y eso hizo que empezaran a entrar a los laboratorios, generando una tensión en los territorios, pero digamos en términos generales, el gran comprador de la zona del Pacífico es Sinaloa, y en la frontera con Venezuela es Cártel Jalisco Nueva Generación, siendo las dos rutas que en Colombia los narcotraficantes llaman Los Arcos”, finalizó el entrevistado.
Actualmente, existen una gran cantidad de robots implementados con inteligencia artificial, pero ahora se está desarrollando un nuevo robot pez con IA llamado Belle.
Dicho bot autónomo está siendo desarrollado por investigadores suizos que tiene como objetivo explorar el fondo marino. Estructuralmente, luce como un pez con aleta de silicona de casi un metro y con un peso de 10 kg. De esta manera, recolectará muestras ADN e imágenes detalladas del entorno.
Según el estudiante de ingeniería mecánica en ETH Zurich, Leon Guggenheim, Belle capturará cómo se comportan los ecosistemas marinos realmente. Lo increíble es que este robot con IA es bastante silencioso y se mueve como un pez, así que pasará de forma desapercibida. Sin duda, esto es de gran ayuda, ya que los sistemas submarinos tienen hélices que podría dañar los corales o asustar a los peces.
Finalmente, se espera que este bot ayude a los biólogos a estudiar la salud y biodiversidad de distintos ecosistemas de arrecifes. Sobre todo se espera que tenga un gran impacto en la sobrepesca, contaminación y cambio climático.
En otoño de 2021, el submarino de propulsión nuclear USS Connecticut (SSN 22) colisionó con un objeto desconocido en el mar de China Meridional. La Marina estadounidense ha actualizado el estado y el coste de las reparaciones.
Esto es lo que sabemos
El USS Connecticut (SSN 22) colisionó con una montaña submarina. Como consecuencia del impacto, el submarino perdió su sonar y su proa. A pesar de ello, pudo llegar a la isla de Guam, donde fue sometido a una evaluación preliminar de los daños.
A continuación, el USS Connecticut (SSN 22) hizo escala en San Diego antes de viajar a los astilleros navales de Puget Sound, en Puget Sound, Washington, para ser reparado. El 12 de julio de 2023, el submarino de propulsión nuclear se encontraba en dique seco.
El Mando de Sistemas Navales de la Armada de EE.UU. (NAVSEA) no quiso revelar el paradero del submarino antes de su puesta en dique seco. Tampoco quiso comentar cómo se evitó el hundimiento.
El USS Connecticut (SSN 22) se encuentra ahora en el Centro de Mantenimiento Intermedio. El submarino nuclear está siendo sometido a un procedimiento denominado Extended Dry-Docking Selected Restricted Availability (EDSRA). Se trata de un tipo de trabajo en dique seco que incluye mejoras de naturaleza no capital.
Los daños sufridos por el USS Connecticut (SSN 22) en una colisión con un monte submarino serán reparados durante el EDSRA. La evaluación del año pasado indicaba que la Marina estadounidense podría recuperar completamente el submarino de ataque. El sistema de propulsión no resultó dañado por el impacto y sigue funcionando con normalidad.
El ESDRA comenzó el 12 de julio de 2023. La Armada de EE.UU. ha asignado aproximadamente 80 millones de dólares para reparaciones y planea devolver el USS Connecticut (SSN 22) al servicio a principios de 2026. La NAVSEA no respondió a las preguntas sobre qué piezas de los antiguos submarinos podrían utilizarse en las reparaciones y qué piezas tendrían que fabricarse desde cero.
En plena II Guerra Mundial, frente al alicantino Peñon de Ifach, las fuerzas aliadas hundieron a uno de tantos uboats alemanes, en este caso el U-77. Hubo varios supervivientes del naufragio que fueron recogidos de la mar y auxiliados y acogidos un tiempo en sus casas particulares por pescadores de la zona, los cuales serían recompensados por el cónsul alemán con un reloj de pulsera y un diploma para cada uno, donde se hacía constar la «gran labor humanitaria» de estos pescadores alicantinos.
El pecio del submarino U-77, que reposa a nueve millas al SE del citado Peñón en una sonda de 85 m, sobre un «fondo aplacerado de arena», fue identificado tras años de búsqueda en 2003 y filmado en 2004.
Recientemente un buen historiador y mejor amigo, César O’Donnell Torroba, ha publicado en un libro repleto de datos, fotos, etc., esta fascinante historia. Un complemento ideal para las tediosas jornadas veraniegas que aún tenemos por la proa hasta que llegue el otoño.
El pasado mes de marzo, el pacto de seguridad trilateral australiano-británico-estadounidense anunció que la Armada Real Australiana compraría tres submarinos de clase Virginia, que se refiere a submarinos nucleares de ataque en servicio de la Armada estadounidense. Los submarinos de misiles de crucero clase Virginia están diseñados para afrontar misiones en ambientes oceánicos y litorales.El USS North Carolina, de esta clase, ha anclado en la base naval HMAS Stirling de Garden Island. Se trata de la primera aparición de un submarino de esta clase desde el acuerdo AUKUS.
EEUU progresa en el acuerdo AUKUS: La armada estadounidense envía el USS North Carolina de clase Virginia
Tripulantes estadounidenses acompañaron en la visita a submarinistas australianos, quienes explorarán la tecnología y operación del buque. Caroline Kennedy, embajadora estadounidense, destacó el compromiso de EEUU con sus aliados, resaltando del valor de AUKUS en la relación con Australia. Por su parte, el vicealmirante Jonathan Mead, al frente de la Agencia Australiana de Submarinos, subrayó la importancia de las visitas para potenciar las capacidades submarinas nucleares de Australia
"A través del aumento de las visitas a los puertos de Reino Unido y Estados Unidos y la iniciativa Submarine Rotational Force-West, Australia desarrollará progresivamente las habilidades, el conocimiento y la experiencia para operar, mantener y administrar submarinos de propulsión nuclear”, explicó Mead. Por su parte, el director de submarinos la Armada británica, el contraalmirante Simon Asquith, destacó el "notable progreso" de EEUU en el acuerdo trilateral, asegurando que Reino Unido espera "realizar visitas similares en apoyo a la capacitación del personal australiano para operar de manera segura la tecnología de submarinos nucleares".
Armado con misiles de crucero BGM-109 Tomahawk y torpedos Mark 48 de 533 mm, la embarcación es uno de las más de dos docenas de submarinos activos de la clase Virginia. Tiene un reactor nuclear S9G PWR de 210 MW y puede alcanzar velocidades superiores a 45 kilómetros por hora. En menos de año y medio, Camberra ya ha recibido la visita de cinco submarinos estadounidenses de propulsión nuclear. Más allá del USS North Carolina, la Armada estadounidense envió anteriormente el USS Asheville, el USS Mississippi, el USS Springfield y el USS Frank Cable.
La Marina francesa ha recibido el segundo submarino nuclear de la clase Barracuda. Se llama Duguay-Trouin. Así lo ha anunciado la Dirección General de Armamento del Ministerio de Defensa de Francia.
Esto es lo que sabemos
El Duguay-Trouin fue sometido a pruebas durante varias semanas antes de ser entregado a la Marina francesa. La construcción del submarino nuclear comenzó el 26 de junio de 2009 en los astilleros del Grupo Naval. La puesta en servicio se retrasó un año.
Para finales de la década, la Armada francesa quiere seis submarinos nucleares de ataque de la clase Barracuda. El servicio recibió el submarino Suffren a finales de otoño de 2020. Casabianca, Rubis, de Grasse y Tourville se encuentran en distintas fases de construcción. Este último ya ha sido botado.
Los submarinos nucleares de la clase Barracuda tienen un desplazamiento de 51.000 toneladas, una eslora de casi 100 metros y un diámetro de 8,8 metros. La tripulación está formada por 63 personas. Los submarinos pueden llevar a cabo misiones de más de dos meses de duración.
La misión de los submarinos de la clase Barracuda es defender grupos de ataque de portaaviones, luchar contra buques enemigos y atacar bases terrestres enemigas a larga distancia. Para ello, disponen de torpedos F21 de 533 mm, misiles antibuque Exocet SM39 y misiles de crucero SCALP navales con un alcance máximo de lanzamiento de 1.000 kilómetros.
Rusia está en el proceso de equipar sus nuevos submarinos nucleares llamados 'Yasen' con los misiles hipersónicos 'Zircon', según informa Reuters.
Estos misiles pueden viajar a velocidades cinco veces más rápidas que el sonido y se consideran la próxima frontera de la tecnología armamentística, debido a que no se pueden contrarrestar con los sistemas convencionales de defensa antimisiles.
Rusia probó por primera vez el misil hipersónico Zircon en 2021, teniendo en cuenta que el arma demostró sus habilidades hipersónicas al viajar a Mach 7 (8.600 kilómetros por hora) y luego golpear un objetivo a casi 320 kilómetros de distancia. Aunque para esta primera demostración, el país disparó el misil Zircon desde su fragata multipropósito Almirante Gorshkov, teniendo en cuenta que ese mismo año, lo volvió a disparar desde un submarino en otras dos ocasiones.Además, al incorporar tecnología de misiles hipersónicos en estos buques, Rusia tiene la intención de mantener sus submarinos más avanzados tácticamente ágiles para un uso futuro.
Por otro lado, Reuters indica que "el presidente Vladimir Putin dijo a principios de este año que el país iniciaría el suministro masivo de misiles Zircon como parte de los esfuerzos para impulsar sus fuerzas nucleares".Respecto a los submarinos, dichos navíos están considerados como las 'joyas de la corona' de la Armada rusa porque se mejoraron con tecnología avanzada de reducción de ruido e incorporaron un reactor nuclear en la variante 'Yasen-M'. No obstante, esta clase de buque también está equipada con los misiles Oniks (3M55) que pueden alcanzar objetivos a 593 kilómetros en el mar, mientras que para los ataques terrestres, utiliza los misiles Kalibr (3M14K) por su alcance de 2.963 kilómetros.
El español reacciona bien, pero tarde, y prueba de ello es el submarino S-80 (S-80 Plus tras numerosas modificaciones). La génesis de uno de los últimos ingenios de la Armada certifica este dicho popular que atribula a los herederos de Pelayo desde tiempos inmemoriales. El primero de las cuatro unidades que recibirá la Armadaentrará en pleno servicio en unas semanas, y los expertos dicen que se trata de un ingenio extraordinario. Pero su gestación ha sido lenta, y llega tarde a muchos de sus destinos programados. Su génesis se desgrana en un libro de próxima aparición en el que se analizan sus posibilidades.
El día que la guerra mutó
El 11-S cambió el mundo para siempre, y uno de sus primeros efectos se sintieron en los ejércitos de todo el planeta. La mirada que militares y estrategas echaron sobre los conflictos dio un giro de 180 grados. Ahora se necesitaba otro tipo de ejército, más pequeño y fibroso, más flexible. El Gobierno español quiso matar varios pájaros de un tiro al sustituir los existentes submarinos S-70, por un producto autóctono, exportable, de tecnologías propias y dotado de tintes ecológico-sostenibles. El problema es que cuando se decidió embarcarse en la aventura, España no disponía de lo necesario.
Antes de hacer aquel viaje, no se hicieron las preguntas adecuadas, lo que lastró el proyecto. Tanto que el primer escándalo consistió en que los cálculos iniciales estaban errados y el barco no flotaba; se hundía como piedra en río tras su primer chapuzón. Por fortuna, los responsables subieron la apuesta y en una huida hacia delante —y un costo del doble de lo previsto— el S-80 devino en una máquina que ha llamado la atención por sus excelentes prestaciones y características.
Caída hacia arriba
«No ha sido fácil, pero lo que empezó siendo un error parece que va a acabar siendo un gran acierto, aunque con unos cuantos peros». El que habla es Christian D. Villanueva López, responsable de la revista Ejércitos, y autor de un libro sobre el proyecto S-80. Su salida a la venta coincidirá con la puesta en servicio regular del primer buque de esta serie, el S-81, ‘Isaac Peral’. En sus 320 páginas desgrana los vaivenes que ha sufrido el desarrollo y puesta en marcha de uno de los planes más ambiciosos de la industria militar española.
