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Imagina poder bajar al fondo del mar y ver los restos del Titanic sentado cómodamente como si estuvieras en el sofá de tu casa. Recorrer la zona de la cubierta donde tocaba la banda o detenerte en la punta de la proa donde el personaje de DiCaprio gritaba “soy el rey del mundo” mientras abrazas a tu propia Kate Winslet.
Pues si eso es lo que te va y tienes algunos miles de euros de sobra estás de enhorabuena porque Triton, una compañía americana especializada en la fabricación de submarinos de lujo para uso civil, acaba de presentar su nuevo modelo llamado Titanic Explorer. El primero, según sus creadores con esfera de acrílico transparente que permite llegar a los 3.810 metros de profundidad a la que se encuentran los restos del famoso transatlántico.
Esa esfera transparente es la seña de identidad de los submarinos fabricados por Triton y permiten una visión perfecta y una experiencia totalmente inmersiva. Equipos de BBC que han rodado escenas para Blue Planet II con modelos anteriores aseguran que no son capaces de distinguir las imágenes rodadas dentro del aparato de las de fuera. Además afirman que tiene una maniobrabilidad tan precisa que pudieron tomar imágenes de “un cangrejo del tamaño de tu pulgar” a escasos centímetros de distancia.
Según Tritón, el Titanic Explorer mide 4,45 x 2,75 x 3 metros, pesa 12.000 kilos y tiene una batería de 40 kWh con la autonomía suficiente como para mantener el submarino en marcha y asegurar el suministro de oxígeno a dos pasajeros durante 12 horas. También tiene cuatro propulsores principales y otros cuatro de reserva con 5,5 kW de potencia cada uno.
El submarino cuenta en la parte superior con unas alas articuladas que se pliegan y se despliegan permitiendo distintos tipos de maniobras. Con las alas plegadas el submarino se sumerge rápidamente como si cayera a plomo, pero cuando están extendidas pueden hacer que el aparato caiga suavemente en círculos o se mantenga fijo siguiendo un objetivo. En las alas también se encuentran los propulsores con potencia suficiente como para sacarte de cualquier apuro rápidamente y una serie de cámaras y luces que le vienen al pelo tanto a cineastas como a investigadores marinos — de hecho, este submarino sería el complemento ideal para el centro de investigación flotante que vimos el otro día.
El precio no lo han revelado todavía pero, teniendo en cuenta lo que cuestan los otros submarinos de Triton, será prohibitivo. Así que si no eres de los que rallan trufa encima de los huevos del desayuno y aún así quieres hacerle un guiño romántico a tu pareja con un referente tan sobado como el de la película Titanic, te recomiendo este tour virtual que te va a salir mucho más barato y lo vas a poder hacer igual de acaramelado que el otro pero sin poner en riesgo los ahorros para tu jubilación.
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