En las profundidades del océano Pacífico Sur, un submarino chileno ha estado vigilando buques pesqueros chinos en un esfuerzo por detener la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
A finales de diciembre, la Armada de Chile informó de que había desplegado un de sus submarinos clase Scorpène. en su zona económica exclusiva (ZEE), en las proximidades de las islas Juan Fernández, frente a las costas de Chile central, para vigilar y controlar el paso y las actividades de la flota pesquera china. El archipiélago, que forma parte del territorio chileno, es una zona protegida por su rica biodiversidad, que recibió la designación de reserva de la biosfera de la UNESCO en 1977.
Según la Armada chilena, los pesqueros chinos transitan anualmente por la ZEE de Chile, procedentes de las ecuatorianas islas Galápagos en su camino hacia el estrecho de Magallanes para depredar calamares y otras especies, causando estragos en la pesca.
“El despliegue del submarino Scorpène de la Armada de Chile tiene por objetivo principal dar el mensaje geopolítico para decirle directamente al Gobierno chino: ‘ustedes están atravesando nuestra ZEE, les permitimos el paso porque hay libertad de tránsito, la ley del mar lo permite, pero no vamos a dejar que realicen actividades ilegales dentro de nuestro mar. Vamos a proteger nuestros recursos”, dijo el 23 de enero a Diálogo el argentino Milko Schvartzman, investigador independiente de pesca ilegal y delitos al medio ambiente. “Hay un mensaje público a la sociedad: decirle a la población que la Armada de Chile está cumpliendo su deber en la protección de su territorio”.
El submarino tipo Scorpène diésel-eléctrico es un submarino de convencional, construido para defensa y con capacidad para hundir otras naves, reportó el portal de noticias chileno BioBio. La Armada de Chile cuenta con cuatro submarinos: dos clase Scorpène y dos clase U-209.
La pesca INDNR por parte de buques pesqueros extranjeros, entre ellos chinos y rusos, ha sido una amenaza predominante y duradera para la seguridad de las islas Juan Fernández durante muchas décadas, particularmente por la lejanía de las islas, informó Naval News.
Como Estado marítimo, Chile posee casi 2 millones de kilómetros cuadrados de océanos, convirtiéndola en la décima ZEE más grande del mundo, informó BioBio.
“Respecto a los barcos fiscalizados por la Armada, se puede ver una línea casi perfecta, un desfile de cientos de kilómetros de unos 90 barcos, uno detrás del otro en caravana, y todos ellos eran chinos”, confirmó Schvartzman. “Muchos de ellos eran barcos que pescan al sur de las Islas Galápagos, frente a la ZEE de Ecuador o de Perú. A veces llegan al borde de la ZEE de Chile a pescar calamar gigante de Humboldt; luego, una gran parte cruza al Atlántico Sur”.
“Una escalada muy rápida [de pesca] es una bomba ambiental”, agregó Schvartzman. “Si de un día para el otro hay una explotación muy intensa y sin control de una especie, generará un problema en el ecosistema, porque no hay un límite físico en la frontera marítima. Lo que pasa fuera de ese límite geográfico afecta inmediatamente a lo que ocurre dentro”.
Tratado de los Océanos
En enero de 2024, Chile fue el primer país del mundo en aprobar el Acuerdo sobre la Biodiversidad Marina más allá de la Jurisdicción Nacional (el Tratado de los Océanos). Él Acuerdo busca señalar al 30 por ciento de los océanos del mundo como áreas protegidas, destinar más dinero a la conservación marina y resguardar el acceso y el uso de los recursos marinos.
Chile no sólo es el primer país en ratificar el Tratado de Alta Mar, sino que además se ha ofrecido a albergar la Secretaría del Tratado en Valparaíso, lo que demuestra claramente su interés por avanzar en la conservación del medio ambiente y el medio marino.
“En este caso, Chile está siendo un campeón literalmente, en la conservación ambiental en alta mar”, concluyó Schvartzman. “Es un ejemplo que desearíamos que ocurriera con el resto de los gobiernos”.
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