29 mayo 2020

El destino más exclusivo del mundo está a 10.900 metros de profundidad

Las empresas EYOS Expeditions y Caladan Oceanic proponen una expedición submarina a lo más profundo del mar, la Fosa de las Marianas, a 10.900 metros de profundidad. Obviamente, una experiencia tan exclusiva no puede resultar muy económica; en este caso estamos hablando de unos U$S 750.000 para conocer uno de los lugares menos visitados del mundo. 
Cuando hablamos de que la Fosa de las Marianas es el destino más exclusivo del mundo, no es una exageración. Solo se han realizado cuatro excursiones tripuladas hasta allí, hasta se podría decir que más gente ha estado en el espacio que en el fondo del mar.
Para realizar semejante expedición, se utilizará el submarino Limiting Factor, capaz de soportar altas presiones y que ya cuenta con cinco descensos previos en la Fosa de las Marianas. El vehículo tiene una cápsula de titanio de 90 mm y tres puestos de visualización para los tripulantes.
Obviamente, llegar a semejante profundidad es algo que pocos han vivido. En general, los buzos recreativos no suelen superar los 100 metros de profundidad, incluso los submarinos no suelen descender más allá del kilómetro. Según especialistas, a 10 kilómetros de profundidad el entorno es sumamente pacífico y no hay sensación de movimiento en ninguna dirección.
Victor Vescovo, el fundador de Caladan Oceanic, es consciente del desorbitante precio de la expedición, pero explica que la propuesta está orientada a encontrar un modelo de negocio que permita a la empresa seguir explorando las profundidades. Por el momento las visitas a las Fosas de las Marianas tendrán que esperar debido a la crisis provocada por el coronavirus, aunque ya tenían dos salidas reservadas para mayo. Además, hace aproximadamente dos semanas Victor comunicó por Twitter  que habían logrado un nuevo récord de descenso en profundidad

Hallaron el submarino USS STICKLEBACK (SS-415) hundido por un accidente en 1958

Fue una tarde-noche aciaga para el USS STICKLEBACK (SS-415). El submarino, capaz de salir indemne de conflictos tan virulentos como la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Corea, acabó sus días de forma triste, varado en el fondo del mar por culpa de un barco de su propia flota.

Fue durante unas prácticas navales cerca de Hawái. La nave, con sus 10 oficiales y 70 tripulantes en su interior, estaba participando en un ejercicio de guerra antisubmarino junto al destructor de escolta USS Silverstein -un buque de guerra pequeño y ligeramente armado diseñado para proteger a convoyes de buques mercantes- y a un torpedero. Era el 28 de mayo de 1958.

Prácticas navales
El USS Stickleback estaba realizando unos ejercicios de entrenamiento con el USS Silverstein y un torpedero

Durante estos entrenamientos, el Stickleback acababa de completar un ataque simulado sobre el Silverstein cuando se zambulló a una profundidad segura. Fue entonces cuando el submarino perdió potencia y descendió sin control hasta casi 250 metros de profundidad. Entre la espada y la pared, se decidió utilizar lastre de flotabilidad de emergencia, lo que a la postre acabó siendo su perdición.

El bote ascendió rápidamente y pasó a apenas 180 metros por delante del barco. Durante la desesperada maniobra no hubo ni tiempo para lanzar una bengala de aviso. Cuando sonó la alarma de colisión, el Silverstein trató de retroceder por completo y dejó el timón a la izquierda, pero no pudo evitar el choque. El resultado fue un agujero gigante para el submarino en su zona de babor.

El choque con el barco dejó un gran agujero en la zona de babor del submarino (Lost 52 Project)
Se hundió en poco tiempo, aunque fue suficiente para rescatar a su tripulación a través de los tubos de los torpedos. Cuando todos los compartimentos se inundaron, el Stickleback fue descendiendo hasta posarse a unos 3.300 metros bajo el agua. Hasta allí fueron el veterano explorador oceánico Tim Taylor y su equipo del Proyecto Lost 52.

“Este es uno de los cuatro submarinos que sufrieron este destino durante la Guerra Fría”, explica Taylor en su comunicado. Las otras tres naves que la Marina de los Estados Unidos perdió desde el final de la Segunda Guerra Mundial son el Cochino, el Thresher y el Scorpion.

