30 abril 2016

Submarino nuclear ruso sufrio un incendio durante el desguace



MOSCÚ (Sputnik) — El incendio desatado este viernes en el submarino Krasnoyarsk en Viliúchinsk (región de Kamchatka), se inició, según datos previos, durante los trabajos de desguace del cuerpo de la nave; a bordo no hay instalaciones nucleares, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.

"Antes del envío a la fábrica fueron desmontados todos los sistemas de armas del submarino, al igual que las instalaciones nucleares; no existe amenaza alguna a la ecología de la región", indica el comunicado de prensa difundido, que indica que el incendio se desató durante las labores de desguace.


Según la entidad, "el submarino incendiado, del proyecto 949 Krasnoyarsk, de 1983, fue retirado de la Armada Rusa en 1998 y entregado para su desguace a una empresa".
Anteriormente, una fuente del complejo militar industrial ruso informó a RIA Novosti que se trataba de un submarino atómico multipropósito del proyecto 971 Schuka.

Por su parte, la empresa desguazadora, Centro de Reparaciones Nordeste, informó que el incendio ya fue controlado y no hay combustión abierta.

"El incendio ya fue controlado; no hay amenaza alguna, ni tecnológica ni ecológica", señaló una fuente de la empresa.

Según el interlocutor de la agencia, "ardió un local, se trató de un incendio interno, por ello se demoró la extinción, ahora lo ahogamos con agua, no hay llamas abiertas".

"Salió una humareda, pero ya todo se normalizó", señaló el representante de la empresa.


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Un hombre en China construyó su propio submarino por USD 770


Zhang Shengwu, un hombre de negocios de 51 años radicado en la provincia de Anhui, en el este de China, construyó la embarcación en dos meses y después de ver un programa de televisión sobre submarinos, según informó el diario estatal People's Daily.
Con una inversión aproximada de 5.000 yuanes (unos USD 770), Zhang pudo cumplir su sueño de tener un mini submarino de seis metros de largo, un metro y medio de ancho y un desplazamiento de tres toneladas. Impulsado por motores eléctricos, el bote alcanza una velocidad de seis nudos y puede sumergirse un metro bajo el nivel del agua.
Como en todo submarino, el espacio en la invención de Zhang es muy reducido y por esa razón no pudo instalar un equipo de oxígeno en su interior. Para respirar, el bote cuenta con un tubo que recibe el aire del exterior, lo que limita la capacidad de imersión.
Zhang, que disfruta inventando cosas en su tiempo libre, obtuvo una patente oficial por su mini submarino de parte de la Oficina de Propiedad Intelectual del Estado. Ahora estaría pensando en dedicarse a la construcción de una lancha.
Con uno de los festivales de ciencia más grandes del mundo realizado cada año en Pekín, la cultura de los inventores está muy arraigada en China. Incluso hay varios casos de submarinistas aficionados, algunos de los cuales invierten verdaderas fortunas en sus creaciones, a diferencia del relativamente económico proyecto de Zhang.

Francia construirá 12 submarinos para Australia valorados en unos 38.570 millones de dólares

Francia ganó la licitación para construir la nueva flota de 12 submarinos de Australia, que serán fabricados en los astilleros de Adelaida por la empresa francesa DCNS, anunció el primer ministro del país oceánico, Malcom Turnbull.
El proyecto adjudicado a Direction des Constructions Navales Services (DCNS), al que también optaban empresas de Alemania y Japón, está valorado en unos 38.570 millones de dólares (34.224 millones de euros) y se calcula que generará 2.800 puestos de trabajo. "Los nuevos submarinos serán fabricados en Australia, con empleos australianos, con acero australiano, aquí mismo en donde estamos", dijo Turnbull en la rueda de prensa desde los astilleros de Adelaida.
Detalle Turnbull también recalcó que la recomendación de los expertos a favor de Francia para la construcción de submarinos, la más ambiciosa en la Defensa australiana, fue "inequívoca" al señalar que la oferta de DCNS es la que mejor se ajusta a las necesidades de su país.
El anuncio de Turnbull pone así fin a meses de especulaciones y debates sobre el futuro de este millonario proyecto y a pocas semanas de que se celebren las elecciones generales, que si bien su fecha no está confirmada se prevé que sea el próximo 2 de julio.

Nativo de Garland, Texas sirve a bordo de un submarino nuclear

Un graduado de la Berkner High School en 2010 y nativo de Garland, Texas, sirve en la Marina  de Estados Unidos como parte de la tripulación trabajando a bordo de uno de los submarinos nucleares más avanzados del mundo, el  USS Santa Fe.
Nolan Killingsworth, Petty Officer 2nd Class, es un ayudante de maquinista (nuclear) sirviendo a bordo del submarino criminal bottom en Pearl Harbor, uno de los 40 submarinos clase-Los Angeles que forman la columna vertebral de la fuerza submarina.
Un ayudante de mecánico de la Marina es responsable del mantenimiento de la parte mecánica de la planta de propulsión del reactor nuclear.
“Mi trabajo es interesante, pero aún más interesante es el poder ver las diferentes culturas y lugares que probablemente nunca hubiera podido ver de otra manera”, comentó Killingsworth.
Con una tripulación de 130, este submarino tiene 360 pies de largo y pesa aproximadamente 6 mil 900 toneladas. Un sistema de propulsión chief ayuda a impulsar el submarino a través del agua a más de 25 mph.
Los submarinos de ataque están diseñados para cazar y destruir submarinos y barcos enemigos; atacar blancos en la costa criminal misiles de crucero; llevar y desembarcar a los Navy SEALs; realizar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento; y entrar en acciones de minado. Su principal ventaja táctica es su invisibilidad, operando impiety ser detectado bajo el blotch por largos períodos de tiempo.
“Los marinos de submarinos nunca dejan de impresionarme criminal su habilidad de completar misiones complejas en los medio ambientes más difíciles del mundo”, señaló el  Rear Adm. Fritz Roegge, Comanante de la Fuerza de Submarinos de la Flota del Pacífico de Estados Unidos. “La continua superioridad de Estados Unidos bajo el blotch no sería posible impiety su dedicación, experiencia y profesionalismo”.
De acuerdo criminal los oficiales de la Marina, debido al ambiente demandante a bordo de submarinos, el personal es aceptado sólo después de rigurosas pruebas y observación. Los submarinistas son algunos de los más altamente entrenados y hábiles individuos en la Marina. El entrenamiento es altamente técnico y cada tripulación tiene qué ser capaz de operar, mantener y reparar cada sistema o pieza de equipo a bordo. Además de su especialidad, todos tienen qué aprender también cómo trabaja todo en la nave, y cómo responder en emergencias para convertirse en “calificados en submarinos” y obtener el derecho de portar los codiciados delfines, dorados o plateados, en su uniforme
“Nuestro submarino tiene en realidad una buena reputación por hacer las cosas de la manera correcta y hacerlas en tiempo”, agregó Killingsworth. “Es un motivo de orgullo para todos nosotros”.
Las muy difíciles condiciones de vida en los submarinos crean fuertes amistades entre la selecta tripulación, explican oficiales de la Marina. Las tripulaciones están altamente motivadas y se adaptan rápidamente a condiciones cambiantes. Es una vida ocupada de trabajo especializado, observaciones y prácticas.
“Servir en la Marina para mi es hacer todo lo que puedo para proteger a las personas en casa, para que puedan disfrutar su vida criminal un sentimiento de seguridad”, concluyó Killingsworth

.Sociales - Navy Nolan Killingsworth

Thales y DCNS emprenderán juntos el programa de desarrollo y fabricación de submarinos para Australia

Como una de las principales empresas en el sector defensa de Francia y Australia, Thales confirma que DCNS ha sido seleccionada, después de un largo proceso internacional de evaluación, como el socio internacional del Ministerio de Defensa de Australia para la renovación de su flota de submarinos a través del programa SEA 1000.
Thales es el principal accionista de DCNS, con un 35%, junto con el gobierno de Francia, además de ser el principal contratista de asuntos relacionados a la defensa en Australia, con una fuerza de trabajo local de más de 3,200 funcionarios. La empresa también suministra sensores acústicos (sonares) tanto para DCNS como para la Armada de Australia.
El programa SEA 1000 es el mayor proyecto de adquisiciones en la historia del sector defensa de Australia, representando una inversión cercana a los 34,000 millones de euros.
Sobre esta impresionante logro, Patrice Caine, presidente y director ejecutivo de Thales, ha afirmado que “este e sun gran anuncio para las industrias de defensa de Australia y de Francia. Thales felicita a DCNS por este éxito, que refleja el nivel de confianza entre los sectores de defensa de Francia y Australia, por el alcance de la transferencia de tecnología entre los dos países. Todos nosotros, aquí en Francia, estamos bastante orgullosos por contribuir con la capacidad de defensa de Australia, suministrando las mejores tecnologías navales disponibles”.
Thales es líder mundial en el mercado de sonares de submarinos y la asociación exclusiva con DCNS para el suministro de todos los sonares en servicio con la flota de submarinos de Francia. La empresa proyecta la entrega de sistemas acústicos, comunicaciones, subsistemas de guerra antisubmarina, medidas defensivas para la neutralización de minas, entre otros.

(maquina-de-combate.com) 
DFNS.net

Formación de los Futuros comandantes de Submarinos



Dos aspirantes a comandar  submarinos británicos embarcados en un submarino holandés navegaron en los fiordos noruegos para  poner a prueba sus habilidades de mando.

Los comandantes Ian Shropshall y James collie se sumergieron y maniobraron el HNLMS Bruinvis mientras buscaban - y luego evitaban - una fragata y una de patrullera holandesas.


Estos dos oficiales británicos, se están preparando para calificar el curso "Perisher". La continuidad de su carrera en el servicio silencioso depende de este examen.
El instructor determinara si estos aspirantes a comandar un submarino nuclear están en condiciones de avanzar en su capacitación.
 


"Comprender como operan otras armadas este tipo de submarinos enriquece a nuestros comandantes".
Dijo el comandante Justin Codd, "Master" (instructor) de Perisher y ex Comandante del nuevo HMS Ambush.

La Fragata HNLMS Van Amstely la Patrullera HNLMS Groningen vistas desde el periscopio del submarino holandes.
Fuente:http://www.royalnavy.mod.uk/

http://www.elsnorkel.com/2016/04/curso-comnadantes-submarinos-perisher.html

Historia de los Submarinos españoles

El más antiguo proyecto de inmersión submarina del que se tiene noticia en nuestro país nos lleva alreinado de Carlos V. Según Francis Bacon, el monarca presenció unas pruebas en las aguas del río Tajo en el Toledo de 1538, acontecimiento rodeado de una aureola mágica; pero no sólo el filósofo y estadistainglés nos dio noticia de ello, sino que el Opusculum Taisnieri publicado en Colonia en 1562, nos dice: “Dosgriegos entraron y salieron varias veces del fondo del Tajo, sin mojarse y sin extinguirse el fuego quellevaban en sus manos”. Parece ser que los primitivos buzos utilizaron un artilugio en forma de campana. Siglos más tarde, la llamada “Campana catalana” fue otro de los ingenios que se sumergieron con éxito en el Mediterráneo en 1678. La primera víctima española de la investigación submarina fue el catalán Cervó, que se sumergió en una esfera de madera con paredes acristaladas en el puerto de Barcelona y murió aplastado por la presión del agua. Corría el año de 1831. (1)




 Por su parte, el arma submarina española nació en 1915 con la llamada “Ley Miranda” refrendada por el rey Alfonso XIII. El ministro de Marina, el almirante Augusto Miranda y Godoy, fue el que propuso la construcción de 24 submarinos y lacompra de 4 más en el extranjero. La creación de esta nueva arma fue encargada al capitán de corbeta Mateo García de los Reyes. El primer submarino construido enteramente en España fue el “B-1”, que entró en servicio en 1922.

Los submarinos experimentales españoles no pasaron de la fase de pruebas por la falta de apoyos industriales, económicos y políticos. El histórico déficit español en el desarrollo científico-técnico y la convulsa realidad sociopolítica de las épocas en que vivieron nuestros pioneros, no posibilitaron la construcción industrial de los prototipos. Cuanta razón tenía nuestro premio Nobel Santiago Ramón y Cajal cuando dijo: “Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia”. Aún así, pese a lo dicho, podemos afirmar que el catalán Monturiol y el murciano Peral idearon los primeros submarinos de la historia dotados con los avances necesarios para hacer factible los submarinos modernos.

EL ICTINEO O BARCO PEZ

La polémica sobre la primacía del invento del submarino siempre acompañó a las figuras de Monturiol y Peral, pero, sin embargo, el siguiente dato muestra la grandeza de los dos pioneros españoles.  En una carta dirigida al presidente del Club de Regatas de Barcelona, fechada el 18 de febrero de 1889, Isaac Peral rinde homenaje a Monturiol de esta forma:“Ya que no le fue dado a aquel insigne patricio recoger en vida el fruto de sus afanes, a los que sacrificó salud y bienestar, justo es que la actual generación subsane aquel olvido; por mi parte, haré con este objeto cuanto humanamente pueda, empezando por rendir a su genio el tributo de admiración a que es tan acreedor”.

Narcís Monturiol Estarriol(Figueres 1819 – Barcelona 1885) estudió leyes, pero nunca se dedicó a ellas siendo sus principales actividades la política, el estudio de la física y los inventos, aunque también ejerció de periodista, impresor, escritor y pintor. Republicano y masón, Monturiol fue el introductor en España de las ideas icarianas del socialista utópico francés Étienne Cabet. Con el objeto de difundir esta ideología publicó, en 1847, el periódico La Fraternidad, que fue clausurado por el gobierno de Isabel II durante las revoluciones europeas de 1848. Las insurrecciones en España y la dura represión del general Ramón María Narváez hicieron que, un Monturiol, activista entusiasta y apasionado, tuviera que exiliarse en Perpiñán. Acogido a una amnistía volvió a Barcelona al año siguiente, fundando el periódico El padre de familia, que tuvo que cerrar ante las continuas multas y censuras. En 1850, es cuando comienza a trabajar en sus primeros inventos mecánicos, pero su actividad política le obliga a esconderse en Cadaqués (Girona), durante los años 1855-57.

Estando en la villa ampurdanesa, Monturiol se fijó en la dificultad que tenían los pescadores de coral para realizar su oficio y comenzó los trabajos para construir una nave submarina. En 1858, publicó sus estudios en el opúsculo El Ictíneo o barco pez. Al año siguiente, con el equivalente 100 mil pesetas que recaudó entre sus amigos (la peseta se aprobaría como moneda de curso legal en España 10 años después, en 1868), construyó el Ictíneo y lo probó en las aguas del puerto de Barcelona. Esta primera nave experimental tenía unas hélices accionadas a mano por 12 tripulantes, y realizó más de 50 inmersiones en aguas de Barcelona y Alicante.  El entusiasmo popular y el favor de la prensa obligaron al gobierno de la reina Isabel II a prometer ayudas oficiales para el invento, aunque estas ayudas no llegaron nunca a pesar de que el Ictíneo contaba con los parabienes de gentes tan influyentes como el catedrático de anatomía, filósofo y escritor José de Letamendi – que fue maestro de Pío Baroja - o el general y senador Domingo Dulce. En los años de 1860-61, se sucedieron pruebas con presencia de autoridades políticas y militares, precisamente Leopoldo O’Donnell, presidente del Consejo de Ministros, fue el que vio las posibilidades bélicas del invento.

Monturiol dedicó una memoria a los Ictíneos de guerra, aunque su motivación y esfuerzos iban dirigidos a conseguir una nave submarina civil que facilitara el trabajo y rescate de los marineros, así como la investigación y exploración submarina. No sólo la industria armamentista parecía tímidamente interesada en desarrollar un navío submarino, si no que hasta principios del siglo XX, fue considerado una forma indigna de combatir. Las ayudas oficiales no llegaron y los diputados catalanes se dirigieron al gobierno sin resultado, el propio inventor publicaría una súplica dramática y un tanto ingenua en la prensa de la época. Se formaron juntas técnicas en las cuatro provincias catalanas y se abrió una suscripción popular. En 1864 se fundó la empresa “La Navegación Submarina”, con los socios Monturiol, Font, Altadill y Compañía y comenzó la construcción del ictíneo II. Éste fue el primer submarino con motor de combustión propulsado por vapor y peróxido. En superficie navegaba a vapor y sumergido el motor utilizaba un preparado químico de clorato potásico, zinc y peróxido de manganeso. Lo novedoso del sistema era que el oxígeno liberado por la reacción de la hélice, convenientemente tratado, era utilizado para que pudiera respirar la tripulación y para alimentar, además, un motor auxiliar. Hasta 1867 se estuvieron realizando pruebas donde el Ictíneo II bajó a 50 metros de profundidad permaneciendo 5 horas sumergido, incluso se hicieron pruebas de tiro con un cañón giratorio inventado por el propio Monturiol.

OLVIDO Y POBREZA

Pese al éxito de las pruebas, ni la Armada Española ni el gobierno se interesaron por el invento. Las nulas dotes financieras del inventor y las presiones de algunas cancillerías extranjeras, que no veían con buenos ojos que España se adelantara en el desarrollo de un arma submarina, terminaron por arrinconar el invento. Monturiol escribiría: “Dejo por herencia en este mundo el Ictíneo, Ictíneo completo y exclusivamente mío, sobre todo en sus dos partes esenciales: la que se refiere a la producción indefinida de oxígeno y la de estar animado de un motor submarino; Ictíneo apto para las aplicaciones industriales. Mis fuerzas no llegaron a más, y a pesar de que he aspirado a trabajos de mayor transcendencia, el sentimiento de mis deberes quedaron satisfechos”.

Pese a los reveses y las penurias económicas, el carácter idealista y emprendedor de Monturiol no tenía límites y siguió escribiendo memorias –hasta nueve- sobre el submarino y trabajando en inventos como un tranvía funicular o un velógrafo. Proclamada la Primera República en 1873, fue elegido diputado a Cortes teniendo sus amigos que recabar fondos para costear su viaje y estancia en Madrid.  Ese año fue nombrado director de la Fábrica Nacional del Sello e inventó un sistema para mejorar la fabricación del papel engomado. Al caer la república en 1874 perdió el cargo y volvió a Barcelona. Siguió publicando periódicos progresistas y trabajando sobre un proyecto para traer a la ciudad las aguas del río Ter, y en un procedimiento para conservar la carne. (2)

El 6 de septiembre de 1885, murió rodeado de sus familiares, pobre e ignorado. Su último aliento lo pasó corrigiendo y buscando, infructuosamente, un editor para su última memoria: Ensayo sobre el arte de navegar por debajo del agua. Se publicó póstumamente en 1891. Los ictíneos fueron embargados y vendidos como chatarra. Fue enterrado en el cementerio de Poblenou de Barcelona en un humilde nicho al que, muchos años más tarde, se le añadiría una lápida con las proezas del inventor: “Aquí yace don Narciso Monturiol, inventor del Ictíneo, primer buque submarino, que navegó por el fondo del mar en aguas de Barcelona y Alicante en 1859, 1860, 1861 y 1862”. No fue hasta el año de 1972, que sus restos fueron trasladados a su ciudad natal y las estatuas y honores llegaron, como siempre, tarde.

EL SUBMARINO PERAL

“El invento de la navegación submarina está resuelto por Peral”.De esta forma tan tajante se expresaba el Capitán General del departamento de Cádiz, el vicealmirante Florencio Montojo y Trujillo, en un telegrama enviado al ministro de Marina, el también vicealmirante Rafael Rodríguez Arias, tras asistir a las pruebas del submarino Peral que se realizaron en la bahía de Cádiz en 1888, cosa curiosa porque Montojo fue uno de los que se opusieron al invento de Isaac Peral, pero antes de este hecho tenemos que remontarnos al incidente de las islas Carolinas (Micronesia).

El 25 de agosto de 1885, el cañonero alemán “Iltis” llegó a las islas Carolinas, de soberanía española, estableciendo un puesto en la isla Yak donde izaron el pabellón alemán reclamando la plaza para el káiser Guillermo I. La mediación del Papa León XIII terminó con la disputa a favor de España, curiosamente en 1899 venderíamos esas islas a los propios alemanes por 25 millones de pesetas. El conflicto internacional levantó una oleada de patriotismo y masas de manifestantes pidieron declarar la guerra a Alemania, pero la realidad es que ni el ejército ni la marina española estaban en situación, ni moral ni material, de acometer conflictos bélicos. Consciente de esta debilidad, el teniente de navío Isaac Peral y Caballero (Cartagena 1852-Berlín 1895) vio la oportunidad de enviar su propuesta de submarino en la que, siguiendo las investigaciones de Monturiol, llevaba trabajando unos años. El entonces ministro de Marina, el vicealmirante Manuel de la Pezuela y Lobo, mandó llamar a Peral para que fuera a Madrid a presentar el proyecto, cosa que hizo en septiembre de 1885. La salida del gobierno ese mismo año de Pezuela dio carpetazo al proyecto y Peral volvió a dar clases en la escuela naval. El inventor tuvo que financiar sus investigaciones con el sueldo de 2.000 pesetas que percibía y que, a duras penas, le alcanzaba para alimentar a su esposa y sus cinco hijos.

No será hasta 1886, cuando volvió a ser llamado a Madrid, que sus investigaciones recibirían el apoyo oficial. Los cambios propuestos por una junta técnica desagradaban a Peral, pero no tuvo más remedio que aceptarlos para poder recibir los fondos públicos que le ayudaron a seguir con su invento. En abril de 1887, la reina María Cristina firmó el decreto de construcción del submarino. La dotación económica fue de 600.000 pesetas. La propia reina se entrevistó en dos ocasiones con Peral y le demostró un gran entusiasmo para con su invento, cosa que no sirvió de mucho, como veremos más adelante. En octubre de 1887, se comenzó la construcción del submarino en el Arsenal de la Carraca (Cádiz). El 8 de septiembre de 1888 tuvo lugar la botadura de la nave realizándose diversas pruebas durante un año. Los ensayos de navegación y misiones de ataque simulado fueron un éxito, aunque se detectaron algunos fallos en la propulsión eléctrica. El proyecto inicial sufrió numerosas variaciones y las pruebas fueron seguidas con mucha expectación pública. En la prensa se enfrentaron dialécticamente defensores y detractores del invento, incluso se realizaron sabotajes que fueron descubiertos por los ayudantes de Peral. En 1890, casi estaban cumplidos los objetivos previstos en los experimentos, pero en la cúpula dirigente de la Armada ya se maniobraba para abandonar el proyecto. El 7 de junio de ese año de 1890 se disparó desde el submarino Peral el primer torpedo, en inmersión, de la historia.

El Peral funcionaba con propulsión eléctrica que le proporcionaban dos motores de 30 CV cada uno y que movían dos hélices gemelas. La refrigeración de los motores se hacía con aire comprimido, y alcanzaba los 8 nudos en superficie bajando a una cota máxima de 30 metros de profundidad. La autonomía era de 200 millas a 3 nudos con un solo motor, y 132 millas a 6 nudos con los dos motores. Estaba artillado con un torpedo en proa y tres torpedos Schawarzkopk en popa. La dotación era de 12 tripulantes. El periscopio, el giroscopio eléctrico y otros avances técnicos, hacían del submarino Peral un compendio de inventos.

FAMOSO COMO UN TORERO

La popularidad de Isaac Peral fue tan grande que era esperado a las entradas de los hoteles para vitorearlo como se hacía con las figuras del toreo de la época, pero a la par que crecía su popularidad, la visceralidad de sus enemigos se hacía patente entre sus propios compañeros de la Armada y la prensa conservadora. Las críticas públicas se sustentaban en las supuestas carencias técnicas del militar al no ser un ingeniero naval, pero en las salas de Banderas y algunos despachos se acusaba a Peral de ser republicano y masón. Para tener una idea de las intrigas políticas a las que se tuvo que enfrentar el inventor, valga el ejemplo siguiente y que fue determinante en los acontecimientos posteriores: Los amigos de Peral, en vista de su popularidad, lo convencieron para que se presentara como candidato a Cortes por el distrito del Puerto de Santa María. Claro que su competidor directo era el hijo del ministro de Marina. El citado ministro, del gobierno conservador de Cánovas, era José María Beránger. Éste convocó en Madrid a Peral y, en un claro acto de nepotismo, le conminó a que desistiera de presentarse a las elecciones. Curiosamente, la nueva junta técnica que se convocó para valorar el proyecto declaró que el submarino experimental no servía para nada y, de acometer una nueva construcción del mismo, esto se haría sin el concurso del sabio cartagenero. La junta, cómo no, estaba presidida por el ministro Beránger.

FINAL DEL INVENTO Y DEL INVENTOR

El 11 de noviembre de 1890, se promulgó un decreto que dio fin a los proyectos de navegación submarina. Enfermo y cansado de intrigas y envidias, Peral destruyó sus planos solicitando posteriormente la baja en la Armada, que se hizo efectiva el 5 de enero de 1891. A pesar de todo fundó una empresa llegando a patentar varios inventos como un acumulador eléctrico y una ametralladora también eléctrica. En 1895, viajó a Berlín para ser operado de un tumor cerebral muriendo en el posoperatorio el 22 o el 24 de mayo. Trasladados los restos, con gran solemnidad a España, fueron depositados en el panteón familiar del cementerio de la Almudena (Madrid). Posteriormente fueron exhumados los restos y enterrados en su ciudad natal, en el cementerio de los Remedios de Cartagena (Murcia), donde descansan hoy. Incomprensiblemente, Isaac Peral no fue enterrado ni en el Panteón Nacional de Hombres Ilustres de Atocha (Madrid), ni en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz). Una vez más, la injusticia y el olvido son el colofón a una vida dedicada al progreso técnico y científico de este país.

Al final de la Primera Guerra Mundial, el comandante del crucero corsario alemán “Emden”, Karl von Müller, leyó un texto ante la tumba de Peral en Cartagena: “Llegado ayer a este hermoso puerto, quiero que mi primer salto a tierra sea para visitar la tumba de mi gran maestro y admirado inventor de la navegación submarina, don Isaac Peral que dotó a su país de arma tan poderosa”.

OTRO SUMERGIBLES ESPAÑOLES

Cosme García Sáenz (1818-1874). Ingeniero e inventor nacido en Logroño (La Rioja). García se encontraba en Barcelona donde se había trasladado para comercializar una máquina matasellos de su invención, cuando tuvo noticia por la prensa de los experimentos con campanas de buceo y las pruebas del sumergible “Diablo Marino”, que Bauer realizaba en Rusia. Todo esto, como verán por las fechas, era contemporáneo a los experimentos de Monturiol, claro que el Ictíneo fue algo más que una campana de buceo. El riojano decidió emplear los 45.000 duros que le dieron por su máquina matasellos en la construcción de un bote submarino llamado “Garcibuzo”. En 1858 y reinado Isabel II, el artilugio, propulsado por un motor de resorte y un peso sumergido, se probó en el puerto de Barcelona con éxito. Luego realizó otro prototipo más grande construido en la Compañía Terrestre y Marítima pero cuya patente se hizo en París, en el año 1859. Probado en aguas de Barcelona, el prototipo se embarcó en un buque y llevado a aguas del puerto de Alicante, donde se presentó ante las autoridades civiles y militares en 1860. Después de varias gestiones ante el gobierno, que incluyó una visita a la reina Isabel II, le dijeron que no podían financiar el invento. Los gastos producidos durante la guerra de África habían dejado las arcas públicas bajo mínimos. Años más tarde y arruinado, el inventor y su hijo quemaron los planos y hundieron el prototipo en las aguas de Alicante. Las autoridades portuarias les habían comunicado que su “cachivache”, atracado en el puerto, entorpecía el tráfico marítimo.

