28 octubre 2022

el único submarino turístico creado en la URSS

 El ‘Neptuno’ fue probado en el frío Océano Ártico para entretener a los turistas en el cálido mar Caribe.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se convirtió en un reconocido líder mundial en el diseño y la fabricación de submarinos militares, pero no fue hasta finales de la década de 1980, en vísperas del colapso del país, cuando pensaron en crear submarinos turísticos.

El primer sumergible de excursión soviético, ‘Neptuno’, fue botado en Severodvinsk el 18 de septiembre de 1990 y, en el verano del año siguiente, se probó en el mar Blanco.

La longitud del ‘Neptuno’ era de 28 metros y su anchura de 4 metros. Al sumergirse hasta una profundidad de 40 metros (máximo - 60 metros), el submarino podía alcanzar velocidades de hasta 2 nudos náuticos (3,7 km/h). Sin embargo, nunca se hizo a la mar con mal tiempo ni con olas de más de dos puntos de fuerza.

La tripulación de la nave estaba formada por tres personas: el capitán-piloto, un mecánico y un guía-oficial.

El ‘Neptuno’ podía albergar hasta 40 pasajeros, para los que el submergible contaba con 22 ojos de buey. La duración de la excursión submarina era de una hora.

El submarino turístico, probado en las frías aguas del norte, acabó operando en el cálido mar Caribe. Para ello, en 1992, la Oficina de Diseño Rubin y la Planta de Construcción de Maquinaria de Severodvinsk (Sevmash) firmaron un acuerdo con la empresa italiana Cortina, que poseía un complejo turístico en una de las islas del Caribe.

Tras varios años de trabajo en la exótica región, el ‘Neptuno’ regresó a su norte natal para ser reparado y mejorado. Pero, los propietarios decidieron que los beneficios del proyecto ya no amortizaban los gastos, así que al final desistieron.

El primer (y último) submarino turístico soviético se dejó languidecer en Severodvinsk durante muchos años. Sin embargo, en los últimos años se ha pensado en trasladarlo a Moscú y convertirlo en un café-museo.

Francia dispuesta a ofrecer submarinos nucleares Barracuda a India

 

Esta sería la respuesta de Francia al acuerdo AUKUS de EEUU y UK con Australia.Tras el acuerdo histórico por la compra de los Rafale, tras la reciente visita de la ministra de defensa Florence Parly a Nueva Delhi, Francia se muestra dispuesta a suministrar tecnología para la construcción de submarinos nucleares de ataque, desplazando a Rusia como posible proveedor de este tipo de armas. El SSN Barracuda confiere capacidad de interdicción formidable y puede acceder a los misiles Scalp de 1000 km de rango, necesitando repostar sólo cada 10 años.

23 octubre 2022

Foro Deep Blue 2022 - Proyecto Submarinos 2030

¿De qué trata el Foro Deep Blue?

Como nación marítima rodeada por tres océanos, la defensa y la capacidad de Canadá para operar en el dominio submarino, incluido el Ártico, es vital y de sumo interés estratégico nacional. Deep Blue Forum proporciona al gobierno, el ejército y la industria una plataforma para aprender sobre nuevas tendencias, debatir sobre tecnologías emergentes y disruptivas y pronosticar nuevos desarrollos en el dominio submarino.

Deep Blue es más que un evento submarino, se trata de operaciones en el dominio submarino en el Ártico y en las regiones costeras y marítimas de Canadá.


Operación Friendless: el temerario plan de Hemingway para destrozar submarinos nazis en la guerra

 

Ernest Hemingway escribe apoyado en una mesa durante una estancia en Kenia
Ernest Hemingway escribe apoyado en una mesa durante una estancia en Kenia.  WIKIMEDIA COMMONS

En 1942, las aguas caribeñas se convirtieron en un escenario clave de la Segunda Guerra Mundial, ya que el almirante nazi Karl Dönitz desplazó sus submarinos para interrumpir el flujo de suministros de los aliados, quienes se abastecían de níquel, wolframio o cobre, entre otros materiales, además del indispensable petróleo venezolano que allí se refinaba. El daño que infligían esos U-Boot alemanes era tremendo, y su papel podía resultar clave para el devenir de la contienda. Un dato lo ejemplifica: en nueve meses y medio, hundieron en la zona 263 barcos mercantes, más que en el resto del mundo junto.

