26 octubre 2019

Nuestro hombre de los submarinos

En ocasiones, un personaje histórico vive entre tantas sombras que, al poco, incluso su procedencia termina por ser puesta en duda. He aquí el caso de un genio casi olvidado que exploró diversos campos de la tecnología y que fue un apasionado de la navegación submarina y aérea, pero que apenas ha sido mencionado en la Historia y, sobre todo, casi nunca como español. Se llamaba Raimundo Lorenzo de Equevilley y fue el artífice de los submarinos alemanes en la Primera Guerra Mundial.
Nuestro hombre de los submarinos
Ha tenido que pasar casi un siglo para que la figura de un ignoto ingeniero empiece a brillar de nuevo. La gran cantidad de nombres por los que Equevilley ha sido conocido rivalizan con las naciones a las que se ha atribuido su nacionalidad. La mayoría comentaba que era francés, otros que austriaco o prusiano, pero sólo mucho después se difundió su origen español. En efecto, atendiendo a obra de Diego Quevedo, junto a otros autores, titulada Los desconocidos precursores españoles de la navegación submarina (2013), nunca suficientemente ponderada, queda iluminada de una vez el asunto del origen de nuestro protagonista. Nacido en el verano de 1873, en Viena, Raimundo Lorenzo de Equevilley Montjustín fue el hijo menor de Victor Vicente de Equevilley Montjustín, marqués de Equevilley. A lo largo de su vida, cuando aparece citado en la prensa europea, su nombre fue escrito de múltiples maneras, casi siempre con un toque francés, al modo Raymond-Laurend d´Equevilley, por lo que fue considerado como francés por muchos.
El padre de Raimundo procedía de la aristocracia del Franco-Condado y había combatido del lado de los isabelinos en la Primera Guerra Carlista, participando en las batallas de Mendigorría y de Barbastro, lo que le hizo merecedor de la Cruz de San Fernando. Miembro del Ejército Español, pasó de ser Alférez de Caballería en 1838 a Capitán de Milicias Provinciales en 1843 (con el tiempo llegó a ser coronel y, por sus méritos, le fue concedida la ciudadanía española, lo que no deja dudas de la nacionalidad de su futuro hijo, nuestro ingeniero de submarinos). El caso es que el tal Victor Vicente vivió una existencia llena de aventuras y acciones militares que le valieron diversos reconocimientos (por ejemplo, en 1879 obtuvo el título nobiliario de Marqués de Equevilley). Licenciado del ejército, pasó a ser en 1869 Cónsul de España en los Ducados del Danubio. Al poco nació su hijo Raimundo Lorenzo quien, pese a haber venido al mundo en Viena, tuvo la nacionalidad española desde el primer momento.
Raimundo demostró ser un joven con gran genio para las ciencias desde muy temprano. Por mediación del embajador de España en Francia logró estudiar ingeniería en París, el centro del conocimiento de su tiempo, para terminar, convirtiéndose en un cotizado ingeniero naval. Fue por entonces, cuando el siglo XIX estaba a punto de finalizar, cuando el joven ingeniero sintió fascinación por los submarinos, pasando a colaborar con el ingeniero naval francés Máxime Laubeuf que estaba construyendo el sumergible Narval. La cuestión del arma submarina flotaba en el ambiente, pues en muchas naciones se percibía como la única forma de combatir al poderío naval británico. De aquella pasión por parte de Equevilley nació en 1901 un libro divulgativo sobre el tema y un proyecto de nuevo submarino que presentó en Francia y que fue rechazado. En su libro, Raimundo describe con detalle los submarinos de su tiempo y elogia la figura de Isaac Peral, lamentando la pérdida que supuso para España no haber cultivado de forma adecuada aquel proyecto submarino.
