¿Te suena haber oído hablar del submarino soviético K-8? Ya hemos hablado con anterioridad de submarinos, y por otro lado también hemos hablado varias veces de bombas atómicas. ¿Qué pasa cuando juntamos ambas cosas? Pues entonces tenemos submarinos nucleares capaces de llevar cabezas atómicas para su uso en caso de guerra.
Se puede pensar que este tipo de submarinos tiene un control muy riguroso de seguridad y es imposible que algo falle. Pues lo cierto es que aunque si son muy seguros, ocurren accidentes. Son muchos marineros los que han dejado su vida en accidentes de submarinos. En algunos casos nunca se ha podido hallar el submarino y recuperar los cuerpos que había dentro. No solo eso, sino que tampoco se han podido recuperar cargas mucho más peligrosas.
Uno de los casos de submarinos desaparecidos más inquietantes es el del submarino soviético K-8. Se hundió definitivamente el 12 de abril de 1970 con cuatro torpedos, los cuales contenían cada uno una cabeza nuclear,
Los modelos de submarinos nucleares 627
Durante la guerra fría la Unión Soviética y los Estados Unidos tuvieron una escalada en armamento increíble. No solo en el terreno de armas nucleares, sino en todo tipo de maquinaria de transporte y de guerra. Los soviéticos dieron un gran paso adelante con los modelos de submarinos nucleares 627, también llamados “Noviembre”.
Los clase “Noviembre” fueron una respuesta a los submarinos nucleares que estaba construyendo Estados Unidos. Eran más grandes y con más equipamiento que los americanos. Sin embargo, eran mucho más ruidosos que los submarinos que conocemos hoy en día. Fueron construidos de mayor tamaño por un motivo, y era que pudieran transportar los torpedos nucleares T-15, que eran muy grandes y pesados.
En el caso del submarino soviético K-8, podía transportar los torpedos T-15 y también otras armas nucleares más pequeñas. Sin embargo, para muchos no eran realmente muy efectivos. En parte porque hacían mucho ruido y llamaban mucho la atención. Por otro lado su sistema de sonar no era muy bueno.
Aun así, el submarino soviético K-8 fue uno de los más celebrados cuando entró en servicio a finales de los años sesenta. Sin embargo, los problemas empezaron muy pronto. En su primer viaje tuvo un incidente con la refrigeración que casi hace que se perdiera la nave. Como resultado del incidente en el K-8 muchos miembros de la tripulación estuvieron expuestos a altos niveles de radiación.
Los problemas con el submarino soviético K-8
Aun con el problema en su primer viaje, el submarino soviético K-8 pudo ser reparado y siguió en servicio. Fue una mala decisión ya que solo fue el principio de otros problemas que tuvo el submarino. En 1970 el K-8 participó en unas grandes maniobras soviéticas en la parte rusa-japonesa del océano pacífico. Los soviéticos enviaron para estas maniobras sesenta buques de guerra y unos cuarenta submarinos de la armada en activo.
El submarino soviético K-8 fue enviado cargando con cuatro torpedos con una cabeza nuclear en cada uno de ellos. Durante estas maniobras el K-8 tuvo dos incendios. El primero pudo ser controlado pero el segundo hizo que los dos reactores nucleares que había en la nave dejaran de funcionar.
El Capitán del K-8 Vsevolod Borisovich Bessonov ordenó que la tripulación abandonara la nave. Aun así, ocho marineros quedaron atrapados en sus compartimentos y murieron por el fuego o la inundación posterior. Un buque de guerra soviético llegó al rescate e intentó remolcar el submarino a un sitio seguro.
El intento infructuoso del submarino K-8
Los intentos por salvar el submarino soviético K-8 fueron en si mismos un problema muy grande. Mientras la nave era remolcada, se encontraron con unas condiciones meteorológicas muy adversas que no pudieron superar.
El 12 de abril de 1970 el K-8 se hundió mientras era remolcado cuando había cuarenta miembros de la tripulación todavía a bordo intentando arreglar los reactores. Todos desparecieron bajo el agua muriendo y uniéndose a los ocho que ya habían muerto en el anterior incendio. El K-8 se hundió y acabo a 4500 metros en el suelo marítimo.
Las bombas atómicas perdidas en el fondo marino
Por tanto, la catástrofe del submarino soviético K-8 no solo acabó con la vida de 48 personas sino que dejó cuatro armas nucleares en manos de nadie. Esto es algo que sigue preocupando a muchas personas hoy en día.
Se planificaron rescates para recuperar las bombas, pero debido a la profundidad cualquier plan era inviable. En este sentido, era también una garantía de que nadie pudiera hacerse con los torpedos nucleares y usarlos con fines más oscuros y peligrosos. Aun así, todo el mundo es consciente de que hay cuatro bombas atómicas “disponibles” para cualquier que las pueda rescatar del fondo del mar.
La tecnología marítima va avanzando cada vez más y llegará un día en que quizá se pueda recuperar el submarino soviético K-8. ¿Y si alguien pudiera acceder a el antes de que se haga un rescate oficial? Cuatro bombas atómicas totalmente funcionales no son una broma, y todavía siguen estando en algún punto del océano…