Ernest Hemingway conocía muy bien el mar, en general, y el mar Caribe en particular. Lo navegó largamente desde Cayo Hueso, Florida, antes de mudarse a Finca Vigía, su residencia en las afueras de La Habana. Al llegar a la isla, con cuarenta y pocos años, lo último que deseaba era cruzarse de brazos a la sombra de sus ya famosísimos cuentos y novelas. Tampoco tenía intención de aplacar su pulsión viajera, pero sí que encontró en la capital cubana su lugar en el mundo, una casa donde volver.

Estados Unidos había entrado activamente en la guerra hacía solo unos meses, tras el ataque a Pearl Harbor, y no contaba con efectivos suficientes para plantar cara a los submarinos nazis. No solo hundían barcos, también atacaban desde el agua objetivos estratégicos en tierra firme. Los alemanes bautizaron aquella etapa como tiempo feliz por el escaso riesgo con el que ejecutaban las misiones.

Ante ese panorama, el Gobierno estadounidense lanzó un llamamiento a los propietarios de embarcaciones civiles para que efectuasen labores de vigilancia. Hemingway fue uno de los primeros en responder. Era su segunda colaboración en la contienda: antes había sugerido crear una unidad de contraespionaje que buscase posibles simpatizantes nazis llegados entre los miles de españoles que se marcharon a Cuba tras la Guerra Civil. Hemingway apoyaba esa propuesta con los contactos y la información que había obtenido sobre el terreno, cubriendo el conflicto bélico en España.

Spruille Braden, embajador estadounidense en Cuba y amigo del escritor, dio luz verde a la idea. El cuartel general fue Finca Vigía, donde se reunía un heterogéneo grupo de españoles compuesto por camareros, marineros, sacerdotes y aristócratas exiliados, a los que Hemingway bautizó The Crook Factory —algo así como la fábrica de maleantes—. Estuvieron ocho meses vigilando a sospechosos y rellenando informes. "Formó una organización excelente e hizo un trabajo de primera categoría", aseguró el embajador Braden.

Mientras Hemingway redactaba esos informes para el Gobierno de su país, el propio FBI lo espiaba también a él, algo que refleja bien la paranoia reinante en la época. Un colaborador en la isla reportaba directamente al director de la agencia, el famoso J. Edgar Hoover, sobre las actividades del escritor. Más tarde, el FBI desclasificó esos documentos. Hoover desconfiaba de Hemingway tras sus artículos en publicaciones de izquierdas —New Masses y The New Republic—, además de por su posicionamiento político en España. No llegó a considerarlo un traidor a la patria, pero tampoco le agradaba confiarle esa clase de misiones. Eso sí, no se opuso cuando el embajador las aprobó. A fin de cuentas, Hemingway odiaba a los nazis y era dueño de una embarcación que podía resultar útil contra los submarinos.

Ese barco se llamaba Pilar, apodo de Pauline, su segunda mujer —también era el nombre de su protagonista femenina en Por quién doblan las campanas—. Medía 12 metros y alcanzaba una velocidad de 16 nudos, casi 30 km/h.

Probablemente fuese el primer barco de Estados Unidos hecho a medida para la pesca en altura, ya que él se encargó de personalizarlo con mejoras como depósitos de combustible adicionales, un pozo de agua para el cebo o un rodillo para sacar las piezas más grandes. El Pilar podía soportar al mismo tiempo cuatro peces de 450 kilos cada uno, algo nunca visto en el Caribe hasta entonces.

