Todas las armas que se fabrican en el globo tienen un periodo de utilización útil. Una vez superado este o bien los sistemas dan problemas o quedan obsoletos respecto a otros modelos superiores. Los submarinos no están exentos de este devenir y por ello en el norte de Rusia, en las heladas aguas hay un cementerio para submarinos nucleares que se han desechado del servicio activo.

En este lugar, las autoridades soviéticas abrieron un vertedero de desechos nucleares. Específicamente este lugar se encuentra en el mar de Kara. Las miles de toneladas de material nuclear son equivalentes a seis veces y media la radiación liberada en Hiroshima en 1945. Actualmente este cementerio de submarinos es un gran peligro para Rusia. En sus aguas hay 14 reactores no deseados y un submarino completo no desmantelado por las autoridades soviéticas.

El problema de este material es que podría liberarse gases y sustancias venenosas que afectaran directamente a la fauna y flora de las zonas cercanas. Este terrorífico cementerio preocupa a las actuales autoridades rusas, que quieren valorar como solucionar el grave problema que tienen al norte de su frontera