Los cruceros siempre buscan nuevas alternativas para seducir a sus pasajeros. Y la última tendencia es incorporar submarinos en los viajes más exclusivos, para ofrecer nuevas experiencias a los viajeros.
Una de las compañías que proyecta este tipo de opción es Seabourn Cruise, una de las navieras más lujosas del mercado.
Con sede en Seattle y una década de experiencia en el mercado, anunció que ordenó la construcción de dos barcos que tendrán dos submarinos incorporados cada uno.
Destino: los cascos polares
La novedad es que estas futuras naves, de 23.000 toneladas y con una capacidad de 264 pasajeros, no viajarán por los destinos más populares como el Caribe o el Mediterráneo, sino que lo harán por el Ártico y la Antártida. Para ello, la compañía ordenó a los astilleros que los barcos tengan un doble casco reforzado, para quebrar los hielos en sus rutas por las zonas polares.
El primero de los dos barcos encargados navegará en el Ártico a finales del verano de 2021, a lo que seguirá la "temporada completa de invierno en la Antártida", indica la naviera en un comunicado.
Viajes en invierno
Lo llamativo es que se anime a llegar al continente blanco fuera de la temporada del verano, cuando las rutas tienen menos hielo y las condiciones climáticas (para los parámetros del extremo sur) son más benignas.
Por medio del submarino, los viajeros podrán conocer más de cerca la abundante fauna marina de los polos, como ballenas, focas, lobos marinos, orcas y pingüinos. La compañía además ofrece paseos en kayak –si las aguas lo permiten- y descensos en las zonas habilitadas.
Descubir la Antártida con expertos
Otra compañía que se suma a esta tendencia es Scenic, que en 2019 lanzará un crucero de expedición con una flota de zodiacs, dos helicópteros y un submarino con capacidad para siete personas.
Scenic también ofrecerá este servicio en sus cruceros por las regiones polares, en viajes de cinco a 20 días con precios que oscilan entre los 4.200 y los 34.000 euros.
La lujosa naviera Crystal Cruises ofrece, por 500 euros, paseos de 20 minutos en cápsulas submarinas por los mares Adriático y Caribe
A pesar de su precio, los viajes en Scenic no se caracterizan por el lujo que ofrece Seabourn. Sus trayectos están pensados para un público que ha recorrido buena parte del mundo y que busca nuevas experiencias. Las naves acogen un máximo de 200 pasajeros por expedición, y en los trayectos submarinos, son acompañados por biólogos, historiadores y expertos en glaciares.
Cápsulas para descender hasta 300 metros
El uso de submarinos no es nuevo: la naviera Crystal Cruises, en su nave Crystal Esprit, ofrece inmersiones en una cápsula submarina donde dos personas y un tripulante pueden descender durante veinte minutos por las aguas del Adriático y el norte del Caribe, cerca de las Antillas y Bahamas.
La cápsula fue creada para exploraciones científicas, pero por 500 euros cualquier pasajero puede contratar este servicio para descubrir la fascinante fauna acuática de esos mares hasta a 300 metros de profundidad. Gracias a su diseño, los viajeros tienen una visión de 360 grados del paisaje oceánico.
La cápsula submarina de Crystal Esprit explora las aguas del Adriático y el Caribe.
Los viajes en Crystal Cruises se caracterizan por su alto nivel de lujo, con servicio de mayordomo o consumo sin límites de caviar. Gracias a su menor tamaño, los dos mega yates de esta compañía –con capacidad para 62 pasajeros- pueden atracar en puertos menos concurridos que las grandes navieras
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