Ambas naciones colaboraron en el desarrollo del Tonelero S-42, que servirá en la armada brasileña tras ser presentado en el Complejo Naval de Itaguaí.
Lula Da Silva y Emmanuel Macron celebraron juntos la botadura de un submarino de avanzada, el tercero de cinco sumergibles que desarrollaron en conjunto Brasil y Francia, en el marco de un acuerdo de cooperación militar firmado en 2008.
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En DEF te contamos más detalles del Tonelero S-42 y cómo sigue la alianza entre ambos países.
Brasil y Francia lanzan el Tonelero S-42
Durante su gira latinoamericana, el presidente francés Emmanuel Macron se reunió con su par brasilero Lula Da Silva en el Complejo Naval de Itaguaí, ubicado en el estado de Río de Janeiro. Los dos líderes políticos presentaron conjuntamente el tercer submarinoproducto de una larga tradición de cooperación militar.
El Tonelero S-42, nombre otorgado por la primera dama de Brasil Rosangela Da Silva, es un sumergible que surge del modelo Scorpene. La embarcación mide 72 metros de eslora, tiene capacidad para 35 tripulantes y puede alcanzar una velocidad de hasta 37 kilómetros por hora. Además, tiene una autonomía de 12.000 kilómetros y hasta cinco días bajo el agua.
Impulsado por cuatro motores a diésel y eléctrico, posee una capacidad de desplazamiento de 1.870 toneladas y puede operar en profundidades de hasta 350 metros.
En cuanto a su armamento, el S-42 trae integrados seis tubos de torpedos de 21 pulgadasy sus depósitos pueden cargar hasta 18 torpedos F21 o misiles SM39 Sub Exocet y minas submarinas.
Cuando entre en servicio, el Tonelero será el sexto submarino en posesión en la Marina brasileña, que tendrá en su poder la mayor cantidad de sumergibles de la región.
Todos los submarinos de Brasil, entregados y en planificación:
- SN-10 Álvaro Alberto (en construcción)
- S-30 Tupi
- S-31 Tamoio
- S-34 Tikuna
- S-40 Riachuelo
- S-41 Humaitá
- S-42 Tonelero (botado en 2024)
- S-43 Angostura (entregado en 2025)
16 años de cooperación militar
Lula Da Silva y el entonces mandatario francés Nicolas Sarkozy firmaron un acuerdo de cooperación militar en 2008. La alianza establecía un contrato de 8.000 millones de dólares para el desarrollo de cinco submarinos, uno de ellos nuclear, y la construcción de una base de operaciones en Itaguaí.
Las fructíferas relaciones entre Brasil y Francia llevaron a que el acuerdo perdure a lo largo de 16 años y se ponga a disposición la tecnología europea para la modernización de la Marina brasileña.
El primer sumergible, el Riachuelo (S-40) se presentó en 2022. El Humaitá (S-41) se sumó en 2023, y recientemente se realizó la botadura del Tonelero (S-42). La cuarta nave, Angostura (S-43), ya se encuentra en construcción y se prevé que esté listo para 2025. Resta saber lo que sucederá con el submarino nuclear.
La previsión original es que el proyecto concluya en 2034, cuando el sumergible nuclear sea botado y Brasil pase a formar parte del exclusivo grupo que domina la tecnología de la propulsión nuclear para submarinos. Un grupo del que sólo forman parte China, Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Rusia, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Sin embargo, la construcción del Álvaro Alberto (SN-10) se encontraba frenada por la reticencia francesa a darle ese poder bélico a Brasil. La reciente visita de Macron al país sudamericano parece haber destrabado la situación: “Las grandes potencias pacíficasque son Brasil y Francia, que deben actuar en un mundo cada vez más desorganizado, a veces necesitan saber usar el lenguaje de la firmeza para proteger la paz“, apuntó el mandatario francés.
El acuerdo militar seguirá su curso y sumará, a la construcción de submarinos, la producción de helicópteros, el desarrollo de un satélite que optimiza las comunicaciones militares brasileñas y la compra de una computadora de última tecnología enfocada para su uso en el sistema de defensa.
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