Accidente
Tras el impacto, el submarino fue descendiendo hasta quedarse varado a 3.300 metros bajo el mar

El USS Stickleback, bautizado así en honor de los espinosos, una familia de peces pequeños sin escamas, había participado en su primera misión en agosto de 1945. Fue una patrulla de guerra en el mar de Japón, el brazo del océano Pacífico que se extiende entre el archipiélago japonés y el continente asiático. La experiencia fue breve, ya que coincidió con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto). Dos días después se aprobó el alto el fuego.

El submarino permaneció en la zona y, el 21 de agosto, se encontró con dos balsas de bambú que ctransportaban a 19 sobrevivientes de un carguero. Los llevaron a bordo durante 18 horas, les dieron comida, agua, tratamiento médico y los pusieron a flote nuevamente a poca distancia de una de las islas japonesas.

Una imagen subacuática realizada por el equipo de Taylor (Lost 52 Project)
El 9 de septiembre viajó hasta Guam, de donde partió hacia Estados Unidos al día siguiente. Llegó a San Francisco y participó en el desfile de la Tercera Flota el 28 de septiembre. Después de un breve crucero a las islas hawaianas, el Stickleback fue dado de baja y puesto en la reserva en junio de 1946. Tras cinco años de inactividad, pasó a tener funciones como nave de entrenamiento afincada en San Diego (California). Aunque esta tarea duró poco más de un año.

Tras un nuevo (y breve) periodo en dique seco, el 26 de junio de 1953 regresó al servicio activo. Le insertaron en el 7º Escuadrón Submarino, con base en Pearl Harbour. Su misión fue apoyar a las fuerzas de las Naciones Unidas desplegadas en Corea desde febrero hasta julio de 1954 cuando volvió a la base militar de la isla de Oahu, en pleno archipiélago de Hawái.


Antes de su accidente, las últimas operaciones en las que participó el USS Stickleback se centraron en recopilar información de inteligencia fuera de la Unión Soviética entre 1954 y 1957. Además, participó en ejercicios de entrenamiento para desarrollar tácticas submarinas tanto defensivas como ofensivas. Taylor su equipo han utilizado vehículos autónomos submarinos, vehículos operados a distancia y tecnología avanzada de imágenes de fotogrametría para obtener el punto exacto donde está el submarino.

“Cada descubrimiento de una embarcación hundida es una oportunidad para recordar y honrar el servicio de nuestros marineros. Saber que su lugar de descanso final trae cierre, en alguna parte, a sus familias y compañeros de barco, así como también permite a nuestro equipo comprender mejor las circunstancias en que se perdió el bote ”, dice el doctor Bob Neyland, jefe de la Subdivisión de Arqueología Subacuática del Comando de Historia Naval y Patrimonio.

Autor: DAVID RUIZ MARULL

Rusia pone en servicio submarino misiles balísticos estratégicos

MOSCU, 28 may (Xinhua) -- Funcionarios rusos firmaron hoy el certificado de aceptación del más reciente submarino de misiles balísticos estratégicos de cuarta generación Príncipe Vladimir, indicó el astillero de Sevmash.
"El certificado de aceptación fue firmado después de la exitosa conclusión de todas las etapas de pruebas del submarino, las cuales confirmaron su preparación para su transferencia a la Armada" , añadió.
El Príncipe Vladimir, establecido en Sevmash en 2012, es el buque líder del proyecto de clase Borei-A mejorada de submarinos nucleares de cuarta generación.
Los submarinos de clase Borei-A, con capacidad para transportar 16 misiles balísticos intercontinentales Bulava cada uno, son una versión mejorada de los anteriores buques de clase Borei y formarán la base de las fuerzas nucleares estratégicas navales de Rusia en el futuro.
En diciembre, el portamisiles completó con éxito el ciclo de pruebas estatal.
En octubre, su tripulación llevó a cabo exitosamente el primer lanzamiento del misil Bulava desde el mar Blanco hasta el polígono de pruebas de Kura en la península de Kamchatka, en el lejano oriente ruso.
Sevmash, el único fabricante de submarinos nucleares de Rusia, ubicado en la ciudad portuaria de Severodvinsk en el mar Blanco, tiene previsto entregar este año cinco submarinos nucleares a la Armada rusa.

