En 1982, cinco submarinos británicos intervinieron en la Guerra de las Malvinas. Tres pertenecían a la clase Valiant (también conocida como Vanguard) y dos a la clase Swiftsure. El Conqueror, de la clase Valiant, hundió, el 2 de mayo, el crucero General Belgrano. Los Swiftsure se limitaron, que no fue poco, a patrullar amenazadoramente y, por medio de un estricto bloqueo, a mantener aterrorizados a los buques argentinos en sus puertos
Los Swiftsure eran entonces los submarinos más modernos de la Royal Navy. Desde 1973 hasta 1981 fueron entrando en servicio, bautizados con una palabra que empezaba por la letra S. Comenzando por el Swiftsure, que dio nombre a la estirpe, y siguiendo por el Sovereign, el Superb, el Sceptre, el Spartan y el Splendid (el cabeza de serie fue dado de baja en 1982, a causa oficialmente de los recortes presupuestarios, pero, según otras opiniones, como consecuencia del deficiente y peligroso funcionamiento de su reactor nuclear).
El Sceptre se quedó a las puertas de intervenir en las Falklands.Al remoto Atlántico Sur fueron enviados sus hermanos menores, los últimos llegados a la familia: el Spartan y el Splendid.
Todos ellos, con base en Faslane (Escocia), eran SSN. Es decir, submarinos nucleares de ataque, diferentes a los SSBN (submarinos lanzamisiles balísticos). Estaban diseñados para hundir barcos de superficie y, además, muy especialmente, otros submarinos.
A tales efectos, disponían de cinco tubos lanzatorpedos de 533 mm. (25 proyectiles Tigerfish MK24 a bordo para carga y recarga) y de misiles Sub-Harpoon. Eran barcos bastante grandes, de casi 5.000 toneladas en inmersión, 82,9 metros de eslora y 9,8 metros de manga.
Ofrecían a su tripulación (alrededor de 100 hombres) una cierta confortabilidad dentro de las angosturas domésticas de este tipo de navíos. Y, sobre todo, se mostraban extremadamente silenciosos.
A lo largo de los años fueron sometidos a distintas reformas y mejoras. El Sceptre, en concreto, entró en los astilleros de Rosyth en mayo de 1997 y salió de ellos en agosto de 2003. Se encontraba capacitado para disparar misiles de crucero Tomahawk, una cualitativa capacidad suplementaria en sus virtudes guerreras.
En la actualidad, él y sus hermanos siguen constituyendo una vieja pero eficaz arma de disuasión. Sin embargo, con el fin de la amenaza soviética, se puede decir que han perdido su más valioso cometido original: cazar a los sumergibles balísticos de la URSS para evitar que lanzaran su mortífera carga sobre sus objetivos occidentales.
Nacho Padró
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