Siempre oportuno con los temas (cuac) quería contar la historia del único hundimiento en combate entre submarinos sumergidos. Así es: hay uno sólo registrado aunque el cine nos ha hecho creer que es la forma más común. Se que estan todos muy sensibles con lo del ARA San Juan pero estas notas (tengo varias que nunca publiqué durante el año por la relación directa) creo que pueden servir para entender un poco el contexto de lo que es un submarino.
Lo cierto es que no es fácil encontrarse bajo el agua con nadie ni mucho menos lograr pegarle un torpedo pero en una extraña ocasión durante la Segunda Guerra Mundial se dieron las condiciones justas que alimentarían las fantasías de todo film de submarinos posterior.
Así es, no es nada común y en una época ni siquiera se entrenaba para esto, la lucha era arriba, el escape era abajo, hasta que se inventó el sonar y todo empezó a cambiar.
Si bien ya existían casos previos de submarinos hundiendo otros submarinos, el primero de ellos de la Primera Guerra Mundial cuando el U-27 alemán hundió el E3 británico quien estaba acechando barcos germanos con toda su torre fuera del agua por lo que era visible.
Hay que tener en cuenta el contexto tecnológico, en los años 40 los sonares estaban mejorando notablemente pero todavía no podían ubicar un objetivo más que en dos dimensiones, uno podía saber hacia dónde disaparar pero no exactamente la profundidad, para colmo los torpedos no estaban diseñados para ser disparados hacia la profundidad sino hacia la superficie para darle a la quilla de un barco enemigo.
La historia que voy a contar es la del U-864 durante la Segunda Guerra Mundial, un submarino tipo IXD2 de larga distancia de la Kriegsmarine que hacia el final de la guerra tenía la misión de llevar a Japón carga como para que el Imperio del Sol Naciente pudiera continuar la guerra que en Europa parecía estar más cerca del fin.
El submarino debía salir de Noruega, en ese momento territorio ocupado por los alemanes, y llevar un cargamento de 60 toneladas de mercurio, envasado en frascos de acero, los japoneses lo necesitaban para sus fusibles. Además viajaban en la carga planos para diversos aviones jet, piezas militares, y como pasajeros los ingenieros de Messerschmitt Rolf von Chlingensperg y Riclef Schomerus y a dos japoneses, el experto en torpedos Tadao Yamoto y en combustibles Toshio Nakai.
El capitán del submarino, Korvettenkapitän Ralf-Reimar Wolfram, era el encargado de la misión de la operación "César", como se la había llamado, y no era demasiado experimentado, apenas tenía cuatro misiones (contando la final) en su historial y un sólo barco hundido en su tercer patrulla.
El U-864 dejó Kiel en su largo camino a Bergen el 5 de Diciembre de 1944, cuatro días más tarde llegaba a la base naval de Horten, a su submarino se le había equipado un snorkel para poder cargar las baterías y utilizar el motor diésel sumergido y así poder completar la misión, pero antes de su viaje hacia Japón debían arreglarlo un poco ya que tenía fallas. No fue el único problema, en un momento casi encalla y tuvo que llegar lentamente a Bergen y quedarse allí por reparaciones.
Para colmo los refugios submarinos fueron bombardeados por los británicos inclyendo una bomba Tallboy que rompió no de los muelles de hormigón que eran extremadamente resistentes pero no tanto como para semejante bomba.
El U-864 ya estaba casi listo y comenzó sus pruebas finales pero para ese entonces, y gracias a los mensajes decodificados que tenían a disposición los británicos, el submarino HMS Venturer, comandado por el teniente James "Jimmy" S. Launders, fue enviado a patrullar desde su base en Lerwick, en las Shetland, hacia Fedje, al norte de Bergen, donde el submarino alemán debía pasar para su viaje.
El 6 de Febrero el U-864 había pasado sin ser detectado por Fedje y se disponía a su larguísimo viaje pero uno de sus motores empezó a fallar y recibió órdenes de volver a Bergen. Este sería el mayor error porque haber pasado Fedje ya era algo bueno pero volver a pasarlo ponía en riesgo la operación. Claramente el motor fallando ponía en riesgo el destino final, como fuere, volvieron.
Les habían avisado que al llegar a Hellisøy el 10 de Febrero tendrían escorta, pero el 9, un día antes, el Ventruer escuchó los ruidos del motor del U-864 por el sonar pasivo y desde su periscopio pudo divisar el snorkel alemán. Se habían encontrado!
Cabe destacar que no existía, hasta ese entonces, un entrenamiento adecuado para este tipo de situaciones, por ende el teniente Launders sólo esperó por si tenía la suerte de ver emerger el submarino alemán. Luego de 45 minutos siguiendo a su rival los alemanes se dieron cuenta que eran seguidos y comenzaron las acciones evasivas en forma de zig zag, ambos submarinos subieron sus periscopios y se seguían mutuamente.
Teóricamente el submarino alemán era el mejor preparado para un combate de este tipo pero no era su misión ni seguramente su joven tripulación tenía la experiencia como para enfrentar la situación. El tipo IXD2 contaba con 22 torpedos y el clase V británico llevaba cuatro tubos con ocho torpedos, servía más para un intento y escapar.
Luego de tres horas de idas y vueltas entre ambos Launders tomó la iniciativa y se decidió por disparar. La idea era configurar los torpedos para distintas profundidades, dispararlos en secuencia cada 17 segundos y sumergirse rápidamente para evitar el contraataque al quedar sin tubos cargados y haber revelado su posición con el ruido.
A las 12:12 apuntaron hacia donde creían que se dirigía el U-864 y dispararon la secuencia, Wolfram ordenó inmersión rápida y un giro para tratar de evitarlos, los torpedos tardarían cuatro minutos en llegar y la maniobra fue efectiva para los primeros tres, pero no para el cuarto.
La maniobra para tratar de evitarlos los había llevado en ruta de colisión con el cuarto torpedo y éste impactó completamente, el U-864 implosionó y se partió en dos llevándose consigo sus 73 tripulantes y venenosa carga a unos 150 metros de profundidad.
En Marzo de 2003 la marina noruega lo ubicó luego de ser alertada por unos pescadores locales, el submarino se encuentra en la actualidad al oeste de la isla de Fedje pero con un pequeño inconveniente: está filtrando el mercurio hacia el mar.
Hasta ahora unos 4Kg por año se estan filtrando y contaminando a los peces de la zona, se ha prohibido pescar alrededor del submarino, las botellas de acero tenían un grosor de 5mm pero el óxido ha achicado el grosor, en algunas partes, hasta 1mm abriendo fisuras y de allí el mercurio escapa. La contaminación ya cubre un área de 30.000 metros cuadrados.
Se estuvo planificando un salvataje del producto o directamente un sarcófago de concreto para que no se pierda más, pero esto último puede derivar en que se siga filtrando, así que el gobierno sigue estudiando qué hacer y cómo luego de haber cancelado una primera misión de rescate del contenido.å