RUSIA PLANEA EL PRIMER ENSAYO DEL DRON SUBMARINO POSEIDÓN

Moscú, 26 may (Sputnik).- La primera prueba del dron submarino ruso Poseidón, capaz de portar municiones nucleares en principio, tendrá lugar entre septiembre y diciembre de este año, reveló a Sputnik una fuente del sector de defensa.
«El lanzamiento de un Poseidón desde el submarino nuclear Belgorod, el vehículo experimental para estos drones, está programado para otoño», dijo la fuente.
De momento, añadió, «no existe un prototipo ensamblado, se están ensayando algunos componentes y grupos».
Fue el presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien mencionó durante su discurso ante el parlamento federal en 2018 el desarrollo del Poseidón, según él, uno de los drones submarinos que serán capaces de portar municiones convencionales y nucleares y destruir un amplio abanico de objetivos, de portaviones a infraestructuras costeras.
Las pruebas de lanzamiento de los drones Poseidón se van a desarrollar desde el submarino multipropósito de propulsión nuclear K-329 Belgorod (proyecto 09852), botado en los astilleros Sevmash en abril de 2019 y considerado como vehículo experimental, y desde el submarino nuclear Khabarovsk (proyecto 098531), que será el vehículo reglamentario y cuya botadura se espera en los próximos meses. (Sputnik)
LINK ORIGINAL: El Pais

Submarinos Portaaviones Japoneses

El gran alcance y la furtividad de un submarino en combinación con la velocidad y la precisión de un avión.
Esto hubiera parecido ser la combinación ganadora para cualquier almirante competente a principios del siglo XX, y efectivamente, las mentes navales comenzaron a experimentar combinando estos dos elementos tácticos bastantes modernos desde la Primera Guerra Mundial. Los primeros prototipos alemanes y británicos solo se trataban de un hidroavión sobre la cubierta de un submarino en la superficie, que posteriormente se sumergía para poder liberar al avión para su despegue.
El submarino crucero francés Surcouf
A finales de los años 20, durante el proceso de desarrollo de otro tipo de barco híbrido (el crucero submarino), los hidroaviones fueron agregados a la combinación para servir como observadores para la artillería del submarino. La diferencia en comparación con los conceptos más primitivos, era que estos nuevos barcos especializados tenían un pequeño hangar en donde un avión parcialmente ensamblado podía ser almacenado, lo que les permitía sumergirse.
Este nuevo diseño llamó rápidamente la atención del almirantazgo japonés, y los constructores navales locales pronto comenzaron a producir nuevos submarinos de combate de gran tamaño equipados con hangares para los aviones de observación. Japón fue quien más depositó su confianza en los submarinos portaaviones, desarrollando varios tipos de distintos tamaños que fueron usados con buenos resultados durante la Guerra del Pacífico. Fue tanta su inversión en este tipo de barco que, finalmente, el tipo de submarino más utilizado por Japón durante la Segunda Guerra Mundial fue diseñado para transportar un avión. Aunque la función estándar de observación y exploración de sus hidroaviones se mantuvo, la Armada Imperial Japonesa tomó un especial interés en la posibilidad de usar aviones de ataque como los bombarderos o los cazas en su lugar, convirtiendo de forma efectiva a su flota de submarinos en portaaviones de ataque limitado.