Hemingway ganó numerosos torneos de pesca de marlines y atunes. No contento con las labores de vigilancia, quería pasar a la acción, así que le propuso a su amigo Braden otra transformación del barco: armar el Pilar. Su autorización puede verse hoy como el reflejo de la desesperación estadounidense durante el primer año en guerra. El barco fue equipado con subfusiles Thompson, rifles, granadas de mano y hasta bazucas, según numerosas fuentes. La Marina de Estados Unidos también instaló un sonar y un equipo de radio denominado HF-DF o Huff-Duff, empleado entonces para detectar submarinos.

Así, el que probablemente fuera el escritor vivo más famoso del mundo, se convirtió en un cazador de nazis, además del único ciudadano estadounidense en Cuba que capitaneaba una embarcación civil preparada para la guerra. Hemingway llamó a esa misión la operación Friendless —sin amigos—, en honor a su gato preferido.

A pesar del nombre, en aquella aventura no se embarcó solo. La tripulación incluía al campeón de polo Winston Guest, y sobre todo a muchos españoles, entre los que destacaban sus amigos vascos, algunos de ellos pelotaris, unos hombres por los que Hemingway siempre mostró un cariño especial, como por ejemplo Juan Duñabeitia, bilbaíno, y Paco Garay, vitoriano. El grupo lo completaba el sargento Saxon, un operador de radio asignado por la embajada. Además, aprovechando las vacaciones escolares, también se unieron a las expediciones los dos hijos menores de Hemingway, nacidos en su segundo matrimonio.

Martha Gellhorn, la tercera mujer del escritor, primero alabó la valentía de su esposo, pero poco a poco fue cambiando de opinión. Le recriminaba que descuidara su relación, además de no valorar sus éxitos profesionales. Hemingway se embarcaba todos los días, semana tras semana, y ni siquiera escribía. Prefería explorar las aguas, inspeccionar pequeñas islas y cayos, y permanecer atento a cualquier cosa fuera de lo corriente. Todo eso mientras disfrutaban de combustible en una época en la que estaba racionado, además de alimentos, hielo y alcohol que obtenían en una instalación naval. Gastos pagados. Al final, Gellhorn se convenció de que todo aquello era una coartada de su marido para emborracharse con los amigos y jugar a lanzar granadas a las boyas.

Sus experiencias de guerra

Lo heroico y lo lúdico no estaban reñidos para Hemingway. Es cierto que engordó anécdotas durante toda su vida, muchas de ellas relacionadas con su desempeño militar, pero eso no borra los episodios que sí quedaron documentados. Con 17 años se presentó voluntario para luchar en la Primera Guerra Mundial, pero el ejército estadounidense lo descartó por problemas en la vista, así que se apuntó a Cruz Roja y fue enviado a Italia como conductor de ambulancias. Cumplió esa labor a pesar de sufrir heridas graves, lo que le valió la medalla de plata al valor, el tercer máximo galardón que entrega el gobierno italiano. También, como corresponsal en la Guerra Civil española, se saltó todas las convenciones periodísticas y agarró un fusil para disparar contra el bando franquista. Y su última participación, la más activa: en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial viajó de nuevo a Europa como reportero, pero un coronel aliado llegó a firmarle un documento que lo autorizaba a ir armado y participar en actividades militares, cosa que hizo en varios combates, como un soldado más, o incluso liderando algunas actuaciones.

Pero, claro, que no le temblase el pulso cuando silbaban las balas tampoco descarta que Gellhorn tuviera razón sobre su misión en el Caribe. Las largas horas de vigilancia en el Pilar se regaban con el alcohol proporcionado por el gobierno estadounidense. Quien bebía con más ahínco era, precisamente, el único de los tripulantes en servicio activo, el sargento Saxon, ese operador de radio de utilidad dudosa, ya que no sabía una palabra de alemán y se tomaba veinte copas de ginebra al día. Uno de los mayores éxitos de Hemingway como capitán fue conseguir que redujese esa cifra, además de disipar las amenazas de motines cuando las reservas etílicas escaseaban, o cuando tenían que conformarse con otras bebidas que no fuesen vino o ginebra, las favoritas de la tripulación.