Fue entonces cuando le llegó la oportunidad laboral de su vida, estableciéndose en Kiel, capital naval del Imperio Alemán. Al principio tampoco logró que sus ideas sobre naves submarinas tuvieran mucho eco, allá lo que predominaba era la construcción de buques de guerra convencionales pensando en rivalizar con los británicos en su propio terreno, hasta que el magnate de la industria del acero Friedrich Krupp se cruzó en su camino. El empresario había comprado en 1882 el astillero Germania de Kiel, y estaba decidido a financiar él mismo el desarrollo de nuevos submarinos, incluso a pesar de que no había logrado despertar el interés de su gobierno.
Nuestro ingeniero consigue así un empleo en el proyecto secreto de Krupp para diseñar un nuevo tipo de submarino avanzado. La primera nave experimental nacida de aquel encargo, que vio la luz en 1903, contaba con 13 metros de eslora y propulsión eléctrica, así como con lanzatorpedos experimentales y un desempeño realmente limitado pero que fue mejorando con el paso del tiempo y las diversas pruebas a las que fue sometido. Fue llamado como Forelle (trucha en alemán) y levantó tanto interés que incluso fue visitado en el astillero por el Emperador Guillermo II, y eso a pesar de que hasta entonces no parecía haber ningún tipo de interés oficial en ese tipo de buques. El Forelle cambió aquella opinión, aunque costó tiempo, y el Imperio Alemán se percató de que con naves mejoradas de aquel tipo sí podrían hacer frente al poderío británico. El cambio de parecer fue impulsado por el encargo comercial que llegó en 1904 de Rusia, que deseaba hacerse con submarinos modernos, bajo la supervisión del ingeniero español, para su lucha contra Japón. El encargo fue tan importante que Krupp decidió enviar en el mismo encargo al submarino Forelle a los rusos, que lo incorporaron a la que es considerada como la primera flotilla de submarinos operativa de la historia, con naves de diversas procedencias.
El nuevo diseño creado por De Equevilley para los rusos, unas naves conocidas como tipo “E” por los alemanes (clase Karp), era lo más avanzado visto hasta entonces en materia de submarinos, con casi 40 metros de eslora, doble casco con disposición avanzada y motores de queroseno para navegación en superficie (más adelante emplearon novísimos motores diésel) y eléctricos para navegación submarina, toda una maravilla de su tiempo. El éxito del encargo ruso hizo que las reticencias ofi ciales alemanas se diluyeran y se plantearan a su vez crear una fl ota propia de submarinos. Fue así como el ingeniero español recibió el encargo de diseñar el primer Unterseeboot, el U1, con más de 42 metros de eslora. Aquella nave supuso el primer paso en la creación de la flota de submarinos alemana y, aunque pronto fue superada por modelos mejorados, es considerada la precursora de todos ellos.
Curiosamente, al ser español y su familia de origen francés, nuestro ingeniero siempre tuvo problemas de confianza con sus superiores, sobre todo con los militares, por lo que algunos años antes del comienzo de la Gran Guerra, en 1907, se ve obligado a abandonar su trabajo en Kiel. Incluso tras haber trabajado en diseño de los modelos U3 y U4, decidieron prescindir de él por ser extranjero. Había puesto la semilla de los submarinos modernos, pero algo tan impresionante no mereció apenas reconocimiento. Los siguientes meses De Equevilley patentó nuevos sistemas de propulsión submarina y de navegación (esas patentes se pueden consultar en el Archivo Histórico de Patentes de Madrid).

