El Ministerio británico de Defensa confirmó ayer que uno de los submarinos nucleares de su flota HMS Vanguard colisionó en medio del océano Atlántico con el submarino nuclear francés Le Triomphant. El accidente no causó heridos aunque sí ocasionó importantes daños en ambos buques.
El almirante británico Jonathan Band informó de un "contacto" entre ambos submarinos y aseguró que ocurrió a poca velocidad, aunque no explicó por qué fallaron los sistemas de sonar que portan ambas naves y que debían haber advertido a las tripulaciones del peligro de colisión.
La nave británica está ya de regreso en su base en el puerto de Faslane, en Escocia, y el almirante resaltó al leer públicamente un comunicado de las autoridades de Defensa que "ambos submarinos están a salvo y no se produjeron heridos". El HMS Vanguard tiene capacidad para 135 tripulantes, pesa 16.000 toneladas, mide 150 metros de eslora y es uno de los cuatro submarinos de la Armada británica propulsados por un reactor atómico que lleva a bordo misiles balísticos Trident. En total, tiene capacidad para llevar 48 cabezas nucleares en un máximo de 16 misiles y en 2007 fue sometido a una profunda renovación para garantizar su servicio hasta el año 2024.
La colisión tuvo lugar a principios de febrero e, inicialmente, Defensa declaró que no hacía comentarios sobre las operaciones de los submarinos de su flota, aunque aclaró que no se suscitó ninguna situación en la que se pusiera en riesgo la seguridad de los submarinos, de la tripulación o de las armas a bordo.
El diario sensacionalista The Sun, que dio la primera noticia sobre la colisión en su edición de ayer, ofreció las declaraciones de un alto oficial de la Armada no identificado, quien destacó que en un choque de este tipo las consecuencias son "inimaginables". "Es muy poco probable que se hubiera podido producir una explosión nuclear, pero sí existe la posibilidad de una fuga radiactiva. Peor aún, podríamos haber perdido la tripulación y las cabezas nucleares. Hubiera sido un desastre nacional", dijo.
A este respecto, un portavoz de Defensa explicó a The Sun que "la capacidad disuasoria del Reino Unido ha permanecido inalterada en todo momento y que no se ha comprometido la seguridad nuclear".
Reacciones. El accidente provocó manifestaciones inmediatas de los partidos de oposición británicos y de los grupos contrarios a las armas nucleares. El portavoz del Partido Liberal Demócrata para cuestiones de Defensa, Nick Harvey, exigió al Gobierno que abra una investigación de manera inmediata y haga públicos sus resultados, y añadió que "ahora que el incidente es del dominio público, los británicos, los franceses y el resto del mundo deben recibir garantías de que esto no puede volver a pasar y de que se están sacando conclusiones de lo que ha ocurrido".
Desde el Partido Nacional Escocés (SNP), Angus Robertson manifestó que "el ministerio de Defensa ha de explicar cómo es posible que un submarino que lleva armas de destrucción masiva colisione con otro submarino equipado con un armamento similar en medio del segundo océano más grande del mundo".
Por su parte, el ministerio de Defensa francés explicó, en un comunicado, que ambos submarinos "entraron en contacto brevemente y a muy baja velocidad cuando estaban sumergidos. No hubo ningún herido". El submarino Le Triomphant, regresó con normalidad a la base de Brest.
http://elcorreoweb.es/dos-submarinos-nucleares-chocan-en-el-atlantico-sin-causar-heridos-OBEC163580
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