El submarino clase Yasen, conocido también como Proyecto 885, es un submarino de misiles de crucero nuclear desarrollado por Rusia.
Descripción técnica y capacidades del submarino clase Yasen
Diseñado por la Malakhit Marine Engineering Bureau y construido por Sevmash, estos submarinos están destinados a reemplazar a los submarinos clase Akula y Oscar en la flota de la Marina Rusa.
Con un desplazamiento de 8,600 toneladas en superficie y 13,800 toneladas sumergido, el submarino mide 120 metros de largo y tiene una manga de 15 metros. Está impulsado por un único reactor de agua presurizada tipo KPM, que le proporciona una velocidad máxima de 20 nudos en superficie y 28 nudos sumergido. La clase Yasen tiene una profundidad máxima de inmersión de 600 metros y una tripulación de 90 personas.
El Proyecto 885 está equipado con una variedad de sistemas de armas avanzados. Entre ellos se encuentran 24 tubos de lanzamiento vertical para misiles de crucero como el P-800 Oniks, con un alcance de 300 kilómetros. También dispone de ocho tubos lanzatorpedos de 650 mm para torpedos y misiles antibuque. Además, el submarino está equipado con el Granat, el equivalente ruso del misil de crucero Tomahawk de la Marina de EE. UU., con un alcance de hasta 3,000 kilómetros y capacidad para portar una ojiva nuclear.
Comparativa con submarinos clase Akula y Oscar
A pesar de su sofisticación, la clase Yasen presenta desventajas en comparación con los submarinos clase Akula y Oscar que pretende reemplazar. En primer lugar, es más costoso, lo que implica que Rusia no podrá producir tantas unidades como de los modelos anteriores, especialmente de la clase Akula.
El tamaño y la complejidad del Proyecto 885 lo hacen más difícil de operar y mantener en comparación con los submarinos más antiguos, que son más pequeños y menos avanzados. Además, siendo un sistema relativamente nuevo, es probable que surjan problemas imprevistos durante su servicio en la Marina Rusa.
Estos submarinos continúan la tradición rusa de construir submarinos poderosos y amenazantes para desafiar la dominancia de las marinas occidentales. Sin embargo, su complejidad y alto costo podrían acarrear complicaciones no deseadas.
Implicaciones estratégicas para la OTAN y la Marina de EE. UU.
La clase Yasen supone una amenaza significativa para la Marina de EE. UU. y las marinas de la OTAN debido a sus capacidades avanzadas y poder de fuego. La capacidad del submarino para lanzar una amplia gama de misiles de crucero y torpedos lo convierte en un oponente formidable en misiones antibuque y de ataque terrestre.
La avanzada tecnología sonar y de sigilo de la clase Yasen hace que sea difícil de detectar y rastrear, dándole una ventaja significativa en la guerra submarina. Rusia, conocida como el bazar de armas del mundo, podría eventualmente exportar este sistema a sus aliados, aumentando el riesgo para las fuerzas navales de EE. UU. y la OTAN.
Aunque la producción a gran escala podría ser un desafío para Moscú debido a problemas de capacidad industrial exacerbados por la guerra en Ucrania, la amenaza persiste. La clase Yasen, aunque tiene limitaciones, representa un avance real en la tecnología naval rusa y podría resultar útil en condiciones favorables para Rusia, como en los estrechos del Mar Báltico.
Exportación potencial y consecuencias geopolíticas
Con la economía global cada vez más dividida por diferencias políticas, Rusia podría considerar la exportación de la clase Yasen por razones económicas y estratégicas. Actualmente, no hay planes para hacerlo, pero la posibilidad de que estos submarinos sofisticados se vendan a otros países que podrían desafiar a los estadounidenses en el mar es real.
Rusia, junto con China, Irán y otras naciones del Sur Global, se ve a sí misma liderando una revuelta global contra el imperialismo percibido de Estados Unidos. La venta de estos submarinos podría fortalecer esta alianza y aumentar la capacidad de sus socios para desafiar la hegemonía estadounidense.
La participación de Rusia en un movimiento global contra Estados Unidos, junto con la presión económica interna debido a las sanciones occidentales, podría acelerar la decisión de exportar la clase Yasen. A pesar de sus limitaciones, la amenaza que representan estos submarinos para las fuerzas navales de EE. UU. y la OTAN es significativa y creciente.
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