España ha entrado en el selecto club de los 10 países del mundo con capacidad para diseñar y construir submarinos. La Armada recibió ayer en el Arsenal de Cartagena el submarino S-81 ‘Isaac Peral’ en un acto presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles, una entrega que supone un momento esencial para la historia reciente de la Armada y de la industria de defensa.
El ‘Isaac Peral’ es el primero de los cuatro submarinos S-80 de última generación, un programa que supone para la Armada española estar entre las mejores dotadas en cuanto al arma submarina, y para Navantia consolidarse entre las empresas punteras internacionales.
En el acto se procedió a la firma de la documentación de entrega y transferencia entre Navantia y la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa y de ésta última al Arsenal de Cartagena. Además, tomó posesión el que será el primer comandante de la unidad, el capitán de corbeta Manuel Corral, y se hizo entrega de la bandera al buque.
HITO INDUSTRIAL Y TECNOLÓGICO
El programa S-80 supone el mayor reto industrial y tecnológico afrontado nunca por la industria de defensa nacional, ya que un submarino es un sistema diseñado para operar autónomamente en un entorno muy hostil durante largos periodos de tiempo, por lo que requiere conocimientos altamente especializados en disciplinas diversas.
Tras el S-81 llegarán otros tres sumergibles que se encuentran en diferentes grados de avance, todos ellos bautizados con nombres de pioneros de la navegación submarina: el S-82 ‘Narciso Monturol’, el X-83 ‘Cosme García’ y el S-84 ‘Mateo García de los Reyes’.
Con una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, el S-80 tiene capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN. Por su alto nivel de automatización puede operar con una dotación de solo 32 personas y está capacitado para misiones antisuperficie, antisubmarinas, ataque a tierra, operaciones a diversas profundidades, operaciones especiales y de evacuación de personal civil, recopilación de inteligencia o disuasión.
El Programa S-80 supone un salto tecnológico sustancial frente a su predecesor, el S-70, ya que va a contar con un Sistema Integrado de Control de la Plataforma y un Sistema de Combate que, al mismo tiempo que permiten elevar su grado de automatización, reducen notablemente el número de personas necesarias para operar el submarino. Este proyecto ha supuesto el mayor reto para la construcción naval española hasta la fecha.
La dotación ha llevado a cabo un riguroso proceso de formación, adiestramiento y certificación durante todo el proceso de las pruebas de mar que le permite conocer en profundidad la plataforma, de modo que el submarino pueda ser operado con seguridad, tanto en superficie como en inmersión.
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