La historia conoce varios casos de batallas con enfrentamientos entre oponentes poco comunes que aparentemente no deberían medirse las fuerzas. Así, hace 75 años, un dirigible estadounidense atacó un submarino alemán en la costa de Florida. Andréi Kots, columnista de Sputnik, recordó los duelos más inusuales del siglo pasado.
El 18 de julio de 1943, un dirigible estadounidense K-74 llevó a cabo un sobrevuelo rutinario del estrecho de Florida. Los estadounidenses usaban estas aeronaves equipadas con radares para patrullar la costa en busca de submarinos enemigos. Cuando detectaban a uno, debían transferir las coordenadas del objetivo a un avión antisubmarino.
El dirigible abrió fuego con ametralladoras pesadas y lanzó varias bombas sumergibles, una de las cuales dañó el U-134. El submarino respondió al ataque con un cañón de 20 mm que derribó la aeronave.
La tripulación de diez personas sobrevivió y el submarino se retiró rápidamente para arreglar las partes dañadas. Al día siguiente, los marineros estadounidenses recogieron a los miembros de la tripulación del dirigible. Sacaron a todos, menos al mecánico Isadore Stessel: unos minutos antes del rescate, un tiburón lo había arrastrado al océano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario