EL AUTOGIRO REMOLCADO POR UN SUBMARINO FOCKE-ACKGELIS Fa 330 |
El autogiro, aeronave de alas rotatorias que no lleva un motor acoplado a su rotor, fue inventado por Juan de la Cierva para lograr lo que debía ser la aeronave más segura del mundo, pues puede aterrizar en pocos metros aun sin motor. Esta particularidad de la aeronave, la de que el motor no mueva directamente sus palas, si no que se encuentren en autorrotación, fue aprovechada por los alemanes en la IIGM para crear esta especie de cometa de alas rotatorias, este autogiro remolcado, creado para que los submarinos emergidos pudieran ampliar su campo de visión.
En la IIGM los submarinos eran aún más barcos sumergibles que navios submarinos, propiamente dichos. Navegaban más emergidos que sumergidos, y además debían salir a superficie de tanto en tanto para recargar las baterías, renovar el aire, o recibir suministros de un barco de superficie. Debido a su bajo perfil, el alcance visual desde su vela es más bien reducido. De ahí la idea de tener una torre vigía elevada, en forma de autogiro remolcado.
El Fa 330 se guardaba desmontado en el submarino. Tenía un rotor de tres palas plegables, un asiento para el tripulante, y un fuselaje tubular. El autogiro era remolcado por el submarino con un cable de entre 60 y 150m de largo. Cuando el submarino emergía, se montaba el autogiro y se lanzaba desde su cubierta para realizar labores de vigilancia. Si el piloto detectaba algo, llamaba al submarino gracias al cable que mantenía conectado el autogiro con el submarino. Tan solo hay un caso, que se sepa, de un hundimiento tras localizar el blanco el Fa 330: el vapor griego Efthalia Mari el 6 de agosto de 1943, interceptado por el U-177.
Los aliados se hicieron con el primer Fa 330 al capturar el U-852. Sin embargo, el rápido desarrollo de los helicópteros hizo que, tras algunos ensayos, no se prestara más atención al autogiro.
El Fa 330 es seguramente la primera aeronave de alas rotatoria que vió servicio activo con una armada. Los alemanes intentarían posteriormente dotar a sus barcos del helicóptero de palas contrarrotatorias Flettner Kolibri.
En la IIGM los submarinos eran aún más barcos sumergibles que navios submarinos, propiamente dichos. Navegaban más emergidos que sumergidos, y además debían salir a superficie de tanto en tanto para recargar las baterías, renovar el aire, o recibir suministros de un barco de superficie. Debido a su bajo perfil, el alcance visual desde su vela es más bien reducido. De ahí la idea de tener una torre vigía elevada, en forma de autogiro remolcado.
El Fa 330 se guardaba desmontado en el submarino. Tenía un rotor de tres palas plegables, un asiento para el tripulante, y un fuselaje tubular. El autogiro era remolcado por el submarino con un cable de entre 60 y 150m de largo. Cuando el submarino emergía, se montaba el autogiro y se lanzaba desde su cubierta para realizar labores de vigilancia. Si el piloto detectaba algo, llamaba al submarino gracias al cable que mantenía conectado el autogiro con el submarino. Tan solo hay un caso, que se sepa, de un hundimiento tras localizar el blanco el Fa 330: el vapor griego Efthalia Mari el 6 de agosto de 1943, interceptado por el U-177.
Los aliados se hicieron con el primer Fa 330 al capturar el U-852. Sin embargo, el rápido desarrollo de los helicópteros hizo que, tras algunos ensayos, no se prestara más atención al autogiro.
El Fa 330 es seguramente la primera aeronave de alas rotatoria que vió servicio activo con una armada. Los alemanes intentarían posteriormente dotar a sus barcos del helicóptero de palas contrarrotatorias Flettner Kolibri.
Jose Manuel Gil
FUENTE: blog.sandglasspatrol.com
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