Las autoridades soviéticas se habían enterado de los planes de EEUU de construir sumergibles de la clase Ohio —también conocidos como Trident—, de 171 metros de largo y equipados con 192 cabezas nucleares. Por lo tanto, prosigue Mizokami, decidieron desarrollar su propio submarino para ser capaces de responder a la inminente amenaza.
Los Akula fueron diseñados para lanzar sus misiles desde áreas relativamente cercanas a la URSS, lo cual les permitía operar al norte del círculo polar ártico, donde las fuerzas aéreas y navales podrían protegerlos.
"Disponían de un casco reforzado capaz de romper el hielo polar, una reserva de flotabilidad y un par de hélices blindadas para protegerlos de las colisiones con el hielo", detalló el autor.
A pesar de que estos sumergibles portaban cuatro misiles menos que los de la clase Ohio —20 frente a 24—, cada proyectil soviético fue equipado con un mayor número de cabezas nucleares que los misiles estadounidenses Trident C-4.
"Un solo R-39 portaba 10 ojivas de 100 kilotones apuntadas independientemente, de manera que cada misil podía golpear hasta 10 blancos diferentes", profundiza Mizokami.
De esta manera, cada Akula contaba con un total de 200 ojivas nucleares, ocho más que los de la clase Ohio. Los misiles Rif, por su parte, fueron construidos en dos filas de 10 silos de proyectiles cada una. Su campo de silos, a diferencia de otros submarinos de misiles, se ubicaba en frente de la vela. De ahí el aspecto insólito y amenazante de los Akulas.
Asimismo, estos gigantes eran capaces de alcanzar una velocidad de 22 nudos sobre la superficie y de 27 bajo el agua, gracias a sus dos reactores nucleares OKB-650.
Vea también: La OTAN pierde la guerra submarina contra Rusia
Seis de los ocho Akula planeados fueron construidos y, después de la disolución de la URSS, heredados por Rusia. Por el momento, solo un sumergible —Dmitri Donskói— sigue en servicio, tras haber sido actualizado en el marco del proyecto 941UM. Dos más están en reserva, mientras que tres ya han sido desmantelados.
"El Donskoy ha servido como un submarino de ensayos para el desarrollo del nuevo misil 3M14 Bulavá", indica el autor.
En la actualidad, Rusia desarrolla una nueva clase de submarinos estratégicos —el Proyecto 955 Borei—, equipados con misiles de tres etapas y propelente sólido Bulavá 30, que reemplazarán a los Akula. Tres de ellos ya han entrado en servicio de la Armada rusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario