Un submarino es una nave que puede viajar debajo del agua ajustando su flotabilidad. La flotabilidad es la fuerza que permite a algo flotar o hundirse en el agua.
Un submarino posee una estructura especial llamada casco, que se divide en dos partes: el casco ligero y el casco de presión. El casco ligero constituye la capa exterior que le da forma al submarino y le permite moverse con fluidez en el agua.
El casco de presión constituye la capa interna que protege a la tripulación y al equipo de las altas presiones externas.
La presión del agua es la fuerza ejercida por el agua en cualquier objeto que se sumerja en ella. Entre mayor sea la profundidad, mayor será la presión.
Por cada 10 metros (33 pies) de profundidad, la presión se incrementa en una atmósfera (1 bar, 14,7 psi, 101 kPa). Esto quiere decir que a 300 metros (1.000 pies), la presión es ¡30 veces mayor que en la superficie! Esto significa un montón de presión.
Esta presión puede deformar o incluso colapsar el casco si excede la profundidad de aplastamiento del submarino.
La profundidad de aplastamiento de un submarino es la profundidad a la cual el material del casco no puede resistir la presión del agua y comienza a combarse hacia adentro.
Esto puede ocasionar una implosión catastrófica, que es un colapso repentino del casco hacia adentro y que libera una gran cantidad de energía y ruido.
La profundidad de aplastamiento de un submarino depende del tipo y grosor del material del que esté fabricado el casco, así como de la forma y tamaño del submarino.
Por ejemplo, un submarino militar típico hecho de acero puede sumergirse a unos 800 metros (2.600 pies) antes de alcanzar la profundidad de aplastamiento. Un submarino de investigación fabricado de titanio puede llegar a los 6.500 metros (21.300 pies) antes de que alcance su profundidad de aplastamiento.
El sumergible Titan
El Titan era un sumergible especial diseñado por OceanGate, una compañía privada que ofrecía expediciones turísticas para observar el pecio del Titanic.
El Titanic se encuentra a casi 4.000 metros (13.000 pies) bajo el nivel del mar, por lo que el Titan debía ser capaz de aguantar muchísima presión.
El Titan estaba fabricado de un compuesto de fibra de carbono, que es más ligero y fuerte que el acero o el titanio. Tenía un casco cilíndrico presurizado (corregido) con capacidad de cinco personas: un piloto y cuatro pasajeros.
También contaba con una fuente de oxígeno de emergencia que podía durar hasta 96 horas en caso de anomalía.
El Titan supuestamente tenía una profundidad de aplastamiento (o de implosión) de 6.000 metros (19.700 pies), que significa debía ser capaz de bajar sin problemas hasta el Titanic y volver.
Sin embargo, algo terrible ocurrió el 18 de junio de 2023, cuando el Titan desapareció durante su descenso.
La marina estadounidense detectó una anomalía compatible con una implosión o una explosión, de acuerdo con datos acústicos tomados de la misma área donde el Titan desapareció.
Tras una operación de búsqueda que duró una semana se encontraron fragmentos del Titan en el fondo marino, lo que confirmó que las cinco personas a bordo habían fallecido.
Todavía se desconocen la causa y localización exacta de la implosión, pero los expertos dicen que probablemente se debió a un fallo estructural o una fisura en el casco que permitió al agua entrar en una avalancha y comprimir el aire interior.
La implosión habría ocurrido de una forma tan increíblemente rápida e indolora para los ocupantes, que probablemente ni siquiera se dieron cuenta de lo que estaba pasando.
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