Submarino Tipo B

La clase más numerosa de submarinos de la Armada Imperial Japones, el Tipo B, también fue la más exitosa en términos de tonelaje de barcos aliados hundidos. También conocida como la clase I-15, veinte de estos submarinos fueron construidos entre 1940 y 1943, siendo numerados entre I-15 e I-39. Esta clase de submarinos era relativamente rápida en la superficie, viajando a velocidades de alrededor de 23 nudos, pero al sumergirse, esta se reducía a solo 8 nudos. El Tipo B también era lo suficientemente grande para recibir el título de “submarino crucero”. Con 109 metros, era 1.5 veces más largo que el U-boat Tipo; la longitud aproximada de doce autobuses de dos pisos de Londres colocados uno detrás del otro.
Submarino I-26 Tipo B
Estos estaban equipados con un solo cañón de 140 mm en la cubierta de popa, dos montajes AA Tipo 96 de 25 mm y seis tubos para lanzar su complemento de diecisiete veloces torpedos Tipo 95 de 533 mm. Sus aviones eran los Yokosuka E14Y, aviones de exploración de dos plazas guardados en un compacto hangar en la parte frontal del barco. Este hangar fue reutilizado en varios de estos submarinos a finales de la Segunda Guerra Mundial para acomodar un cañón adicional de 140 mm, o para guardar a los torpedos humanos Kaiten.
El diseño original tenía un pequeño hangar al frente de la torre de mando que contenía un solo hidroavión. Naturalmente, debido a la falta de espacio, el avión tenía que ser llevado a cubierta para colocar sus alas y sus pontones de flotación en su lugar. Una vez ensamblado, el avión sería enganchado a un mecanismo de catapulta que atravesaba la cubierta delantera, lanzándolo en un rápido despegue Después de completar su misión, el avión acuatizaría cerca del submarino, sería regresado a bordo y desensamblado para su almacenamiento.
Hidroavión Yokosuka E14Y “Glen”
A pesar de sus impresionantes número y capacidades (los Tipo B incluso fueron adaptados para transportar provisiones a las guarniciones en las islas), el barco estaba lejos de ser perfecto. Cuando el I-30 viajó a la Francia ocupada por Alemania en 1942 como parte de la misión de intercambio conocida como Yanagi, los expertos de la flota de U-boats de la Kriegsmarine observaron que además de ser lentos para sumergirse y tener una profundidad operacional poco impresionante de 100 m (a diferencia de los más de 200 m de los U-boat Tipo VII), era ruidoso y vulnerable tanto al sonar como al radar.
Las Misiones Yanagi
Cuando Japón se unió a la Segunda Guerra Mundial, la comunicación con sus aliados alemanes se hizo difícil. Para poder intercambiar tecnología, como los torpedos Long Lance japoneses o el equipo de radar alemán, se llevaron a cabo varias misiones secretas por submarinos que realizaban el viaje de 24 000 km desde Japón a Francia a través de las aguas controladas por la Royal Navy. De un total de cinco viajes, tres llegaron exitosamente a Francia y solo uno regresó a Japón. Por otro lado, varios U-boats de la Kriegsmarine intentaron realizar el viaje opuesto, pero solo uno llegó exitosamente a Japón.
Un submarino notable del Tipo B es el I-25, el cual fue responsable de dos de los pocos ataques directos (pero sin éxito) en el territorio de Estados Unidos, cuando en 1942, bombardeo en ambas ocasiones una fortificación naval en Oregón y lanzó una bomba aérea en un bosque del mismo estado, en un intento de comenzar un incendio forestal.
Otro Tipo B que merece reconocimiento es el I-19, el cual fue responsable de una de los ataques con torpedos más exitosos en la historia. El 15 de septiembre de 1942, cerca de las diputada Isla de Guadalcanal, este submarino interceptó a un convoy que transportaba Marines de los EE. UU. El submarino apuntó hacia un objetivo irresistible, el portaaviones USS Wasp, y lanzó una salva completa de seis torpedos. Tres de ellos impactaron el lado de estribor del barco en rápida sucesión, comenzando incendios que se extendieron rápidamente hacia los tanques de combustible y los almacenes de munición.
Dos torpedos más de la misma salva pasaron junto al portaaviones; uno de ellos alcanzó la proa del destructor USS O’Brien de la clase Sims, y otro alcanzó al acorazado North Carolina. El O’Brien sucumbió a sus heridas y se hundió días después mientras se dirigía a ser reparado, y el North Carolina quedó fuera de acción por meses. A pesar de los enormes esfuerzos para controlar los incendios a bordo del USS Wasp, se tuvo que dar la orden de abandonar el barco. Este se hundió 6 horas después del ataque.
El USS Wasp se incendia después de ser alcanzado por tres torpedos.

