Esteban Villarejo el 04 ene, 2018
El futuro submarino S-80 será el primero de la Armada Española con disponibilidad para atacar objetivos terrestres ya que irá provisto con misiles “sub-harpoon UGM-84” antibuque y con cierta capacidad de ataque a tierra. Esta posibilidad no la tenían los actuales submarinos en servicio de la serie S-70.
Pero además, y esta es otra gran novedad, el S-80 tendrá disponibilidad para disparar misiles “Tomahawk”, algo que es solo una posibilidad ya que la adquisición de ese tipo de misiles de crucero tiene tres grandes condicionantes: 1. la aquiescencia de EE.UU. para transferir esta capacidad y su tecnología; 2. la voluntad política española de adquirir este tipo de misil de crucero con 16 objetivos preasignados (las fragatas F-100 también pueden albergarlos pero nunca se decidió acometer su compra); 3. y, claro está, su presupuesto (variable y en torno al millón de euros por unidad).
El submarino S-80 estará dotado de siete mástiles: optrónico, multifunción, de comunicaciones, guerra electrónica ESM (“electronic support mesures”), radar, de inducción y periscopio de ataque.
SISTEMA DE COMBATE INTEGRADO
Junto a los misiles “sub-harpoon UGM-84”, otra de las certezas del nuevo sistema de combate de los submarinos S-80 o clase Isaac Peral (así se llamará su primera unidad) será la integración, por primera vez , de todos sus sensores y armas. En ello trabajan ya Navantia y la empresa estadounidense Lockheed Martin, que también se encargan de actualizar todos los sistemas para que en 2022, fecha prevista de la entrega de la primera de las cuatro unidades, no quede nada obsoleto en un proyecto que ha sufrido un retraso de una década.
Es decir, hasta ahora un submarino de la clase S-70 -cuya construcción data de la década de los 80- tenía diferentes consolas a bordo para cada sistema (sonar, torpedos, visión del periscopio…). Ahora, en una sola consola se aglutinará toda la disponibilidad de la información así como la ejecución de decisiones. El submarino S-80 tendrá siete consolas multifuncionales.
“El núcleo del sistema de combate lo conforma el ICSC (Integrated Combat System Core) que permite el intercambio de información entre las siete consolas multifunción (MFCC) que permiten elaborar la situación táctica, planificar los ataques y responder a las amenazas además de la navegación”, informan fuentes de la Armada Española.
Así, el sistema de combate de S-80 se constituye en un conjunto integrado de sensores, procesadores, estaciones de trabajo y armas que permiten cumplir las siguientes misiones:
- proyección del poder naval sobre tierra
- guerra naval especial
- reconocimiento, vigilancia e inteligencia (SIR, IW)
- disuasión
- guerra antisubmarina y antisuperficie
- minado
- protección de una fuerza naval
Otra de las novedades del futuro submarino S-80 será su periscopio optrónico que dispondrá de las siguientes capacidades: medios ópticos visual e IR (reconocimiento e inteligencia), telemetría láser, control remoto, generación de marcas para navegación y punteo de contactos y señalización IR.
Las armas del S-80 serán:
– el torpedo alemán DM2 A4
– el misil sub-harpoon UGM-84 antibuque y con cierta capacidad de ataque a tierra.
– TLAM misil (esta es la capacidad para añadir los misiles Tomahawk)
– mina (MINEA).
– el misil sub-harpoon UGM-84 antibuque y con cierta capacidad de ataque a tierra.
– TLAM misil (esta es la capacidad para añadir los misiles Tomahawk)
– mina (MINEA).
En cuanto a los sensores acústicos, el S-80 dispondrá de:
– sonar cilíndrico (CAS).
– sonar de flanco (FAS).
– sonar remolcado (TAS).
– sonar de detección de obstáculos (MODS).
– interceptador (AIA).
– telémetro acústico (PRS)
– medidor de ruidos propios (ONMS)
– sonar de flanco (FAS).
– sonar remolcado (TAS).
– sonar de detección de obstáculos (MODS).
– interceptador (AIA).
– telémetro acústico (PRS)
– medidor de ruidos propios (ONMS)
ESTADO ACTUAL DEL PROGRAMA DE CONSTRUCCIÓN
Como hemos informado en una anterior entrega de esta serie del Arma Submarina, Navantia da por superados ya los problemas acaecidos durante la fase de diseño del nuevo submarino español. En diciembre de 2012 aparecieron problemas con el peso, lo que ha llevado a alargar la eslora en 10 metros para mejorar su flotabilidad.
Contando con el apoyo estadounidense de General Dynamics Electric Boat y la US Navy, se superó el pasado mes de noviembre el hito de la Revisión de Integración de Sistemas (SIR), necesaria para comprobar que en el doble casco del submarino se podrán adaptar los sistemas de comunicaciones, navegación, sonar, combate, torpedos…
Con un techo de gasto actual de 2.135 millones, el Ministerio de Defensa prevé elevarlo en otros 1.500-1.800 millones para poder construir las cuatro unidades necesarias. El calendario de entrega que maneja ahora la Armada Española es: el Isaac Peral (S-81) en septiembre de 2022; el Narciso Monturiol (S-82), en mayo de 2024; el Cosme García (S-83) en marzo de 2026, y el Mateo García de los Reyes (S-84), en julio de 2027.
Estos nuevos sumergibles deberán relevar a los actuales Galerna (S-71), Mistral (S-73) y Tramontana (S-74), que cuando se den de baja tendrán en torno a los 45 años de servicio.
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