Antonio Sanjurjo Badía (1837-1922). Éste coruñés, fundador de los talleres “La Industriosa” de Vigo y amigo personal de Julio Verne -según fuentes familiares, pero no confirmado documentalmente- durante años estuvo trabajando en el proyecto de una especie de campana sumergible que fue llamada la “Boya lanzatorpedos Sanjurjo-Badía”. El artilugio submarino, que aún se conserva en la empresa familiar, fue probado con éxito en la Ría de Vigo el verano de 1898, con la presencia de las autoridades civiles y militares, como recogió el Faro de Vigo en una crónica periodística. Esta especie de batiscafo se sumergió durante una hora y media y navegó a 2 nudos. El temor de que la flota yanqui hiciese alguna incursión de castigo en las costas españolas durante la Guerra Hispano-Estadounidense motivada por el conflicto de la independencia de Cuba (1895-1898), aceleró las pruebas que estuvieron rodeadas por un gran ambiente de exaltación patriótica. Gracias a que en diciembre de ese mismo año se firmó la paz en el Tratado de París, y la flota de Estados Unidos no apareció por la Ría de Vigo se evitó una desgracia porque, según los expertos, la propagación de la onda expansiva de la mina en el agua hubiera destruido el artefacto con la tripulación dentro.

Adrián Álvarez Ruíz (1884-1950). Éste obrero de Palencia emigró a Madrid allá por el año 1932, donde fue capataz de la empresa ferroviaria “MZA”, antecedente de la actual RENFE. Gran lector de Julio Verne dedicaba su tiempo libre a sus inventos, tales como un dispositivo para la regeneración del aire de las naves siniestradas, lo que alargaba la vida de los submarinistas accidentados mientras esperaban el rescate. Varias potencias extranjeras pujaron por la patente, entre ellas la Alemania nazi, pero el inventor rechazó estas propuestas porque quería que su invento se quedara en España. Álvarez dotó del dispositivo a su “Tanque submarino”, que se probó ante 15.000 personas en el lago de la Casa de Campo de Madrid, en 1932. A primeros del año siguiente hizo lo propio en un estanque artificial construido en la plaza de toros de Las Arenas de Barcelona. Como ocurrió con muchos de estos pioneros a la hora de vender sus patentes, las instituciones españolas se pasaron la pelota de una a otra y Álvarez, finalmente, patentó su invento en Inglaterra en 1947. Claro que su dispositivo ya había sido superado por los desarrollados durante la contienda europea, como elschnorkel de los alemanes.

NOTAS:

1) La primera víctima internacional fue el carpintero John Day, que murió aplastado por la presión en el sumergible “María” que construyó en Plymouth (Inglaterra), el 20 de junio de 1774.

2) La fórmula, que funcionaba, fue robada por un colaborador y patentada en Londres cuando Monturiol ya había fallecido. El ladrón y sus descendientes se hicieron multimillonarios.



http://www.revistarambla.com/v1/sociedad/articulos/2246-historia-de-los-submarinos-espanoles

http://julesverneastronomia.blogspot.com.es/2016/04/historia-de-los-submarinos-espanoles_28.html

Avanza la construcción del 2do submarino scorpene brasilero.



La Armada avanzo en otra etapa del Programa de Desarrollo de Submarinos (PROSUB). A principios de abril  Nuclebrás S.A. (Nuclep) completó la entrega a Itaguaí Construção Naval (ICN) de las dos secciones delanteras del casco resistente S-BR2, Submarino "Humaitá".

El casco resistente SBR-2 es el primero, con tecnología francesa completamente producido en Brasil. La disposición de las secciones S3 y S4 marca el inicio de una serie de entregas programadas para ser completado a finales de este año

El programa prevé el diseño y la construcción de una infraestructura industrial y de apoyo para las operaciones submarinas; la construcción de cuatro submarinos convencionales; y el diseño y la construcción del primer submarino con propulsión nuclear brasileño.

Fuente: http://www.defesaaereanaval.com.br/

Pyongyang tendrá operativos misiles submarinos en pocos años




Desde que en diciembre del año pasado Corea del Norte sorprendiera al mundo al divulgar
 imágenes del lanzamiento de un misil submarino, y actualmente del motor propulsor y del 
lanzamiento estable de un misil, se estima que en tres o cuatro años podría
 implementar en sus operaciones habituales misiles balísticos submarinos, SLBM 
por sus siglas en inglés. 

Según parece, Corea del Norte habría logrado alcanzar la tecnología SLBM que solo tienen 
6 países en el mundo -entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y China-, en tan solo 20 años
 desde que comenzara su desarrollo en 1995. 

No obstante, considerando que el misil del pasado fin de semana tan solo recorrió unos 30km,
 rango muy inferior al mínimo de 300km de los proyectiles SLBM, se deja entrever que aún
 necesitan perfeccionar la técnica. Otro punto negativo es que para mantener la fuerza 
propulsora, el submarino debería salir a flote dos o tres veces al día, hecho que delataría su 
ubicación. 