Clase I-400

La Armada Japonesa no estaba contenta con tener solo un avión a bordo de sus submarinos. Después del ataque a Pearl Harbor, el objetivo primario de la Armada Japonesa era eliminar lo más rápido posible a la flota del Pacífico de los EE. UU. y retrasar a los refuerzos estadounidenses a toda costa, antes de que la inmensa capacidad industrial estadounidense pudiera controlar rápidamente el Océano Pacífico con nuevos barcos de guerra. Se creía que esto podría lograrse llevando al realizar precisos ataques quirúrgicos en lugares clave sobre el territorio de los Estados Unidos. Al hacerlo, la población estadounidense entraría en pánico, e innumerables recursos militares estadounidenses serían desviados para mejorar las defensas a lo largo de la costa del Pacífico.
Los submarinos de la clase I-400 serían el modelo elegido para llevar a cabo estos ataques.
Estos submarinos eran enormes para los estándares de su época, siendo los submarinos más grandes en servicio durante la Segunda Guerra Mundial, pero eran básicamente una versión de gran tamaño (122 m de longitud) de la clase Tipo B. Al igual que esta clase, un solo cañón de 140 mm estaba montado en la cubierta de popa, pero la cantidad de lanzadores de torpedos aumentó de seis a ocho. La cantidad de montajes antiaéreos también fue aumentada, con cuatro montajes separados. La configuración del hangar-catapulta funcionaba de forma similar a la del Tipo B, pero ahora podían almacenar hasta tres bombarderos Aichi M6A de dos plazas. Estos aviones modernos eran capaces de cargar torpedos o bombas, pero la única ametralladora estaba en un montaje flexible en la parte posterior y era disparada desde la posición del observador.
Se esperaba que los I-400 cruzaran el Océano Pacífico sin ser detectados para poder lanzar un total de tres bombas cada uno. Varias operaciones de este tipo fueron planeadas en 1945, cuando dos de estos submarinos (el I-400 y el I-401) habían sido completados y puestos en servicio. Uno de esos planes era llevar a cabo un ataque aéreo sobre las esclusas del Canal de Panamá, la principal arteria de comunicación entre las flotas del Atlántico y del Pacífico de los EE. UU., con diez aviones transportados en submarino. Sin embargo, desafortunadamente para la Armada Japonesa, estos submarinos eran muy pocos, llegaron muy tarde, y la guerra llegó a su fin antes de que alguna de estas estrategias realmente pudieran hacer una diferencia.
Después de la rendición japonesa, los tres submarinos de la clase I-400 restantes quedaron bajo control de la Armada de los Estados Unidos. Impresionados por el tamaño y el concepto detrás de ellos, fueron estudiados cuidadosamente por expertos. Lamentablemente, todos fueron hundidos poco después, por temor a que la Unión Soviética se apoderara de esa tecnología.

22 mayo 2020

El coronavirus retrasa la puesta a flote del primer submarino S-80

La compañía Navantia se ha visto obligada a retrasar a principios de 2021 la puesta a flote del primer submarino S-80 Plus (el S-81 “Isaac Peral”) para la Armada española debido al parón de la actividad asociado a la crisis sanitaria del coronavirus.

Tras completar el cierre del casco resistente el pasado mes de diciembre, la empresa tenía previsto la entrada en el agua del sumergible en octubre de este año, sin embargo, el Covid-19 ha trastocado sus planes. Casi con total seguridad, explican a Infodefensa.com fuentes de la compañía pública, la puesta flote será durante el primer trimestre del próximo año, a falta aún de confirmar las fechas.

Después de dos meses sin apenas trabajo, el centro de producción de Navantia en Cartagena retoma esta semana la normalidad, con el foco puesto en este programa que jubilará los veteranos submarinos S70 de la Armada.
El 70% de los trabajadores de Navantia y de firmas auxiliares ya están de vuelta al trabajo. En las unidades en Cartagena de reparaciones, motores, gran carena y construcción de los S80 trabajan casi 2.000 operarios, tanto de plantilla propia como de empresas auxiliares. En cuanto a la industria auxiliar, un millar de empleados ya ha regresado a los astilleros y solo quedan por retomar la actividad unos 400.
Antes de la pandemia del coronavirus, la previsión tanto del Ministerio de Defensa como de la compañía, era que el “Isaac Peral” se entregase a la Armada en septiembre de 2022. El segundo de ellos, el S-82 (“Narciso de Monturiol”), en mayo de 2024. Los dos últimos, el S-83 (“Cosme García”) y el S-84 (“Mateo García de los Reyes”) deberían llegar a la Armada en marzo de 2026 y julio de 2027, respectivamente. 
Navantia cierre casco de primer S-80, que pondrá a flote en octubre de 2020
El primer submarino de la clase S-80 tras el cierre del casco resistente/Foto: Marcial Guillén/EFE
Una de las claves de los S-80 es su moderno y único sistema de propulsión. Los submarinos convencionales necesitan subir prácticamente a la superficie para realizar operaciones de “snorkel” diarias y así recargar sus baterías con motores diésel, lo que les hace detectables y vulnerables. Sin embargo, los S-80 contarán con lo que se denomina Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, por sus siglas en inglés), con el que se reducirá esa indiscreción permitiendo cargar las baterías en inmersión. Una tecnología que a día de hoy no posee ninguna otra potencia mundial y que será desarrollada por la empresa Abengoa.
El primero que contará con este sistema será el S-83, en el que se instalará previsiblemente en julio de 2021. Posteriormente se embarcará en el S-84. Tanto el S-81 como el S-82, en construcción, lo recibirán en su primera gran inmovilización (carena), en la que serán reacondicionados.
El programa del S-80, que se inició en 2005, ha ido arrastrando problemas y contratiempos a lo largo de los años, destacando el aumento de su longitud de 10 metros por un problema de sobrepeso. En la actualidad, el coste del mismo ha pasado de los 2.135 millones iniciales a 3.900, después de que en verano de 2018 el Gobierno aumentase el techo de gasto inicial en 1.771 millones.
Diario La Razón

