Trump ya había ordenado que el portaaviones USS Carl Vinson se dirigiera a la península coreana en un intento por desalentar las ambiciones nucleares y de misiles de Corea del Norte, que desarrolla en desafío de las resoluciones y sanciones de Naciones Unidas.
El primer ministro sucoreano y presidente interino alertó este martes sobre el riesgo de una "grave provocación" del Norte, que también podría ocurrir el 25 de abril, durante el aniversario de la creación de su ejército.
Trump volvió a pedir ayer por teléfono a su homólogo chino, Xi Jinping, que Pekín, como principal socio comercial y estratégico de Pyongyang, aumente la presión sobre el régimen norcoreano para evitar que EEUU tome decisiones más contundentes al respecto.
Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, Washington ha dicho que cambiará la estrategia para terminar con el programa armamentístico norcoreano y que dejará de optar por la llamada "paciencia estratégica" de la Administración Obama.
Y su secretario de Estado, Rex Tillerson, volvió a declarar el viernes que Estados Unidos estaba dispuesto "a actuar en solitario si China no es capaz de coordinar con nosotros".
Corea del Norte informó este jueves a reporteros extranjeros invitados a Pyongyang, que se preparen para "un gran evento", mientras analistas prevén que el régimen de Kim Jong-un realice otra prueba nuclear en el corto plazo. Si Chinadecide ayudar, eso sería genial.
Will Ripley, corresponsal de la cadena estadunidense CNN, puso en su cuenta de Twitter que fue despertado antes del amanecer y le dijeron que se preparara para un "gran evento".
"Creo que cuando vemos un portaaviones cruzar la región así, la simple presencia obviamente es una gran disuasión", afirmó Sean Spicer.
Las tensiones han escalado desde el ataque aéreo ejecutado por Estados Unidos en Siria la semana pasada para castigar al régimen del presidente Bashar al Asad, por un supuesto ataque de gas sarín contra civiles.
Sin embargo, en la conversación telefónica Xi tuvo buenas palabras para referirse a su encuentro de la semana pasada con Trump en Mar-a-Lago, Florida, donde se consiguieron "importantes logros" y dijo que se mejoró el entendimiento mutuo.
"Haremos el más duro contraatque para defendernos de los provocadores con la poderosa fuerza de las armas", respondió el portavoz de la cancillería norcoreana.
Las maniobras norcoreanas de desembarco reveladas hoy parecen ser a su vez una advertencia sobre las consecuencias que podría tener el estallido de un conflicto abierto, especialmente para la vecina Corea del Sur, uno de los principales aliados de Estados Unidos.
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