Pero llegó un día que les quitó a todos las ganas de beber. Fue el 9 de diciembre de 1942, al mediodía. Hemingway, a través de sus prismáticos, avistó un barco que le llamó la atención; su forma era distinta a los que solían navegar por allí. Se le aceleró el pulso. El momento que llevaba meses esperando. Por fin. Ordenó a la tripulación que adoptase posición de combate y comenzó la persecución por las aguas caribeñas.

Por más que lo intentaron, nunca pudieron darle alcance. La pregunta obvia es si realmente se trataba de un submarino nazi, tal y como creyó el escritor. Su amigo Winston Guest, miembro de una de las familias más importantes del Reino Unido, y su propio hijo, Patrick Hemingway, ambos presentes aquel día, siempre aseguraron que, efectivamente, aquello era un U-Boot. Algunas fuentes recogen que, días más tarde, un submarino nazi fue avistado por varios petroleros en el rumbo indicado por Hemingway, y que incluso llegó a ser capturado luego en las costas estadounidenses. Sin embargo, las fuentes oficiales jamás lo confirmaron públicamente.

Un plan suicida

Sea como fuere, nunca estuvieron lo suficientemente cerca de ningún submarino como para llevar a cabo el ataque ideado por Hemingway. Los alemanes operaban con tal despreocupación que solían salir a la superficie y aproximarse a los barcos pesqueros locales, y algunos hasta abandonaban el buque para confiscarles agua y alimentos. Con eso en mente, Hemingway pretendía atraerlos hasta el Pilar, que mantenía oculto su armamento para pillarlos desprevenidos. El siguiente paso consistía en ametrallar a cuantos nazis hubiese en cubierta. En ese momento entrarían en juego sus amigos vascos, antiguos pelotaris, jugadores de cesta punta: los creía perfectamente capaces de, en pleno ataque, colar algunas granadas por la escotilla.

Más que temerario, era un plan suicida. Por suerte para los tripulantes, para el propio Hemingway y para la literatura universal, no pudieron ponerlo en práctica. Huelga decir que apenas una descarga del U-Boot habría acabado con el Pilar y con todos los que viajaban a bordo.

Después de la guerra, Hemingway siguió viviendo en Cuba y publicó la que quizás sea su obra más famosa, El viejo y el mar. Inmediatamente después recibió el Premio Pulitzer y el Nobel de Literatura. En 1960 abandonó la isla, y al año siguiente, en su casa de Ketchum, Idaho, se disparó en la boca con su escopeta favorita después de una etapa final marcada por los sinsabores: depresión, secuelas de viejas heridas y del alcoholismo, terapia de electroshock y la angustia de creerse vigilado por el FBI —algo que en su momento se tildó de paranoia, pero que luego quedó confirmado—.

Tras su muerte, apareció mucho material inédito que había trabajado en secreto, incluido un libro que en español se llamó Islas en el golfo. Fue la primera de sus obras póstumas; se publicó en 1970 y permaneció 24 semanas en la lista de best sellers de The New York Times. Es una novela que dejó completamente terminada antes de guardarla en el cajón, y en la que se encuentran pasajes dignos del mejor Hemingway, aunque se echa en falta algo de edición —aligerar su extensión, principalmente—. El protagonista es Thomas Hudson, un pintor que primero reside en Bahamas y luego en Cuba y que, como sucedía a menudo, es un trasunto del autor, quien mezcla elementos de ficción con datos conocidos de su biografía. La novela se divide en tres partes: en la última, Hudson se echa a la mar en busca de submarinos nazis junto a unos amigos vascos.

Este es un fragmento extraído de Islas en el golfo:

"Thomas Hudson se tiró sobre cubierta, cubriendo la boca de la escotilla con su Thompson. La granada de Peters explotó con un chasquido relampagueante y un rugido, y Thomas Hudson vio a Guillermito separar las ramas para dejar caer una granada en la escotilla de proa".

Dicho de otro modo: Hemingway inventó en su libro el episodio que nunca pudo experimentar en la vida real. Y esa es una definición de literatura tan buena como otra cualquiera.

El submarino de ataque nuclear Rubis ha zarpado para su último viaje

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Si el programa de los seis nuevos submarinos de ataque nuclear [SNA] del tipo Barracuda no se había quedado atrás, el SNA Rubis, primero de una clase a la que dio su nombre, debería haber llegado a Cherburgo a principios de 2017 para ser “deconstruido” allí, tras 33 años de servicio. 

Finalmente, se decidió hacer lo necesario para alargar la vida operativa del Rubis [carénage de la coque, traitement d’obsolescences, modernisation de ses moyens de détection et de son système de combat, révision de ses équipements de sécurité plongée, rechargement du cœur nucléaire]. Lo que hizo que el SNA Saphir le precediera fue el primero en llegar a Cherburgo, donde su proa será llevada para reparar el SNA Perle, víctima de un incendio mientras se encontraba en dique seco en Toulon. 

“Mientras que el Ruby podría extenderse por algunos años, el Sapphire, aunque más tarde, no lo será, nos dijeron nuestros análisis técnicos”, así había justificado el almirante Christophe Prazuck, entonces Jefe de Estado Mayor de la Armada francesa, en 2018. 

Además, el Saphir fue reemplazado por el Suffren, el primer SNA tipo Barracuda. En cuanto al Rubis, debe hacerlo el SNA Duguay-Trouin, cuya sala de calderas nucleares se puso en marcha recientemente en Cherburgo. Y, tras jugar unos meses más la prórroga, para subsanar la indisponibilidad del SNA Perle hasta 2023, acaba de partir de Toulon para su último viaje. 

“El primer SNA francés, el Rubis, zarpó de Toulon por última vez con destino a Cherboug. Allí se guardará después de 39 años de buen y leal servicio. Utilizado para misiones estratégicas, disuasión y conocimiento/anticipación, ¡cuarenta comandantes lo han logrado! “, Precisamente ha anunciado la Armada, a través de las redes sociales.

La construcción del Rubis comenzó en 1976, en Cherburgo, como parte de un programa que inicialmente iba a incluir ocho submarinos de ataque nuclear. [la commandes des deux dernières unités prévues – le Diamant et la Turquoise – ayant été annulée en 1992]. Botado en 1979 con el nombre de Provence, pasó a llamarse “Rubis” un año después, en homenaje al submarino minador del mismo nombre que se incorporó a la Francia Libre en 1940. Luego fue admitido en servicio activo en 1983, apenas un mes después. su llegada a Toulon. 

Durante su vida operativa, el SNA Rubis no estuvo exento de incidentes… En 1993, chocó con un petrolero durante su ascenso a la superficie, frente a Toulon. Luego, en marzo de 2007, tocó fondo en el Mediterráneo, lo que provocó importantes daños. 

En junio, antes de su última misión operativa, el SNA Rubis había recorrido 1 millón de millas náuticas [soit 25 fois le tour de la Terre]pasó 120.500 horas buceando [soit 14 ans] e hizo cien escalas.

Tags: submarino ataque nuclear Rubis zarpado para último viaje

El 'Galerna' regresa cinco años después a la Base de Submarinos de Cartagena

A falta de últimos ajustes, Navantia da por acabada la quinta gran carena del barco, que estará listo en la primavera de 2023 para realizar misiones


El submarino modernizado, atracado ayer junto a su base del Arsenal Militar./Pablo Sánchez / AGM

El submarino modernizado, atracado ayer junto a su base del Arsenal Militar. / PABLO SÁNCHEZ / AGM


UWEP, el único submarino VIP en el que se organizan fiestas bajo el agua

Los submarinos estaban asociados a las guerras y ahora van a ser sedes para fiestas y eventos sociales. Cómo es el primer submarino de lujo.

Una empresa holandesa mostró fotos de su nuevo submarino pensado para fiestas y eventos sociales. Con un pasado asociado a la guerra y al espionaje, parecería ser que la idea de los creadores es romper con el preconcepto de este medio de transporte, y mostrar un pantallazo de lo que podría ser uno de los futuros escenarios de disfrute y distensión.