25 octubre 2019

Colocaron una réplica del submarino ARA San Juan en Mar del Plata, el destino al que nunca llegó

A menos de un mes de cumplirse el segundo aniversario del naufragio del ARA San Juan, una réplica del submarino de 11 toneladas y más de 15 metros de largo fue emplazada este viernes en la ciudad de Mar del Plata, en una ceremonia en la que participaron familiares de los 44 tripulantes fallecidos y autoridades de la Armada Argentina.
Después de más de cuatro meses de indefiniciones, la estructura de hierro, donada por una organización civil, fue colocada en un sector de la escollera norte de la localidad balnearia, a pocos metros del muelle natural que el buque ocupara en la Base Naval, a donde se dirigía cuando desapareció.
El acto de presentación había sido originalmente programado para el viernes, pero debió ser postergado por las malas condiciones meteorológicas, y a partir de su presentación formal este mediodía, el sitio podrá ser visitado por vecinos y turistas.
La réplica tiene de 16 metros de largo, 5,8 de alto y 4 de ancho, y fue donada a la ciudad por la Agrupación Isabel, una organización chubutense que realizó la maqueta para rendir homenaje a quienes integraban la dotación del San Juan al momento de su hundimiento.
Juan Fernández, padre del suboficial segundo Daniel Fernández, uno de los tripulantes, dijo durante la ceremonia: "Estamos muy felices de haber logrado que la réplica, de una vez por todas, esté en un lugar determinado y que de acá no se mueva más".
La estructura tiene 16 metros de largo, 5,8 de alto y 4 de ancho. (Foto: Télam)
La estructura tiene 16 metros de largo, 5,8 de alto y 4 de ancho. (Foto: Télam)
"Esto para nosotros es como estar cerca de los chicos. Acá podemos venir y estar, tomar unos mates, que los chicos jueguen. Y eso es impagable", aseguró.
Marcela Moyano, esposa del jefe de máquinas del submarino, Hernán Rodríguez, señaló que "lo importante es tener la memoria activa de 44 familias que siguen queriendo saber la verdad y que se haga justicia".
"Queremos saber qué pasó con el ARA San Juan. Lo importante es que sigamos recordando a los 44, y este va a ser un lugar para compartir con ellos", indicó.
Los familiares de los marinos deseaban que la estructura fuera instalada frente a la Base Naval, predio desde el que el buque partió el 25 de octubre de 2017 en su última misión, pero la intendencia de General Pueyrredon no lo autorizó.
Por ese motivo, la réplica permaneció depositada más de cuatro meses en el estacionamiento de un balneario de Punta Mogotes, desde que llegó a Mar del Plata, el 1 de junio.
De la ceremonia participaron familiares de los 44 tripulantes fallecidos y autoridades de la Armada Argentina. (Foto: Télam)
De la ceremonia participaron familiares de los 44 tripulantes fallecidos y autoridades de la Armada Argentina. (Foto: Télam)
El miércoles fue trasladada hacia la escollera Norte y montada sobre seis pilares de hormigón construidos especialmente, junto al Museo de la Fuerza de Submarinos.
Gonzalo Labarba, impulsor del proyecto para que la estructura tuviera su emplazamiento final en la ciudad después de haber recorrido distintas provincias, aseguró que el objetivo es que "el lugar sea para que los vecinos y turistas de la ciudad puedan acercarse a rendir homenaje" a los marinos.
El ARA San Juan partió de Tierra del Fuego a Mar del Plata y perdió contacto en el Atlántico Sur el 15 de noviembre de 2017, cuando realizaba una patrulla de mar a la altura del golfo San Jorge. Sus restos fueron localizados el 17 de noviembre de 2018, a 907 metros de profundidad.

Simulador de inmersión submarina (SDS)

El Simulador de inmersión submarina ha sido diseñado para entrenar a la tripulación de la sala de maniobras de los submarinos. El simulador tiene infraestructura de software y hardware para usarse en operaciones de inmersión bajo el agua/en superficie y salida a la superficie y entrenamientos de comando y control. El sistema del simulador contiene un modelo submarino matemático de alta fidelidad para simular los comportamientos dinámicos del submarino. Las maniobras de trimado y giro se simulan por medio de un sistema de movimiento de dos ejes.
  • Entrenamientos de inmersión y salir a superficie
  • Entrenamientos de carga-descarga
  • Entrenamientos bajo el agua hasta la profundidad máxima de inmersión
  • Cambio y conservación de profundidad
  • Cambio de ruta
  • Rotación a diferentes velocidades y ángulos de dirección
  • Uso de planos de inmersión a proa y popa
  • Navegación con snorkel
  • Control de profundidad a grandes velocidades
  • Navegación a diferentes velocidades y procedimientos de inmersión y salir a superficie de forma estática
  • Procedimientos de trimado
  • Efecto de disparo de torpedos
  • Efectos de condiciones del mar, corriente y estructura del fondo en navegación bajo el agua y cerca de la superficie
  • Efecto de diferencia de densidad
  • Efecto de elevar y retractar el snorkel, navegación y periscopios de ataque
  • Entrenamientos en situaciones de emergencia

Referencias: U209.

