LONDRES (Sputnik) — El Gobierno del Reino Unido se dispone a celebrar el 50 aniversario de la misión nuclear permanente de su Marina Real en medio de una fuerte polémica sobre el tono de los eventos y el programa de renovación de la flota atómica.
El titular de Defensa, Gavin Williamson, destaca entre los invitados a un servicio religioso en honor del personal de navíos nucleares, que se oficiará en la abadía de Westminster el 3 de mayo.
"El ministerio de Defensa se enorgullece de continuar protegiendo la seguridad y estabilidad no solo de nuestra nación, sino también de nuestros aliados", presumió el ministro conservador al anunciar su asistencia al "servicio conmemorativo" religioso.
Pero la organización Christian CND (Campaña cristiana por el desarme nuclear) ha instado a las autoridades de la abadía a cancelar el "servicio nacional de acción de gracias" de la fuerza nuclear británica.
Además, miembros de otros grupos pacifistas y antinucleares se preparan a secundar el "servicio de arrepentimiento" frente a la abadía o a participar en actos de vigilia paralelos.
"Este servicio de acción de gracias emite un mensaje erróneo (…) ahora que la ONU ha acordado un nuevo Tratado para prohibir las armas nucleares y el Sínodo de la Iglesia de Inglaterra ha aprobado una moción llamando a los cristianos a "trabajar sin descanso por su eliminación en el mundo", denuncia Christian CND en sus plataformas digitales.
La cita religiosa oficial marcará medio siglo de la operación Relentless (incesante), que compromete a Defensa a tener al menos un submarino de misiles balísticos patrullando constantemente las aguas nacionales o internacionales desde 1969.
La escuadra original, cuatro submarinos de clase 'Resolution', se equipó con el sistema balístico Polaris y estuvo en servicio hasta 1996.
Sus sucesores, los 'Vanguard', portan misiles Trident y serán retirados dentro de dos décadas, según previsiones de la Marina Real.
El proyecto de construcción de la próxima generación de submarinos —bautizados Dreadnought— recibió la luz verde del Parlamento británico en julio de 2016.
Pero el creciente coste del programa- 41.000 millones de libras (unos 53.000 millones de dólares al cambio actual), según la última revisión oficial- frente a las limitaciones imperantes en el resto del presupuesto de Defensa y la naturaleza de las nuevas amenazas han suscitado dudas sobre su efectividad incluso en la clase militar.
"La capacidad convencional del Reino Unido se está sacrificando para preservar su posición nuclear", criticó el comandante Rob Forsyth en una conferencia sobre el Polaris.
El ya retirado operador de submarinos aboga por la reducción del programa Dreadnought e incluso su cancelación, lo cual brindaría al país una "importante herramienta de negociación en negociaciones multilaterales", según escribió en la revista Warships IFR en 2018.
© SPUTNIK / VLADIMIR AKIMOV
Se espera que la nueva flota sustituya a los 'Vanguard' en los años treinta del siglo actual.
El Gobierno nacionalista de Edimburgo ha prometido desterrar a los submarinos nucleares de su base en Clyde si Escocia decide independizarse del resto del Reino Unido.
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