«Sí, el S-81 tiene una pinta magnífica, pero llega al menos década y media tarde. El 11-S invitó a pensar que España necesitaba proyectar fuerza más allá del eje Balares-Canarias, con nuevas tareas como la capacidad de ataque a tierra, o la obtención de inteligencia. Pero la idea saltó en mitad de la transformación de la industria naval. La reconversión de los Astilleros Bazán, luego Izar, New Izar y más tarde Navantia, le sentaron mal al proyecto. Si añadimos las amenazas de Europa por las ayudas públicas a esta empresa, o que la venta de Santa Bárbara a General Dynamics no salió como se esperaba, la industria militar nacional no estaba en la mejor situación», afirma Villanueva.
El auge económico de principios de siglo, José María Aznar codeándose con líderes mundiales, y la emergencia internacional del país llenaron de optimismo a los que tomaban las decisiones. De ahí que se rompiese con la industria naval francesa y se decidiera dar un paso adelante. A esto hay que sumar la apuesta por ser un país ‘muy renovable’ y se quisiera desarrollar un sistema de propulsión propio y exclusivo, basado en el bioetanol. La idea era ambiciosa y positiva en su conjunto, pero no teníamos los mimbres para cumplir las expectativas con rapidez. Tras mil volteretas, el S-81 flota, ha llamado la atención de observadores de todo tipo. Antes del final de la década llegarán otros tres más, pero lo que en principio serían 1.700 millones de euros de gasto, acabarán siendo casi 4.000.
Pero… ¿qué tiene de especial?
Según Villanueva, el S-80+ no es el mejor submarino, sin embargo tiene muy buenas características generales; sin destacar en ninguna, hace bien muchas cosas. Una de sus principales ventajas es —será a partir del S-83— su sistema AIP. Desarrollado por Abengoa, le permite navegar durante casi dos meses en superficie, y pasar semanas bajo el agua de manera independiente del aire. No tendrá que salir a la superficie a respirar, y se habla de entre 15 y 21 días bajo el agua. «No cuentan los detalles y es lógico, aun así, en el libro hay una tabla donde se aporta un cálculo aproximado. No es lo mismo estar posado en el fondo del mar, quieto, que navegando. Esto afecta al consumo, por ejemplo. Pero sus motores eléctricos serán muy silenciosos, de lo mejor. Hay muy pocos países que tengan algo así».
Otra de las claves de los submarinos es la tecnología de escucha que lleven instalada. «La mejor. El S-80 lleva sensores de proa, a los lados, y remolcados de las compañías Thales y Lockheed Martin, que son de lo más avanzado del mercado. Sí, sus países de referencia seguramente tengan lo mejor de lo mejor y nosotros recibamos versiones ligeramente inferiores, pero superan a todo lo conocido. Además, España suele jugar muy bien la carta de la personalización, mejoras y desarrollo de estos sistemas que se suelen dejar ‘abiertos’ al usuario. Todo conforma el sistema de combate, que gestiona estos sensores, con tecnología de soberanía española, y se puede retocar, desarrollarlo y amoldarlo. Luego lo que captan se confrontan con las bibliotecas de sonidos de toda la OTAN, y pueden distinguir a submarinos propios o ajenos, barcos… Es un sistema genial».
El grado de automatización de la nave es muy alto. Se reduce mucho la tripulación (32 marinos), que tiene ahora más espacio, pero se le aplica una mayor carga de trabajo. Y aquí llega otro problema: el personal. La escuela naval de submarinos de Cartagena, ESUBMAR, es una buena plataforma, pero con los retrasos se han ido perdiendo naves y tripulaciones. Al igual que Navantia perdió muchos ingenieros muy conocedores y bien formados en el proceso de reconversión, las casi dos décadas de déficit subacuático ha dejado a la Armada sin mucho material humano.
Mercado internacional
Una de las ideas iniciales fue que el S-80 sería diseñado con posibilidades de venta al exterior. Con ello se amortizarían las fuertes inversiones en su desarrollo, pero sus retrasos han condicionado esta posibilidad. «Entre 1997 y 2007 hubiera sido muy fácil salir al mercado con un producto así. Nadie tenía nada parecido, hubiera sido un éxito, no obstante llegamos tarde. Ahora franceses, suecos, rusos, o Corea del Sur ya llevan tiempo ofreciendo lo que tiene. Hasta Japón se está planteando vender lo suyo, que es bastante bueno.
