El lanzamiento formó parte de un ejercicio de una agrupación expedicionaria en el Ártico, dirigida por el comandante de la Flota del Norte, el almirante Alexánder Moiséyev, y se realizó en inmersión, logrando el misil antibuque Granit impactar en el blanco.
El área del ejercicio fue previamente cerrada al transporte marítimo y la aviación civil.
Los lanzamientos de misiles desde varias clases de submarinos es una práctica habitual de la Armada rusa y normalmente se realiza en la etapa final de un período de formación.
Todos los submarinos de ataque del proyecto 949A Antéi están dotados con el sistema de misiles antibuque P-700 Granit. También cuenta con este equipamiento el buque insignia de la Flota del Norte, el crucero de propulsión nuclear Piotr Veliki, capaz de atacar objetivos a una distancia de hasta 500 kilómetros, superando las defensas antimisiles.
Los ejercicios de la agrupación ártica de la Flota de Norte, la más fuerte de la cuatro Flotas rusas, se llevan a cabo en los campos de entrenamiento de la región de Múrmansk, así como en los mares de Bárents y Kara, el mar de Láptev y el en archipiélago de Tierra de Francisco José.
En las maniobras participan hasta 8.000 efectivos, alrededor de 800 unidades de equipo militar y especial, incluidos unos 40 tanques, 460 vehículos blindados de combate, hasta 240 cañones, morteros y sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, alrededor de 120 aviones, incluidos drones, así como hasta 50 buques y embarcaciones logísticas.
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