Los submarinos Varshavianka se adaptan para el servicio en el Lejano Oriente ruso

Seis submarinos de la clase Varshavianka que se entregarán a la Flota Rusa del Pacífico, están adaptados para el servicio en el Lejano Oriente, comunicó el comandante de la Marina de Guerra rusa, Nikolái Yevménov.
"Los sistemas de soporte de vida de estos submarinos fueron diseñados teniendo presente el carácter específico de su explotación en el Lejano Oriente ruso", dijo Yevménov citado por la oficina de prensa del Ministerio de Defensa.
El primero de la serie de submarinos diésel-eléctricos del proyecto 636.3 para la Flota del Pacífico, el Petropavlovsk-Kamchatski, debe llegar al Lejano Oriente ruso en lo que resta de 2020. El segundo, el Voljov, está sometido a pruebas.
A finales de 2019 comenzó la construcción del tercer y cuarto submarinos de ese proyecto, el Magadan y el Ufa. En 2020 debe comenzar además la construcción del quinto y sexto submarinos.
La Flota Rusa del Mar Negro ya recibió seis submarinos del mismo proyecto mientras en la Flota del Pacífico siguen prestando servicio los submarinos del anterior proyecto 877 Paltus.
Yevménov destacó que actualmente se están renovando los componentes naval, aéreo y costero de la Flota Rusa del Pacífico y aseguró que esta flota seguirá recibiendo submarinos nucleares de cuarta generación.
El comandante de la Marina de Guerra rusa felicitó a los marineros con motivo del Día de la Flota Rusa del Pacífico, cuya historia se remonta al 21 de mayo de 1731, fecha en que se decretó la creación de la Flotilla Militar del Mar de Ojotsk.

V-80 (submarino)

El V-80 (alemánVersuchs-U-Boot V80) fue un submarino experimental de 76 toneladas de la clase alemana Tipo 5, siendo el único ejemplar construido por la Kriegsmarine de la Alemania nazi.
La construcción del prototipo fue completada en 1940 en el astillero Friedrich Krupp Germaniawerft, en Kiel. El barco de cuatro hombres fue diseñado para probar el sistema de peróxido de hidrógeno de Walter. Su sistema de propulsión se basaba en una Turbina Walter y su autonomía era de 50 millas náuticas (92,6 km) a una velocidad de 28 nudos (52 km/h).
El único intento anterior de utilizar un sistema de propulsion independiente del aire basado en una reacción química fue el del submarino español Ictineo II.
Este minisubmarino condujo al diseño del submarino Tipo XVII alemán.
El V-80 sirvió para sus propósitos de investigación, siendo retirado del servicio en 1942, hundiéndose en la Peninsula de Hel el 29 de marzo de 19451​.


submarino bangladeshi "BNS Joyjatra (S-162)"

Excelente vista aérea del submarino bangladeshi "BNS Joyjatra (S-162)". Bangladesh recibió dos submarinos Tipo 35G de China que entraron en servicio en 2017.
El Tipo 35 es un desarrollo local de los Romeo soviéticos de los que China recibió los planos antes de su ruptura política con la URSS. Aunque eclipsado por los mayores Tipo 641 (Foxtrot) en la Unión Soviética, China los construyó en gran número desarrollando el diseño básico hasta la década de los 90. En esta imagen podemos ver sus líneas hidrodinámicas clásicas propias de un diseño de los años 50.
La imagen puede contener: océano, agua y exterior
Josemi Arias Pérez "En esta imagen podemos ver sus líneas hidrodinámicas clásicas propias de un diseño de los años 50." Es la primera impresión que me llevé solo con la foto, antes de leer, me recordaba a los clase XXI alemanes, quizá porque tengo los documentales muy recientes en la memoria.
en efecto, su diseño está inspirado por los Tipo XXl como en todos los submarinos diseñados en la postguerra, aunque sólo la unión Soviética mantuvieron el diseño de la popa similar al desarrollado por la alemanes