Los problemas de los submarinos S-80 de la Armada siguen acumulándose. Si durante casi dos décadas los quebraderos de cabeza llegaron por su diseño, ahora que ya está en pruebas de mar la primera de las unidades –aunque no con todos sus sistemas implementados, pues falta el sistema AIP, uno de sus componentes críticos– los problemas se centran ahora en el retraso de la fabricación de los tres sumergibles pendientes.
Los problemas técnicos y de personal de Navantia, la empresa pública de construcción naval, dejaron entrever a principios de año que los tiempos de fabricación de las siguientes unidades no iban según lo planificado. La preocupación empezó a invadir el Ministerio de Defensa el pasado mes de abril, cuando la ministra, Margarita Robles, tuvo que acudir en personas a las instalaciones de la empresa en Cartagena para analizar la situación de primera mano.
Este martes, la máxima responsable de la cartera de Defensa, acompañada por su número dos de perfil político, la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, volvió a visitar las instalaciones de la constructora naval en la localidad murciana donde insistió en "su preocupación por los retrasos" que sigue acumulando este programa, según detallaron fuentes del Ministerio de Defensa.
"Navantia ha presentado un nuevo calendario de fabricación y entrega de los modelos S-82, S-83 y S-84. Un calendario que no diluye la citada preocupación por los retrasos", han apuntado las mismas fuentes gubernamentales. Ese nuevo calendario se traduce en cada uno de los submarinos pendientes de entrega va a sufrir al menos un año de retraso, si todo va como ahora mismo prevé la empresa pública de construcción naval.
De este modo, el S82 Narciso Monturiol no se entregará en 2025, como estaba previsto hasta ahora, sino en 2026. El S83 Cosme García llegaría en 2028, en vez de en 2027, que era lo que marcaba el calendario que estaba vigente hasta ahora. Por último, el submarino S84 Mateo García de los Reyes, la última de las cuatro unidades solicitadas, sería entregado a la Armada en el año 2029 y no en 2028 como estaba previsto.
Un retraso que afecta directamente a la planificación que el Ministerio de Defensa y la Armada tenían previsto para la selección y formación de las tripulaciones que formarán parte de estos submarinos. También afectará a la operatividad del S71 Galerna, el único sumergible que está operativo en estos momentos y que, tras más de 40 años en servicio, salió de su quinta gran carena en verano de 2022. El resto de submarinos de la S70 han sido dados de baja.
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