Las preocupaciones expresadas por el ingeniero militar William McNeilly acerca de la falta de seguridad en algunos submarinos nucleares de la Royal Navy son inexactas, fruto de un malentendido o se basan en hechos del pasado, de modo que la seguridad en estas naves nunca se ha visto comprometida. Así lo aseguró ayer el secretario británico de Defensa, Michael Fallon, quien afirmó que el resultado de las investigaciones internas dejan claro que no ha existido ni existe peligro alguno para los ciudadanos ni los tripulantes y que tampoco ha estado en riesgo la eficacia de las operaciones de estos submarinos, algunos de los cuales suelen visitar la base naval de Gibraltar. McNeilly, de 25 años, marinero se ausentó sin permiso a principios de este mes después de confeccionar un informe de 18 páginas que contiene una serie de acusaciones sobre los submarinos Trident, con base en Faslane, en Escocia. Fallon dijo McNeilly ha sido encontrado, arrestado y puesto en libertad, aunque se encuentra en Portsmouth para ser entrevistado.
"Habiendo completado nuestra investigación, y previa consulta con las autoridades reguladoras y de operación adecuadas, puedo asegurar a la Cámara que ni la eficacia operacional de nuestra continua presencia disuaroria en el mar ni la seguridad de nuestros submarinistas o ciudadanos se ha visto comprometida".
"Sólo una de las acusaciones queda por examinar plenamente, la que afirma que se utilizan cigarrillos electrónicos en los submarinos", explicó Fallon, que dijo que no está seguro de que esto comprometa la seguridad.
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