Nuestro mercado natural, Latinoamérica, tiene dos problemas: llevan un largo periodo de cierta estabilidad, de paz, y no necesitan esto de forma perentoria, y, por otra parte, no tienen dinero. Para resto de los interesados llegamos tarde, como en el concurso holandés. Australia ya compra a Navantia, pero se han metido en los submarinos nucleares estadounidenses. Cada unidad podría salir por unos quinientos millones de euros, y el mercado está muy cerrado. Imposible no es, pero tampoco iba a ser fácil. Aquí el gobierno tiene mucho que hacer. Diplomacia, negociación, concesiones, inteligencia, etc. Este tipo de producto no solo se vende por ser mejor o peor, sino por política. Si otros lo consiguen, es que lo hicieron mejor en ese tema».
¿Y el futuro? «Se ha invertido mucho. Lo ideal sería que se construyeran al menos un par de ellos más, o que se metiesen lo antes posible en el S-90. Así se daría continuidad y sentido a todas esas sinergías, inversiones, y desarrollo. El futuro pasa por constelaciones de drones submarinos, dedicar muchos recursos a tecnología, desarrollar de manera independiente, apartarnos de Francia, y no querer ser segundones. Si al principio no salió bien, fue porque se hizo mal. Ahora se está haciendo bien, se avanza. Detener todo esto sería un nuevo error».
El S-81+ Isaac Peral se botó y entregó a la Armada en 2021. Desde entonces ha efectuado miles de pruebas, y entrará en pleno servicio al acabar el verano. Su hermano, el S-82+ Cosme García llegará en 2024, y en 2026 y 2028 llegarán dos nuevos compañeros más avanzados, potentes y modernos. España es una península rodeada de agua; el enemigo siempre estará, como mínimo, a un mar de distancia. En el país donde se inventaron los submarinos, por fin volvemos a tener algo realmente bueno.
Los estrategas estadounidenses están tratando de resolver el problema de la penetración de submarinos en las regiones costeras de Rusia y China para lanzar ataques con misiles profundamente en los territorios de estos países.
La fuerza submarina estadounidense no podrá dormirse en los laureles como la mejor del mundo por mucho tiempo. Pronto necesitarán nuevos enfoques para operar en las aguas nativas de China y la Federación Rusa.
- dice la publicación Defense News.
Así, para acercarse al continente de la República Popular China, es necesario superar la red de sonares desplegada por Pekín, similar al sistema estadounidense SOSUS de la Guerra Fría. Se complementa con un potente sonar activo de baja frecuencia en las corbetas Tipo 056. También es probable que el EPL coloque minas en áreas estratégicamente importantes, por ejemplo, en el Estrecho de Taiwán.
Anteriormente, durante el enfrentamiento con la URSS, las fuerzas submarinas estadounidenses confiaban en su sigilo para vigilar al enemigo en el extremo norte o en mar abierto.
En lo que respecta a China y posiblemente a Rusia, este enfoque ya no tiene sentido. Es probable que los submarinos estadounidenses necesiten lanzar misiles o torpedos cerca de las costas enemigas.
- cree el autor.
Según sus palabras, después de las primeras descargas, el enemigo comenzará a buscar submarinos, tendrá que huir y así salir de la batalla. Para evitarlo, es necesario confundir las herramientas de detección de Rusia y China:
Las fuerzas submarinas estadounidenses necesitarán utilizar interferencias, señuelos y engaños para infiltrarse en áreas en disputa bajo el agua.
Según el autor, marino Drones, que, siendo lanzado desde la costa, aviones y barcos, se dedicará a la instalación de dispositivos de interferencia acústica, señuelos de radar y sonar, así como a la destrucción de equipos de detección submarina y minas de Rusia y China, cuya ubicación debe ser estudiarse de antemano, por ejemplo, utilizando vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento tan grandes como Snakehead o Remus 6000.
El caos creado de esta manera excederá el potencial de la defensa antisubmarina de la Federación Rusa y China, que permitirá a los submarinos estadounidenses ingresar a áreas posicionales y atacar profundamente en territorio enemigo o destruir barcos, y no evadir la enemigo que los persigue.
Este concepto supone que en lugar de servir de forma encubierta, las fuerzas submarinas estadounidenses necesitarán crear ruido y esconderse en el caos resultante.
- La conclusión se hace en la prensa estadounidense.