La nueva película de Gerard Butler ya está en las salas de cine españolas.
Gerard Butler aterriza hoy en la gran pantalla con su nuevo trabajo como protagonista, Hunter Killer. Para prepararse el papel del comandante Joe Glass, el actor no dudó en subirse a un submarino para saber cómo vive un marine durante una misión real, y participó en el rescate de una bolsa de palomitas como ya te contamos. Sabemos que después de leer esto te han entrado las ganas de saber más sobre cómo se enfrentan los marines a su día a día. Si es así estás de enhorabuena porque gracias a la visita a un submarino de ataque de los Navy SEAL de Estados Unidos, que ha tenido el placer de realizar la publicación USA TODAY, podrás conocer cómo se vive dentro de un verdadero Hunter Killer.
EL LUGAR PERFECTO PARA VIVIR
Probablemente nunca te hayas imaginado viviendo en un submarino, pero si alguna vez te lo planteas debes saber que los mejores para hacerlo son los nucleares. Estas pequeñas mini ciudades pueden medir cerca de 110 metros de longitud y en su interior pueden viajar unas 170 personas. Este curioso medio de transporte es capaz de producir oxígeno y de destilar el agua dulce del agua salada. Gracias a ello, no hay un tiempo límite para disfrutar de una estancia bajo el mar. Lo único que debes tener en cuenta es la cantidad de alimentos disponible, que normalmente suele durar unos 90 días, y que no se permite el consumo de bebidas alcohólicas.
TODO EN SU SITIO
Durante las jornadas de entrenamiento la tripulación se enfrenta a un ejercicio denominado Angles and Dangles. Esta práctica consiste en hacer un ascenso de 25 grados, provocando que los marines sean empujados hacia atrás, y posteriormente un descenso de otros 25 grados, logrando así el efecto contrario, es decir que todos se inclinen hacia adelante. Esto sirve, principalmente, para verificar si todo está en su sitio, y si los objetos colgantes podrían soltarse.
NO APTO PARA AGORAFÓBICOS
Si te vas a subir en un submarino nuclear como el Annapolis debes saber que habrá mucha gente, tanta que es complicado contar con un pequeño espacio personal. Y cada vez que quieres pasar por cualquier puerta o subir una escalera tendrás que esquivar a alguno de los miembros de la tripulación. Nunca duermen todos a la vez, se van turnando y siempre hay marines trabajando. Pero hay una buena noticia. Al baño sí podrás ir solo y cerrar la puerta, pero debes fijarte en las instrucciones que hay en ella, sobre cómo usar la llave de paso para que no se salga el agua.
SIEMPRE ALERTA
El capitán de este tipo de submarinos de combate nunca baja la guardia, y aunque no esté en la sala de mandos, dispone de pequeñas pantallas de en las diferentes salas en las que podemos encontrarle, incluso cuando está comiendo.
VISTAS DE LUJO
El periodista de USA TODAY pudo experimentar la sensación de abrir la escotilla y subir a la superficie del submarino, por esas escaleras que tantas veces hemos visto en la gran pantalla. El reportero tuvo el placer de disfrutar de los increíbles saltos de los delfines, mientras permanecía sujeto con un arnés para evitar accidentes.
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