10 flotas de submarinos más grandes del mundo

Cada año, los países pasan mil millones de dólares en sus fuerzas armadas. Ejército, Fuerza Aérea y la Marina reciban cantidades generosas de financiación para mantener el nivel actual de preparación para el combate, el desarrollo y la adquisición de nuevos modelos de armas. En los últimos siglos, las potencias mundiales dieron cuenta rápidamente de la importancia y necesidad de la Armada. Al ser no sólo un símbolo de poder y riqueza, una fuerte marina puede proyectar poder, para ser utilizado como una herramienta política, para proteger la línea comercial y llevar sus tropas en cualquier parte del mundo.
Para muchas personas uno de los componentes más importantes y universales de sus flotas es un submarino. El primer submarino fue construido en el siglo 17. Durante los siglos siguientes, el submarino ha pasado una larga serie de evoluciones, mejoró significativamente su movilidad, la practicidad, la mortalidad y la capacidad general. submarinos hoy - es una fuerza formidable que aterroriza el oponente probable. Hoy nos fijamos en las 10 flotas de submarinos más grandes del mundo. Esta lista se basa en el número total de los submarinos diesel-eléctricos y nucleares en el estado.
10 flotas de submarinos más grandes del mundo

Corea del Sur - 14 submarino

10 flotas de submarinos más grandes del mundo
Iniciar esta lista flota submarina en Corea del Sur. Armada de la República de Corea tiene actualmente una flota de 14 submarinos diesel-eléctricos. Actualmente, 12 de estos submarinos son submarino alemán Tipo 209 y tipo 214, mientras que los dos mini-submarinos construidos en Corea. Los pequeños barcos de Tipo 214 tiene ocho tubos lanzatorpedos y la capacidad de disparar misiles anti-buques y minas.

Turquía - 14 submarinos

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Todos los submarinos Turquía DIU son barcos diesel-eléctrica y pertenecen al tipo de modalidad alemán 209. Estos submarinos se encuentran entre los tipos más exportados. A un costo de alrededor de 290 millones de dólares. Dólares, Tipo 209 tiene la capacidad de disparar misiles anti-buque "Harpoon". A partir del próximo año, la Armada turca tiene previsto sustituir el Tipo 209 submarinos diesel-eléctricos alemanas más modernas de tipo 214.

Israel - 14 submarinos

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Cuando se piensa en el poder naval, por lo menos Israel no ha llegado exactamente a la mente. Desde un punto de vista militar, la mayoría de la gente ve a Israel como una potencia terrestre. Y sin embargo, sabemos que la marina israelí actualmente tiene 14 submarinos (aunque la mayoría de las fuentes en línea reportan cifras más bajas). Las más famosas son aquí los barcos Dolphin. Construido en Alemania en 1998, los submarinos de la clase Dolphin son diesel-eléctrico, que son capaces de soportar y llevar a fuego a las armas nucleares israelíes.

Japón - 16 submarinos

10 flotas de submarinos más grandes del mundo
Hoy en día, la fuerza submarino japonés se compone de unas submarinos diesel-eléctricos. El más antiguo de ellos fue construido en 1994. Los barcos más nuevos submarinos japoneses son de clase Soryu. Están diseñados con la última tecnología, tienen un alcance de 11.000 kilómetros y puede disparar misiles, torpedos y minas.

India - 17 submarinos

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En la actualidad, la gran mayoría de las fuerzas submarinas de la India se compone de un submarino diesel-eléctrico, construido en los astilleros rusos y alemanes. Estas embarcaciones han permitido a la India para mostrar su fuerza en las aguas costeras y en el Océano Índico en los últimos 25 años. Más recientemente, se han tomado medidas para crear flota de submarinos nucleares de la India. Alquilar en la clase Akula submarino ruso y el desarrollo del programa de armas nucleares de la India - son señales claras de que la India le gustaría ampliar significativamente las capacidades de su flota de submarinos. Dado el tiempo y los costos asociados con el establecimiento de submarinos de propulsión nuclear, es probable que los barcos diesel-eléctricos seguirán siendo la base de la Armada de la India en los próximos años.

Irán - 31 submarinos

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No, eso no es un error tipográfico, Irán es ahora realmente tiene el quinto mayor flota de submarinos en el mundo. En los últimos años, la República Islámica de Irán ha iniciado el desarrollo de nuevos buques de superficie y submarinos. fuerzas submarinas han sido y siguen siendo en gran parte concentrado en las operaciones costeras y operaciones en la zona del Golfo Pérsico. Los más modernos submarinos - tres barcos diesel-eléctricos de la clase Kilo fabricación rusa. Construido en la década de 1990, estos submarinos proporcionan la capacidad de Irán para patrullar más de 11.000 kilómetros y representan una amenaza real para las fuerzas navales se acercan a la costa iraní.

