Mientras la Armada española se encuentra a la espera de recibir el submarino S-81 Isaac Peral, el primero de la clase S-80 que construye Navantia, está naciendo una poderosa y moderna flota de submarinos no tripulados. Equipados con sensores de última generación, serán capaces de desplegar innumerables misiones de exploración y vigilancia en las profundidades del mar, especialmente en escenarios conflictivos. El prototipo ha emergido en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España (Feindef), donde las empresas Navantia, SAES y Perseo han anunciado su intención de desarrollar esta línea de potentes «drones» submarinos.
Los nuevos submarinos tendrán tres tamaños, según las previsiones: pequeño, mediano y grande, indicaron fuentes de Navantia. Cada uno tendrá capacidades diferentes y podrán adaptarse a una variada gama de entornos. Los vehículos no tripulados están ganando terreno, tanto en el ámbito civil como en el militar. El desarrollo de los drones está creando una gama de nuevos productos asociados a una tecnología cada vez más sofisticada. De entrada, al no necesitar tripulantes humanos, son una opción más segura y económica para llevar a cabo misiones de defensa.
Los primeros prototipos están orientados a su uso en misiones antiminas (MCM), si bien sobre el mismo desarrollo y con pocas modificaciones se estudia su posible aplicación como sensor avanzado o munición de merodeo (‘loitering’). Estos sistemas son una especia de «mix» entre vehículo no tripulado y misil, y pueden permanecer merodeando el campo de batalla a la búsqueda de objetivos hasta que encuentran el adecuado. Los nuevos submarinos tienen aspectos de diseño similares a sus hermanos mayores, los S-80, pero su tamaño permite una agilidad y una versatilidad enormes. Además, son mucho más difíciles de detectar por los radares.
En este contexto, Navantia, según ha informado, ha puesto en marcha una hoja de ruta para incorporar a su catálogo de productos toda una gama de soluciones basadas en vehículos no tripulados (UxV). El objetivo es llegar a los dominios, naval, aéreo y terrestre «para las que este tipo de plataformas supongan una superioridad táctica».
Esta hoja de ruta se enmarca en un plan a largo plazo con el que Navantia pretende reforzar su negocio de Sistemas como actividad ‘core’ junto a la construcción naval, los servicios inteligentes y las energías verdes. SAES, por su parte, es una empresa especializada en acústica y electrónica submarina, con casi 35 años de experiencia. La compañía será la encargada de dotar de capacidad táctica y de misión a los drones submarinos desde su experiencia en tecnología sonar, comunicaciones submarinas y conceptos de operación para las distintas misiones.
«Los vehículos no tripulados son un activo de creciente importancia para las Fuerzas Armadas y para aplicaciones civiles. Navantia cuenta ya con experiencia en el desarrollo de buques no tripulados de superficie (USV) y junto con SAES y Perseo queremos ampliar nuestro catálogo a los destinados al dominio submarino», ha señalado en este sentido Donato Martínez, director de Tecnologías y Transformación Digital y de Sistemas y Servicios de Navantia.
Por su parte, Perseo Techworks es una empresa española especializada en UxV, simulación numérica, electrónica embarcada, prototipado rápido, fabricación aditiva, IoT e inteligencia artificial. Dispone de amplio conocimiento y experiencia en el sector, con presencia en diferentes proyectos europeos e I+D+i en el ámbito nacional.
Perseo Techworks realiza desarrollos de vehículos no tripulados autónomos, así como desarrollos específicos en sistemas de navegación inercial, IA y visión artificial, ordenadores de abordo con GPU muy compactos y potentes, actuadores submarinos y sistemas de comunicación, entre otros elementos esenciales para desarrollos de vehículos no tripulados autónomos.
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