Catalogado como una plataforma de entretenimiento bajo el agua por sus siglas en inglés (Under Water Entertainment Platform) el UWEP es un submarino con un interior de 150 metros cuadrados con capacidad de hasta 120 personas, más la tripulación.

Producto de U-Boat Worx, un fabricante especializado en sumergibles fundado en 2005, se trata de un submarino completamente autónomo que puede bajar hasta 200 metros de profundidad por un período de 18 horas antes de tener que salir a la superficie. Cuando lo hace, sin embargo, cuenta con un deck de 85 metros cuadrados en el que se puede tomar sol, organizar fiestas, y apreciar la salida o puesta del sol.

“El UWEP revolucionará tanto la industria submarina como la hotelera y marcará el camino en los eventos subacuáticos. Es mucho más que una experiencia de lujo para los clientes y una oportunidad de negocio; es una puerta para ampliar nuestra comprensión de los océanos”aseguró Bert Houtman, el fundador y CEO de U-Boat Worx.

Con 14 ventanales de cristal que conectan lo que sucede puertas adentro con lo que existe en el mundo marino, el interior del submarino es configurable. Así, puede cumplir la función de restaurante submarino con espacio para 64 comensales; casino futurista; escenario para shows; o sede para cualquier tipo de evento, desde casamientos a presentaciones laborales o entregas de premios. Además, cuenta con un sistema de iluminación exterior para visualizar todo lo que sucede en las proximidades de la nave.

Además de revolucionar el mensaje de este invento originalmente bélico, el UWEP está en línea con los estándares de cuidado ambiental. Al ser eléctrico es silencioso y no invade ni contamina al ecosistema que lo envuelve. Sus baterías de 1.200 kWh tienen una autonomía de 24 horas y la configuración de sus motores puede variar, optando por una propulsión de 20, 40 u 80 kW. Su tope de velocidad es de tres nudos o cerca de 6 kilómetros por hora. Puede recargar sus baterías en puerto, o en un dique flotante.

Estos submarinos VIP están pensados para comercializarse con grupos hoteleros y empresas que quieran variar e innovar a la hora de organizar un evento, como puede ser una presentación de producto, o un acto de fin de año.

Fuente: La Nación.

Submarino Hipopótamo

 Hipopotamo_(Submarino)

Como una información importante relacionada con la inventiva y creatividad ecuatoriana, merece especial mención la construcción, en 1838, de un pequeño submarino inventado por el guayaquileño José Rodríguez Labandera.

Dicho submarino fue bautizado con el nombre de “Hipopótamo”, y el 18 de septiembre de ese mismo año navegó bajo las aguas del río Guayas ante el aplauso y la euforia de la ciudadanía que se había reunido en el malecón de Guayaquil, para presenciar el singular acontecimiento.

Fue tan grande el entusiasmo de los admirados testigos, que el 21 de septiembre el periódico “El Ecuatoriano” dio a entender que éste era el primer submarino inventado, información que era totalmente errada ya que desde fechas anteriores se tienen noticias de la existencia de submarinos y naves similares, inventadas y construidas tanto en Alemania como en Holanda (ver: Rodríguez Labandera, José).

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13 grados 13 millas. La tragedia del submarino C4

 A finales del siglo XIX, el primer submarino impulsado por energía eléctrica se creó en España con los planos del teniente de navío Isaac Peral. Corría por entonces el año 1888. Sin embargo, España no supo aprovechar su privilegiada situación, y en poco tiempo le superaron tecnológicamente otros países. Más allá de esta anécdota, hay mucho desconocimiento sobre el papel de España en el mundo de los submarinos. Por ello siempre es de agradecer este tipo de publicaciones. El cómic 13 grados 13 millas aborda por su parte una parte de nuestra historia más desconocida si cabe, en el 75 aniversario de un accidente que se cobró 44 víctimas.

la tragedia del submarino C4

13 grados 13 millas

El cómic 13 grados 13 millas narra la tragedia del submarino C4, así como diversos episodios que transcurrieron a su alrededor  hasta su trágico final. El C4 fue un submarino de la Armada española que participó durante la guerra civil en el bando republicano. En el cómic vemos algunas de las acciones que el submarino llevó a cabo durante el transcurso de la guerra civil, destacando sus funciones de correo a la isla de Menorca.

