El naufragio de la fragata Cheonan, de 1.500 toneladas, ocurrió el viernes 14 de mayo de 2010, entre las 21.00 y las 22.00 horas, según el horario local (mediodía en España), frente a la isla de Baengnyeong, en el límite de la demarcación marítima de facto entre las dos Coreas. En el navío surcoreano, que realizaba una patrulla de rutina en esas disputadas aguas, se produjo una explosión que hizo un agujero en su casco y causó su hundimiento, lo que en un principio hizo sospechar de un torpedo procedente de un barco de Corea del Norte.
Aún sin descartar esa posibilidad, los militares surcoreanos incidieron hoy en que no hay registro en los radares de ninguna actividad especial y que el hundimiento del barco pudo deberse a que chocó contra una roca o una mina, o al estallido accidental de explosivos que transportaba.
"Dadas las investigaciones realizadas hasta ahora, el Gobierno opina que el incidente no fue causado por Corea del Norte, pero el motivo del accidente todavía no ha sido aclarado", ha indicado un alto oficial de Seúl a la agencia de noticias Yonhap. El ministro de Defensa surcoreano, Kim Tae Young, ha informado de que la causa más probable de naufragio del buque de guerra Cheonan, en el que murieron 46 tripulantes, sean "los efectos de la súbita presión sobre el casco desencadenada por una explosión externa" de un torpedo."Una inyección de burbujas causada por un torpedo pesado es la causa más probable del naufragio, aunque estamos estudiando otras posibles causas", ha dicho el ministro.
Los expertos precisan que esta "inyección de burbujas" es un efecto asociado a la explosión de un torpedo o de una mina submarina, que origina una enorme columna de agua debido al cambio de presión que impacta sobre la nave.
Al menos 58 personas habían sido rescatadas anoche. Anoche no había una cifra oficial de muertos. El barco comenzó a hundirse alrededor de las 21.45 (ocho horas menos en la España peninsular) y unas cuatro horas después se fue a pique, frente a la isla de Baengnyeong, en el Mar Amarillo, cerca de una frontera marítima en disputa. Horas después del hundimiento, la agencia Yonhap informó de que no se había detectado ningún barco norcoreano en el área. El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, celebró una reunión de urgencia de los ministerios relacionados con la seguridad. El incidente tiene lugar en un momento en que Corea del Norte sufre grandes presiones para que ponga fin al boicoteo que desde hace más de un año aplica a las conversaciones multilaterales para desmantelar su programa de armamento atómico. En las negociaciones participan, además de las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.
El informe de expertos de EE UU, Australia, Reino Unido y Suecia concluye que un submarino norcoreano disparó el torpedo que hundió la corbeta Cheonan, matando a 46 marineros.
"Los servicios de espionaje muestran que submarinos norcoreanos estaban probablemente operando cerca de la zona del hundimiento. Las evidencias apuntan abrumadoramente a la conclusión de que el torpedo fue disparado por un submarino norcoreano", destaca el informe. "No hay otra explicación plausible", afirman los investigadores.
Altos funcionarios surcoreanos sostienen que el ataque norcoreano fue la revancha tras un intercambio de fuego desatado el año anterior y en el que la Armada norcoreana fue humillada.
Las condenas internacionales contra el régimen de Kim Jong-il fueron inmediatas, con la excepción de Pekín, temeroso de cualquier acción que pueda producir una desestabilización de Corea del Norte susceptible de extenderse a territorio chino. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó los resultados del informe de "profundamente problemáticos".
Tanto EE UU como Reino Unido apoyaron las conclusiones del informe. La Casa Blanca calificó el hundimiento como un "acto de agresión" que supone otro signo del inaceptable comportamiento de Corea del Norte.
Las últimas noticias muestran una verdadera escalada de tensión entre las dos Coreas con mediación de la ONU y los gobiernos rusos y norteamericanos, veremos en que acaba la cosa.
Nacho Padró
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