El incremento de la actividad militar marítima de China, con maniobras cada vez más frecuentes, y las habituales amenazas nucleares de Corea del Norte mantienen en alerta a una serie de países de la región del Índico y el Pacífico, desde la siempre amenazada Taiwán hasta Filipinas, que recientemente ha estrechado su colaboración con Estados Unidos para intentar parar los pies a Pekín, o Corea del Sur.
En este escenario de temores y recelos cada vez menos disimulados han entrado también las otras dos potencias de la zona, Australia y Japón, que se están tomando muy en serio las amenazas de Pekín y han decidido tomar la iniciativa ante una posible guerra submarina.
Ambos países acaban de llegar a un acuedo para investigar de forma conjunta la fabricación de una flota de drones submarinos, en el que es el primer proyecto específico en el que trabajarán los aliados de Estados Unidos desde que firmaron un acuerdo en junio pasado para simplificar los procedimientos para estudios técnicos conjuntos sobre equipos de defensa, según han explicado los dos gobiernos y recoge el periódico The Japan Times.
El proyecto tiene como objetivo contribuir a la futura interoperabilidad de vehículos submarinos no tripulados entre las dos naciones, dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado de prensa, lo que en la práctica supone diseñar un plan conjunto para que estos drones puedan ser utilizados de forma inmediata en caso de amenaza de alguno de los países.
Según este proyecto, los drones podrían usarse para detectar minas y otras misiones defensivas, y para ello se realizarán simulaciones de comunicaciones submarinas utilizando la información de cada uno sobre el medio marino.
"Mantener una ventaja tecnológica en nuestro entorno estratégico que cambia rápidamente es vital", explicó la científica jefe de defensa de Australia, Tanya Monro, citada por el Departamento de Defensa australiano en un comunicado de prensa.
Los dos países lograrán resultados científicos y tecnológicos que "no pueden lograr solos" y el proyecto sentará las "bases para futuras investigaciones conjuntas sobre autonomía robótica y colaborativa", añadió.
Los lazos bilaterales de defensa se han profundizado en los últimos años, y fuentes del gobierno japonés dijeron en enero que los dos países han estado discutiendo una posible cooperación en caso de contingencias militares simultáneas en sus respectivas áreas cercanas.
Australia, por su parte, se ha asociado con Estados Unidos y Gran Bretaña bajo la asociación AUKUS para reforzar sus capacidades submarinas y desarrollar tecnologías avanzadas como vehículos submarinos autónomos, diciendo que dichos drones podrían ser "un multiplicador de fuerza significativo" para sus operaciones marítimas. efectivo.
La asertividad de China ha sido una fuente de tensión en la región. Canberra expresó seria preocupación en noviembre por el uso de sonar por parte de un buque de guerra chino cuando buzos de la marina australiana operaban en aguas cercanas a Japón, un incidente que Beijing ha negado.
El viceprimer ministro y ministro de Defensa australiano, Richard Marles, dijo en una entrevista reciente en Canberra que espera que Japón colabore con AUKUS en el desarrollo de tecnología de defensa en el futuro.
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