Rusia - 63 submarinos

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Con el colapso de la Unión Soviética en la década de 1990, la Armada Soviética, como la mayoría de las fuerzas militares soviéticas recibieron financiación y el mantenimiento inadecuado. En los últimos años, esta situación ha cambiado, Rusia está tratando de reformar y modernizar sus fuerzas armadas. flota de submarinos de la Armada rusa es una de las ramas de las fuerzas armadas que se han beneficiado de esta reforma. Rusia tiene unos 30 submarinos nucleares. Ahora la construcción activa de nuevos submarinos, probablemente fuerzas submarinas de la Armada de Rusia será capaz de aprovechar rápidamente su posición en esta lista en los próximos años.

China - 69 submarinos

10 flotas de submarinos más grandes del mundo
En los últimos 30 años, las fuerzas militares de China han sido masivo programa de expansión y modernización. Además de las fuerzas de tierra y aire, la flota de submarinos ha experimentado un desarrollo considerable con el fin de mejorar la funcionalidad. En la actualidad, China tiene cerca de 50 submarinos diesel-eléctricos, que forman la base de la flota de submarinos. Además, China como una fuerza de disuasión nuclear tiene varios submarinos nucleares con misiles balísticos.

Estados Unidos - 72 submarinos

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Las fuerzas submarinas de la Armada de Estados Unidos para no sorprender a la primera en esta lista. Sin embargo, a pesar de que Estados Unidos tiene la segunda mayor flota de submarinos en el mundo, sin embargo, tal vez, tienen la flota de submarinos más potente. Actualmente, la gran mayoría de los submarinos de Estados Unidos son la energía nuclear, lo que significa que cuando se realizan operaciones en el océano sólo están limitadas por la cantidad de comida y agua. Actualmente, la clase más numerosa submarinos Los Ángeles, a causa de los cuales alrededor de 40 están en operación. Construido entre 1970 y 1990, sub-clase Los Ángeles cuesta alrededor de $ 1 mil millones, tiene un desplazamiento de alrededor de 7.000 toneladas, puede sumergirse a una profundidad de más de 300 metros. Actualmente, sin embargo, Estados Unidos comenzó a sustituir estos barcos durante la Guerra Fría, los nuevos y más modernos submarinos, el valor de la clase de Virginia de alrededor de 2, 7 mil millones. Dólares.

del Norte - 78 submarinos

Ejército
10 flotas de submarinos más grandes del mundo
La flota Popular Koreyskoyya ocupa el primer lugar en esta lista, que tiene en su composición de 78 submarinos. Todos los submarinos RPDC son diesel-eléctrico, y todos ellos con un desplazamiento de menos de 1800 toneladas. El peligro potencial de esta energía se demostró en 2010 cuando un pequeño de 130 toneladas submarino de la clase Yono se hundió una corbeta surcoreana Cheonan. Sin embargo, los barcos submarinos de Corea del Norte se considera en gran medida obsoleta. El importe de base de la flota de submarinos consiste en viejos submarinos de la era soviética y pequeños submarinos caseros costeras. Pequeños submarinos de Corea del Norte son muy buena capacidad de operaciones en las cuencas y cauces de ríos poco profundos. Durante la guerra, que pueden ser utilizados para la minería, de reconocimiento en los puertos del enemigo y el transporte de las fuerzas especiales a las costas enemigas

Hallado el Portaaviones Kaga


AP reportó que encontraron investigadores el portaaviones Kaga, el cual estuvo en el ataque del Ejército de Japón a Pearl Harbor.
En la batalla de Midway del 4 de junio de 1942 lo hundieron.
En el 1999 encontraron un trozo del barco y hasta la semana pasada investigadores localizaron los restos del buque gracias a lecturas de sonar de robots submarinos.
Compararon las imágenes y documentos históricos con los que comprobaron que era el Kaga.
Frank Thompson, historiador quien a bordo del buque Petrel explora aguas profundas y que participó en el descubrimiento, contó que “leímos sobre las batallas, sabemos lo que pasó. Pero cuando ves estos restos en el fondo del océano, tienes una idea del costo real de la guerra".
De momento los investigadores suman el hallazgo de uno de los siete barcos hundidos en el área en la batalla aérea marítima que dejó cinco bajas de naves japonesas y dos estadounidenses.
Examinarán los restos para presentar nueva información y agregarla a los libros de historia.


