Si bien generalmente han sido eclipsados por los U-Boats alemanes, los submarinos italianos de la Regia Marina tuvieron una excelente hoja de servicios en la Segunda Guerra Mundial, llegando a cobrarse un elevado número de víctimas entre los buques aliados en todo el Atlántico y el Mediterráneo. Italia tenía grandes barcos y mejores comandantes, y cuando ambos se unieron, los Sommergibili se convirtieron en algo temible para los Aliados. Uno de los mejores "ases" submarinos de la Segunda Guerra Mundial fue el capitán Carlo Fecia di Cossato, del que hablamos hoy. Nacido en Roma en 1908, se graduó en la Academia Naval de Livorno en 1928 y fue destinado primero a la avanzada italiana en Pekín, China, en el crucero explorador Libia. Más tarde comenzó a servir en submarinos durante la intervención italiana en la Guerra Civil española, concretamente en 2 misiones especiales. En 1939, Fecia di Cossato asistió a la Escuela de Submarinos de la Marina Italiana en Pola, tras lo cual fue ascendido a capitán de fragata y se le otorgó el mando de un submarino.
Durante su servicio en el Atlántico (principalmente en el Atlántico Sur) di Cossato hundió 18 buques mercantes aliados con un total de 96.553 toneladas y otras 5.000 toneladas de buques enemigos dañados pero no hundidos del todo. Por su ejemplar servicio, el capitán recibió del Rey de Italia dos Medallas de Plata al Valor Militar y una Medalla de Oro al Valor Militar, y de los alemanes la Cruz de Hierro de primera (que recibió de manos del propio Karl Dönitz) y segunda clase y la Cruz de Hierro de Caballero. El Enrico Tazzolicazó mucho en aguas del sur, en las rutas marítimas cercanas a Brasil y hundió barcos griegos, británicos, yugoslavos, noruegos, holandeses, uruguayos y un carguero estadounidense, que sería su última victoria.
Esta transcurrió a mediados de mayo de 1941. El día 9, el Enrico Tazzoli disparó al petrolero noruego Alfred Olsen, pero no logró hundirlo directamente, por lo que el barco escapó. Sin embargo, el testarudo Fecia di Cosatto persiguió al petrolero durante dos días, empleando todos los torpedos restantes y un centenar de proyectiles de artillería, hasta que finalmente logró alcanzarlo y hundirlo. Aún así, el haberse quedado sin munición obligó a Tazzoli a regresar a la base, trayecto durante el cual fue atacado por un avión enemigo, el cual fue ahuyentado debido a la rápida reacción de las ametralladoras italianas.
Tras este período de año y medio de éxitos, el capitán Carlo Fecia di Cossato fue ascendido al cargo de comandante, recibiendo el mando del flamante torpedero Aliseo (de la nueva clase Ciclone) y de la 3ª escuadrilla de torpederos. Por su parte, el Enrico Tazzoli fue reconvertido para ser un carguero submarino en lugar de un submarino de ataque. Su nuevo comandante sería el capitán de corbeta Guiseppe Gaito. El 16 de mayo el Enrico Tazzoli salió de Bordeaux en dirección a Japón. Al día siguiente de su salida se perdió todo contacto con la nave, de la que jamás se volvería a saber nada. Posiblemente fue hundida entre el 17 y el 24 de mayo. Después de la guerra, la Armada Italiana realizó una investigación con la colaboración de la británica y la estadounidense sin obtener ninguna confirmación de los hechos.
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