El secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, compareció ayer en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para dar cuenta de la situación de los Programas Especiales de Armamento (los conocidos como PEAs).
Entre ellos, informó sobre la situación del submarino S-80, que está siendo construido por Navantia, como contratista principal, pero que cuenta con la participación de otras empresas nacionales e internacionales como Indra, Saes, Técnicas Reunidas, Gamesa, Exide, Bionet, Sainsel o Lockheed Martin.
Habiéndose firmado la orden de ejecución del programa en marzo de 2004, se contemplaba la construcción de cuatro submarinos diésel-eléctricos con sistema de propulsión anaerobia AIP (Air Independent Propulsion), para proporcionarle mayor autonomía y discreción.
Durante su comparecencia, Conde afirmó que, tras los retrasos acaecidos en el programa, ahora «se prevé que el primer submarino sea entregado a la Armada Española a finales de 2021».La entrega del resto de la serie está siendo analizada entre el Ministerio de Defensa y el astillero, y probablemente tenga lugar entre los años 2023 y 2026.
El coste estimado del programa es de 2.135,54 millones de euros (Acuerdo Consejo de Ministros de 2 de agosto de 2013), habiéndose efectuado pagos ya por importe de 1.774 millones de euros, financiados por el Ministerio de Industria (que lo hace en el 100% del programa).
«La entrada en servicio de los nuevos submarinos implica la adecuación de infraestructuras (fosas de atraque de los submarinos, taller de torpedos) y la instalación de dos simuladores para el adiestramiento de dotaciones. Industrial y tecnológicamente este programa supone más de 6,4 millones de horas en ingeniería y 4,8 millones de horas por buque de producción, y hay involucradas más de 2.127 empresas, 854 de ellas españolas», informó el secretario de Estado de Defensa.
Conde quiso detallar los retrasos que han sucedido en el programa S-80, cuyas unidades estaban previstas para febrero de 2013.
Primer retraso (noviembre 2005): como consecuencia de la Revisión de Proyecto Preliminar (RPP) celebrada en noviembre de 2005.
Segundo retraso (octubre 2008): como consecuencia del retraso en la consecución de determinados hitos debido a dificultades surgidas durante el proceso constructivo de las secciones resistentes del submarino, se produce un nuevo cambio en la fecha de entrega de la primera unidad, S-81, pasando de Febrero de 2013 a Diciembre de 2013.
Tercer retraso (julio 2010): durante el desarrollo y la construcción de los submarinos, se producen nuevos retrasos, que son puestos de manifiesto en la auditoría realizada para Navantia, por la firma de la DNV (Det Norske Veritas) en julio de 2010, lo que provoca una nueva planificación detallada de las unidades S-80.
«El 25 de marzo de 2011, el Almirante Jefe del Apoyo Logístico de la Armada acuerda, mediante carta dirigida al presidente de Navantia, la modificación de la fecha de entrega de las unidades S-80, de acuerdo a la propuesta realizada por Navantia (fijando la entrega del primer buque en marzo de 2015 y de la última unidad en mayo 2019)».
Cuarto retraso. Desviación de Pesos y Rediseño del Submarino (S-81+) (2013-2016): En diciembre de 2012, se detecta por parte de Navantia un desvío de pesos en el submarino de 125 toneladas, siendo necesario acometer un nuevo rediseño del mismo, con un incremento en la eslora en 10 metros.
En la actualidad, está prevista la entrega de la unidad S-81+ para diciembre de 2021,mientras que la última se prevé para octubre de 2026 o junio de 2028, según los escenarios posibles.
«Como consecuencia del proceso de rediseño llevado a cabo y el retraso acumulado, es necesario adaptar la Orden de Ejecución a la situación real, incluyendo los hitos de financiación y el techo del programa», informó Conde.
El techo actual está en 2.135 millones de euros (como se dijo con anterioridad) una cifra que sólo permitiría entregar el primer submarino, reconoció el «número 2» del Ministerio de Defensa. Finalizar la construcción del resto de la serie (4 unidades, aunque también se ha llegado a hablar de sólo 3, según fuentes consultadas) exigiría pues aumentar el techo de inversión del programa en una cantidad aún no acordada entre la empresa y el Ministerio de Defensa.
Publicado por Esteban Villarejo el mar 31, 2017 en abcbloggs
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