La horrible vida en un submarino durante los años del terror nuclear

Un cigarro de metal en el que la claustrofobia solía adueñarse de los miembros de la tripulación. O, quizás, un ataúd de hierro en el que el hedor de los gases humanos se mezclaba con la pestilencia provocada por la gasolina. De esta guisa define el autor Richar Humphreys cómo era vivir en uno de los muchos submarinos nucleares que surcaban los océanos durante la  Guerra Fría. Y sabe bien de lo que habla ya que, aquellos años, estuvo destinado en el británico «HMS Resolution» y se vio obligado a compartir su vida con otros 142 tripulantes durante los meses en los que el temor a una guerra nuclear sacudía Europa. Así lo explica, al menos, en su nueva obra,  «Under pressure. Life on a submarine».
Las declaraciones extraídas de esta obra dejan patente la tensión que se vivía aquellos días en los que el comunismo y el capitalismo combatían, sin llegar a las manos, por la supremacía en Europa. «Teóricamente estábamos a 15 minutos del Armagedón. Ese era el tiempo que tardábamos en lanzar una ojiva nuclear después de que el Primer Ministro nos autorizase», afirma el antiguo marinero. Según desvela en su obra Humphreys, él y sus compañeros eran los «elementos disuasorios nucleares de Gran Bretaña». Participaban, para ser más concretos, en la doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada. Un juego en el que los diferentes países asumían que sus contrincantes estaban armados hasta los dientes y se comprometían a no iniciar un enfrentamiento para no destruir el mundo. El «HMS Resolution» era una pieza dentro de aquella partida de ajedrez.

Submarinos nucleares

El origen de los submarinos nucleares se remonta a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Días en los que no pocos científicos nazis, pérfidos para los Aliados desde 1939 hasta 1945, se ganaban la sopa vendiendo los secretos tecnológicos de Adolf Hitler a los que -poco antes- habían sido sus archienemigos. Si los Estados Unidos sumaron a sus filas a Wernher von Braun (artífice del programa de bombas volantes V2 con los germanos y del cohete que llevó al hombre a la luna posteriormente), los soviéticos apostaron por «reclutar» a todos aquellos técnicos (entre ellos, el famoso Hellmuth Walter) capaces de modernizar su vieja flota submarina. 


Con estos antecedentes, no es de extrañar que las dos superpotencias de la Guerra Fría cayesen como buitres sobre los nuevos submarinos movidos por energía nuclear. Una propulsión que, según afirma Víctor San Juan en su obra  «Titanic y otros grandes naufragios», «no necesitaba repostaje de combustible ni suministro de aire saliendo a superficie».
En 1951, después de años de estudios y avances, el Congreso de los Estados Unidos autorizó la construcción del primer submarino de propulsión nuclear. Según explica Enrique Casanova Rivas (doctor en ingeniería naval) en su extenso y documentado dossier  «Los submarinos nucleares de ataque de Estados Unidos», esta fue supervisada por el capitán de navío Hyman G. Rickover. El resultado no se vio hasta tres veranos después, pero marcó un hito dentro de la ingeniería armamentística. Al fin y al cabo, contaba con una gran autonomía (120.000 millas) y podía permanecer bajo el agua varias semanas

USS Nautilus, el primer submarino nuclear
USS Nautilus, el primer submarino nuclear

Estas dos ventajas fueron clave para amenazar al enemigo, ya que (mientras que en la Segunda Guerra Mundial los sumergibles debían permanecer en superficie la mayor parte del tiempo), a partir de los sesenta ya era factible esconderse bajo los mares, emerger frente a las costas del contrario, disparar un proyectil y marcharse sin ser detectado.
Como bien señala Casanova, aunque los primeros países en hacerse con la tecnología para ensamblar estos submarinos fueron Estados Unidos y la Unión Soviética, el resto de grandes potencias de la época no tardaron en desarrollar sus propios submarinos nucleares. «Los primeros países, además de EEUU y la URSS, en disponer de capacidad económicanivel tecnológico e instalaciones de mantenimiento en tierra para iniciar la construcción […] fueron ChinaReino Unido Francia», desvela. Todos ellos comenzaron, a partir de los años sesenta, la construcción de los SSBN Silent Service Ballistic nuclear») y SSN Silent Service nuclear»). El «HMS Resolution», el que aquí nos ocupa, pertenecía a los primeros y fue botado en 1966.

