En los últimos días de septiembre, el buque rompehielos Xuelong 2 regresó a Shanghai. Fue la decimoquinta exploración científica organizada por China en las aguas profundas del mar Ártico, pero por primera vez lo hicieron con una nave tripulada con el sumergible Jiaolong. Esta novedad representa todo un hito en las sofisticadas misiones que diferentes países vienen realizando.
La historia comenzó durante la Guerra Fría. El 3 de agosto de 1958, un submarino de Estados Unidos se sumergió en Alaska con dirección el Polo Norte y tras cruzar el Polo Norte, emergió en el mar de Groenlandia. La misión Nautilus daba inicio a la investigación topográfica.
LA HISTORIA DE LA EXPLORACIÓN DEL ÁRTICO
Durante mucho tiempo, Estados Unidos fue el líder en indagar el territorio. Sin embargo, en los últimos años el escenario geopolítico se fue modificando. El mundo bipolar ya no era el mismo y la Unión Soviética había dejado de existir cuando en 2007, Rusia desplegó dos mini submarinos en el Ártico. Al terminar la misión izaron una bandera que en todo el mundo fue visto como un mensaje geopolítico.
Los recursos del Ártico y su ubicación en el planeta, de pronto, transformaron al Polo Norte en una zona estratégica. En 2015, otra potencia mundial, China, anunció que tendría una nueva frontera a la que prestaría especial interés. Diez años después, consigue lo que hasta ahora nadie se había atrevido: lanzar un submarino tripulado.
Las aguas del Ártico son extremadamente peligrosas por las condiciones climáticas. Además del frío, existe la posibilidad de que colisionar con bloques de hielo en medio de la expedición. Las comunicaciones con los buques de superficie o las bases de mando pueden verse afectadas en ese contexto gélido. Los sistemas satelitales y las maquinarias a temperaturas bajo cero también dificultan la operación
La competencia por la investigación y el dominio de las aguas del Ártico se ha acelerado en los últimos años a causa del cambio climático. El Polo Norte es uno de los sitios más afectados por el calentamiento del mundo. El deshielo podría estar inaugurando nuevas rutas acuáticas o terrenos desconocidos. Para comprender la inmensidad que representa la zona, cabe recordar que hace apenas unos meses un rompehielos de Estados Unidos encontró una estructura submarina que parecería ser un volcán de 1.600 metros de profundidad
En el último invierno se ha registrado el mínimo histórico de hielo en el Ártico, principalmente por las altas temperaturas del verano. A comienzos de este año, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos arrojó otro dato apocalíptico. Al ritmo acumulado de los últimos años, el hielo del Ártico podría no estar másentre 2027 y 2030.
¿Quién será capaz de habitar esta enigmática zona del planeta? Posiblemente los que mejor conozcan el terreno. Por eso, el interés científico por el Ártico también tiene su costado geopolítico. Y con este último hito parecería que China es el que marca el camino.