En este contexto, el portavoz del ministerio de Defensa declaró que, si bien es cierto que 
Corea del Norte ha logrado avances en el lanzamiento de misiles submarinos, necesitará
 más tiempo para incorporarlo a su arsenal, además de añadir que el ministerio desarrollará
 un nuevo radar de alerta temprana para 2020. No obstante, algunos expertos afirman 
que Corea del Norte podría desplegar antes los SLBM. 


http://world.kbs.co.kr/spanish/event/nkorea_nuclear/news_01_detail.htm?No=53075


Pyongyang anuncia lanzamiento de misil balístico desde submarino


Pyongyang anuncia lanzamiento de misil balístico desde submarino
EFE



Corea del Norte anunció este domingo que ha probado con éxito un misil balístico lanzado desde un submarino, lo que supondría un importante avance armamentístico, mientras que Seúl condenó el ensayo y pidió una "respuesta apropiada" ante el mismo.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, asistió a la prueba realizada en la víspera, y que concede al país asiático "la capacidad de golpear a sus oponentes en cualquier momento y sin previo aviso", según informó la agencia estatal norcoreana (KCNA).
Kim Jong-un destacó que Corea del Norte posee ahora "un poderoso arsenal nuclear y un nuevo sistema efectivo de ataque", en declaraciones recogidas por el citado medio oficial.
El sábado, el Ministerio surcoreano de Defensa informó sobre el lanzamiento realizado por Corea del Norte las 18.30 hora local (9.30 GMT) al Mar del Este (Mar de Japón), pero calificó de fallida esta prueba armamentística debido al corto recorrido del proyectil.
El misil fue aparentemente lanzado desde un submarino de clase Sinpo, y a continuación voló propulsado con su propio motor aunque solo llegó a recorrer unos 30 kilómetros, muy por debajo del rango mínimo de 300 kilómetros de los proyectiles SLBM (Submarine-Launched Ballistic Missile, por sus siglas en inglés).
El líder norcoreano alabó a los científicos y militares responsables de lo que calificó como "un gran éxito en el desarrollo tecnológico y en materia de Defensa nacional", según la KCNA.
Asimismo, les instó a "avanzar en el proyecto para poder lanzar ataques nucleares sobre los imperialistas de Estados Unidos y sus marionetas traidoras de Corea del Sur en cuanto el Partido (de los Trabajadores de Corea del Norte) decida hacerlo", añadió la agencia estatal.
El misil fue disparado desde la máxima profundidad submarina posible, según la KCNA, que añadió que su sistema de "eyección en frío" y el motor autónomo del proyectil alimentado con combustible sólido funcionaron "a la perfección", así como sus dispositivos de control de vuelo y de detonación de la ojiva.
El Gobierno de Corea del Sur, por su parte, condenó el lanzamiento y destacó la necesidad de "una respuesta apropiada" por parte de la comunidad internacional ante la última provocación de Pyongyang.
"Se trate o no de una prueba fallida, estamos ante una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", señaló en rueda de prensa el portavoz del ministerio surcoreano de Exteriores, Cho June-hyuck".
Según Seúl, el lanzamiento del sábado constituye la segunda prueba de vuelo realizada con este tipo de proyectiles, tras otro intento fallido que tuvo lugar el pasado 25 de diciembre.
Pyongyang ya afirmó en mayo del año pasado que había probado un SLBM, aunque no está claro si este y posteriores lanzamientos anunciados por el régimen se completaron con éxito y fueron realmente ejecutados desde submarinos.
Esta nueva exhibición de poderío militar de Pyongyang tiene lugar después de que el país asiático realizara su cuarta prueba nuclear en enero y un nuevo ensayo de misiles de largo alcance al mes siguiente, lo que desembocó en la imposición de sanciones internacionales adicionales.
Si Corea del Norte llega a desarrollar la tecnología necesaria para lanzar misiles plenamente operativos desde submarinos, la naturaleza móvil de los SLBM ampliaría enormemente el alcance de su arsenal balístico y haría mucho más difícil detectar sus lanzamientos.
En cualquiera de los casos, los experto internacionales consideran que Corea del Norte podría tener operativo su sistema de SLBM en un periodo de entre tres y cuatro años. 
EFE

Analisis del S-80

Se sumergen y emergen. Desaparecen en un sitio y reaparecen en otro. No, no sean mal pensados. No me estoy refiriendo ahora a los políticos de puertas giratorias. Estoy reflexionando sobre los submarinos españoles. Un tema de fuerte aunque intermitente debate. Uno más de los asuntos y negocios que tienen lugar en los espacios españoles en los que campan a sus anchas las estrategias deficientes (en este caso industrial), la impunidad en la gestión “alegre” de fondos públicos y, cómo no, el pasteleo político. 

La última emersión virtual del nonnato submarino S-80 se ha producido durante la reunión, celebrada el pasado martes, del Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general don Jaime Muñoz-Delgado, con los periodistas especializados en asuntos de defensa. En aquélla Don Jaime salió, como no podía ser de otra forma, en defensa del programa S-80 de construcción de cuatro submarinos, bien que más que un programa sea un auténtico culebrón. El primero debería haber sido entregado a la Armada en 2012, y ya se daría ésta con un canto en los dientes si pudiera estar recibiéndolo en 2020. Demasiado tiempo de demora con muchas consecuencias negativas para, entre otras, la defensa nacional y las arcas del Estado. 