Pestilencia y claustrofobia

Humphreys afirma que, la primera vez que entró en el «HMS Resolution» (cuando no sumaba más de 18 años), lo primero que notó fue un «hedor abrumador». Los camarotes de la tripulación, ubicados en la parte inferior de la nave, apestaban a un cóctel formado por el olor de las ventosidades humanas, del aceite, de la gasolina, de los productos químicos, del dióxido de carbono, del humo de los cigarrillos, de los calcetines sin lavar y del sudor que emanaba de los 143 miembros de la tripulación. A esta amalgama ellos la llamaban, sencillamente, «el olor a submarino» y les acompañaba durante los largos dos o tres meses que solía durar una patrulla.
La peste, sin embargo, podía llegar a ser peor cuando los tanques de residuos fecales estaban llenos y el agua de los retretes empezaba a escasear. Algo inusual en los submarinos británicos, sí, pero no por ello imposible. Atrás había quedado, por suerte, el sistema de «camas calientes» utilizado en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Un sencillo sistema según el cual los tripulantes se turnaban para dormir en los escasos catres existentes y así ahorrar espacio: cuando uno se levantaba de la cama, otro se tumbaba en ella.

Marineros en sus catres
Marineros en sus catres

Junto a este rancio aroma, y tal y como señala el diario  «Daily Mail»(que ha recibido en primicia la obra de Humphreys), los marineros debían convivir a diario con la claustrofobia que sufrían en aquella «lata en forma de cigarro». Cada jornada tenían que estar atentos a unos techos peligrosamente bajos plagados de tubos, pasillos en los que apenas cabía una persona y escotillas que había que cruzar por turnos. En palabras del tripulante inglés, al estirar las manos era posible tocar las dos paredes de la nave. Las literas eran «poco más que un ataúd» y la cama superior estaba tan cerca que, al dormir, la nariz chocaba contra ella. Por descontado, la privacidad era inexistente. 
En ese ambiente, angustioso y asfixiante, permanecían durante los meses en los que se extendían las patrullas. Los marineros pasaban las jornadas entre luz artificial y aire reciclado. «Adiós mundo», solía afirmar nuestro protagonista cada vez que entraba a la nave. Su objetivo era siempre Moscú, ciudad que sufriría un bombardeo en el caso de que se declarara una guerra nuclear. Para Humphreys, así como para los miembros de la tripulación de los cuatro submarinos nucleares que había desplegado Gran Bretaña en los años ochenta, la tensión era perpetua. Su arsenal de misiles Polaris siempre estaba preparado para ser disparado contra la Unión Soviética

Pasar el tiempo

El día a día de la tripulación era desesperante. Los marineros escuchaban siempre el lento girar de las turbinas de propulsión nuclear, lo que les hacía creer que estaban avanzando. Para matar el tiempo, la mayoría jugaban a las cartas o, en no pocas ocasiones, disfrutaban de las películas pornográficas que se emitían en el comedor para todos los marineros. «Mirábamos algo que, simplemente, era inalcanzable bajo el océano. Lo último en lo que debías pensar era en el sexo, en realidad», explica Humphreys.
No obstante, también se emitían otros tantos largometrajes. En sus palabras, uno de los mejor recibidos fue «Top Gun», aunque el que más gustó a todos fue «Das Boot», donde se narraban las peripecias de un sumergible alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

HMS Resolution
HMS Resolution

Pero ni todas las películas del mundo valían para evitar que los relojes biológicos se volvieran locos cuando los días y las noches parecían fusionarse. En ese ambiente los resfriados y la fatiga eran compañeros perpetuos de viaje y un pequeño corte con un papel tardaba en curarse semanas debido a la escasez de oxígeno. Por ello, había que tener cuidado a la hora de leer los mensajes que llegaban desde el exterior. Unos escritos nada habituales que contenían un máximo de cuarenta palabras y que, por si fuera poco, llegaban censuradas. ¿La razón? No alterar a los hombres ya que, según creían los altos mandos, cualquier tensión podía afectar al estado mental de un marino. No era extraño, por ejemplo, esconder la muerte de un ser querido a los tripulantes.
Curiosamente, las tiendas de los submarinos vendían alcohol porque se creía que ayudaba a los marineros a distraerse y a mantener la moral. «No se podía esperar que viviésemos como monjes. Necesitábamos una liberación, una sensación de libertad, aunque fuera durante unas pocas horas. Eso nos ayudó a mantener el ánimo alto», añade el británico. Pero esa medida no duró demasiado. En concreto, hasta que, en 2011, un hombre se volvió loco y mató a tiros a uno de sus oficiales. 
Con todo, tan real como esto es que la camaradería entre aquellos hombres era más que amplia, las risas abundaban y se evitaban las bromas pesadas para no generar tensiones en aquel pequeño mundo de metal.

Tensión constante

Pero, sin duda, lo que más tensión generaba entre las tripulaciones de los submarinos de la Guerra Fría era el pavor a iniciar una contienda nuclear. Las órdenes de muchos capitanes, como nos han mostrado las películas de Hollywood, eran las de disparar contra los arsenales enemigos para evitar que estos lanzaran sus cohetes si comenzaba el enfrentamiento. En general la decisión de soltar toda la potencia nuclear recaía en MoscúWashington Londres. Pero... ¿qué sucedía si se perdía la comunicación con los altos mandos? Era entonces cuando las disyuntivas se generalizaban en el interior de los sumergibles.

Submarino soviético B59
Submarino soviético B59

Un ejemplo de esta situación se vivió el 27 de octubre de 1962,duran la denominada Crisis de los Misiles de Cuba. Aquella jornada, un grupo de destructores de los Estados Unidos, apoyados por un portaaviones, se toparon en las costas de cuba con el submarino soviético B-59, equipado con ojivas nucleares. De forma inmediata, los norteamericanos comenzaron a disparar contra él un sin fin de cargas de profundidad para obligarle a emerger. 
Al capitán, que le fue imposible contactar con Moscú, se le plantearon entonces dos dudas: ¿debía disparar o no contra EEUU?, ¿había comenzado la guerra? Como el reglamento exigía que los tres oficiales debían estar de acuerdo para tomar esta decisión, al final no se inició un ataque que podría haber derivado en el estallido de la Tercera Guerra Mundial.
Manuel P Villatoro

Turquía lanza programa submarino casero


Turquía lanzó el primer programa de submarinos indígenas del país, conocido como MILDEN, un acrónimo turco para "submarino nacional". Según el plan, los contratistas de defensa locales diseñarán, desarrollarán y producirán los submarinos de clase R en los astilleros nacionales utilizando la tecnología que obtuvieron de un programa de submarinos en curso. El contraalmirante Mehmet Sari, subdirector general del departamento de astilleros del Ministerio de Defensa, dijo que ahora que se han asignado equipos especializados al programa submarino, la siguiente fase es la planificación de la construcción. Se espera la entrega del primer submarino a la Armada turca para 2040. 

Los submarinos de propulsión independientes del aire contarán con crucero silencioso, torpedos pesados ​​avanzados y misiles guiados. Varios contratistas locales, desde especialistas en electrónica hasta fabricantes de misiles, se unirán al consorcio que construirá los submarinos. Los buques se construirán en los astilleros navales de Gölcük. "El programa será una copia del contrato alemán", dijo a Defense News un especialista naval en Ankara. En virtud de un contrato de 2011 por valor de 2.500 millones de euros (2.800 millones de dólares), se construirán seis submarinos Tipo 214 para la Armada turca, con algunos de los subsistemas suministrados por contratistas locales. El especialista turco en electrónica militar Aselsan, una compañía controlada por el gobierno, está proporcionando medidas de soporte electrónico y sistemas de sensores para el programa submarino. 

El especialista en software militar Havelsan, otra compañía controlada por el gobierno, construirá una suite integrada de comando y control. El Tipo 214 se basa en el Tipo 209 SSK construido por la firma alemana Howaldtswerke-Deutsche Werft. El Tipo 214 incluye características de diseño del Tipo 212 del constructor naval alemán. El submarino turco desplaza 1.700 toneladas cuando sale a la superficie, tiene ocho tubos de torpedos capaces de desplegar torpedos pesados, como el Atlas Elektronik SeaHake, y tiene misiles antibuque, como el Arpón. y Exocet. En 2017, especialistas navales turcos y alemanes firmaron una carta de intención para cooperar en un contrato para construir una variante del submarino diesel-eléctrico Tipo 214 para la Armada de Indonesia. (Jesús.R.G.) 

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