Desde que se aprobó la correspondiente Orden de Ejecución del S-80, se han sucedido fiascos, demoras e incrementos de costes, que los expertos atribuyen a dos supinos errores estratégicos. Uno, la descapitalización humana de la empresa constructora a consecuencia de un ERE que “licenció” a los más avezados profesionales. Y dos, la decisión de la empresa de desengancharse de la industria francesa para marchar en solitario. Sin embargo, de mi análisis infiero que la madre de todos los errores fue abordar el programa S-80, sin preparar una solvente gestión del mismo. Defecto nuclear en el que, me temo, hay responsabilidades compartidas entre Navantia como constructora y los equipos inspectores tanto de la propia Navantia, como de la Armada y la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del ministerio de defensa. Y, por encima de las anteriores, la superior y directa responsabilidad del secretario de estado de defensa (SEDEF) quien, salvo error u omisión, es el presidente del Comité de Dirección (CODIR) del programa. 

La construcción naval española fue siempre una garantía de marca. En el campo de los sumergibles, en cooperación con la francesa DCNS, se construyeron, por ejemplo, los de la clase Scorpène vendidos a Chile, Malasia, India y Brasil, o los de la clase Agosta: Siroco, Galerna, Mistral y Tramontana. Éstos se entregaron a la Armada entre 1983 y 1986 y, treinta años después, los tres últimos continúan en el inventario naval. Aunque, en realidad, de los tres solo está hoy operativo el Mistral. Otro está en dique seco y el tercero casi para el “arrastre taurino”.

Hay cierta disparidad de opiniones sobre la necesidad de que España tenga o no una capacidad solvente de guerra submarina. En la perspectiva negativa ¿por qué entonces habría que gastarse el dinero en submarinos? Mejor dar carpetazo al programa y, derivadamente, a la base y la escuela, ambas situadas en el Arsenal de Cartagena. Pero, en la positiva, no se puede olvidar que se trata de una “capacidad estratégica” (AJEMA dixit) de la que, significativamente carece la llamada “amenaza no compartida”. No obstante el tema, en esta visión, tiene bemoles: estamos y estaremos hasta no se sabe cuándo sin poder cubrir plenamente tal capacidad. Y, encima, con gran coste económico. No es de extrañar la preocupación de nuestro almirante general.

Efectivamente, el S-80 está resultando excesivamente caro. Al precio inicial hay que sumarle el extra-coste de tener que rediseñarlo alargando la eslora (entre otras modificaciones de calado), porque el proyecto técnico original era muy defectuoso. Cuando ya había comenzado la construcción escalonada de los nuevos sumergibles, se dieron cuenta que, entre otras deficiencias, el nuevo submarino tendría un notable exceso de peso y, en consecuencia, una vez sumergido le resultaría extremadamente difícil emerger. Qué barbaridad, ¡pero si los cálculos de flotabilidad son conocidos desde Isaac Peral! Eso por no irse hasta Lavoisier. Otro coste adicional obvio ha sido el tener que contratar finalmente a un socio tecnológico norteamericano para tal rediseño. A los anteriores se une el coste de tener prolongar la vida de los tres submarinos que figuran en inventario actual de la Armada, mediante la respectiva gran carena. Gasto que no existiría si los nuevos submarinos S-80 se hubieran entregado en las fechas contratadas en la Orden de Ejecución. Naturalmente, esa gran demora, ¡de ocho años! en el mejor de los casos, supone también un obvio coste adicional en gastos de personal. 

Según las fuentes, se oyen todo tipo de cálculos de gasto. De mi análisis infiero que, al final, los 2.135 millones de euros proyectados hoy para el programa completo de los cuatro S-80, darían para poner en servicio solo uno. Se necesitará, por tanto, mucho más dinero adicional si se quiere construir más de uno. ¿Quién tendría que poner el dinero? Teniendo en cuenta que el único accionista de Navantia es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) —aunque, desde julio de 2014, es el ministerio de defensa el que tiene el control político del Estado en la empresa, con un éxito mejorable—, lo único inequívocamente cierto es que todos los costes y los extra-costes habrán de salir del bolsillo del contribuyente: uno de los seculares problemas de la empresa pública, especialmente cuando trabaja para el Estado.

La guinda del pastel es la falta de exigencia de responsabilidades por tanto desatino. Es extraño que aun habiendo sido reflejado el folletín en los medios, así como ser un asunto conocido por los partidos políticos, no se haya suscitado particular debate parlamentario sobre él. Un gran experto en cuestiones parlamentarias me sopla que en la anterior legislatura la mayoría parlamentaria impidió el debate. Pero uno, en su propio escepticismo, empieza a pensar que problema sería más complejo. La sordina parlamentaria respondería, además de a lo anterior, también a responsabilidades políticas compartidas, al miedo a los sindicatos y a algunos intereses espurios. En resumen, y me gustaría equivocarme, a día de hoy el horizonte del submarino español parece difuso. Poco o nada tiene que ver con lo inicialmente proyectado y requerido: los vetustos submarinos continuarán en servicio hasta no se sabe cuándo; los nuevos submarinos quizás no serán cuatro sino, como mucho, tres y, posiblemente, el programa se reduzca a solo uno; éste podría, tal vez, estar operativo en 2020; y el coste final de tres, en su caso, duplicaría el inicialmente calculado para cuatro. No parece un brillante ejemplo de planificación y gestión.  

NOTA: este post es de la serie DTUP de Pedro Pitarch 
http://elblogdepitarch.blogspot.com.es/2016/04/submarino-sin-horizonte.html