Terminada la guerra, el submarino retomó sus funciones dentro de la Armada española del gobierno de Franco, sin embargo su destino iba a ser fatal. El 27 de junio de 1946 en el transcurso de unas maniobras, el submarino se hundió tras ser abordado por el destructor Lepanto; sin que este pudiera reaccionar al salir a flote el submarino. El destructor partió en dos al submarino, que se hundió irremediablemente en el fondo del mar a 13 grados 13 millas; con un total de 44 víctimas oficiales, y sin responsabilidad civil o criminal por el accidente. Oficialmente, el submarino sigue hundido hoy día. Y sin posibilidad de que se pueda remediar la situación dada la profundidad en la que se encuentran los restos.

13 grados 13 millas

GP ediciones

El cómic, editado por GP Ediciones, nace de la colaboración de David Viñuales, David Tapia y Guillermo Montañés. 88 páginas autoconclusivas en las que se muestran las rutinas de la armada. Todo un ejercicio de memoria histórica que reivindica a las víctimas del accidente. Y aunque los autores de 13 grados 13 millas se toman licencias obvias para reconstruir la historia, la fidelidad y el rigor con el que abordan la obra es un punto a su favor. En este punto, hay que mencionar que Daniel Viñuales tuvo contacto con familiares directos de los fallecidos en el accidente; y pudo conocer de primera mano historias personales que luego han sido llevadas al cómic.

13 grados 13 millas

Empresa francesa sigue mejorando las baterías de iones de litio para submarinos

Empresa francesa sigue mejorando las baterías de iones de litio para submarinos

El número de submarinos que patrullan los océanos crece constantemente. Al mismo tiempo, los países que operan submarinos enfrentan serios problemas. Uno de los principales es la autonomía de su navegación. 

La planta de energía juega un papel importante en este contexto, pero las tecnologías existentes tienen una serie de limitaciones, incluida la producción de baterías de plomo-ácido (baterías) con evolución de hidrógeno, lo que representa un riesgo de seguridad significativo.

Las baterías de iones de litio abren serias perspectivas de varias maneras. Aportan más energía que las baterías convencionales, dotando a los submarinos de una mayor autonomía. También son mucho más eficientes en lo que respecta a la carga. Si las baterías solo se pueden cargar en tierra, ya que se libera hidrógeno durante su carga, entonces las baterías de iones de litio se pueden cargar, incluso cuando el submarino está bajo el agua. 

Y otro punto importante: debido a que las baterías de iones de litio (LIB) tienen la misma cantidad de energía que producen independientemente del nivel de carga de la batería, brindan una mayor movilidad táctica.

Al reconocer el potencial significativo de LIB sobre las baterías, la empresa francesa Naval Group comenzó una investigación preliminar sobre este tema en 2006. Posteriormente, la empresa completó la fase de diseño del sistema, que incluyó la selección de un proveedor de baterías.

Al diseñar nuevas baterías de iones de litio para su instalación en un submarino, se debían tener en cuenta una serie de factores. En primer lugar, desde el punto de vista de la seguridad, las baterías deben proporcionar estabilidad química interna.

En segundo lugar, en términos de diseño, el Grupo Naval tuvo que decidir cómo utilizar los elementos industriales y cómo organizar la arquitectura de la batería. De hecho, aunque se elimina el riesgo del hidrógeno, el riesgo de incendio permanece. Por lo tanto, Naval Group ha aplicado un enfoque de varios niveles: el diseño incluye barreras mecánicas, contiene módulos y celdas especiales.

Los futuros diseños de submarinos deberán brindar espacio para mejoras, específicamente mediante el uso de baterías más seguras y económicas. Las baterías de iones de litio están en constante desarrollo, por lo que es importante que este potencial se tenga en cuenta en el diseño desde el principio.
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Especialistas italianos aseveran que el submarino alemán nazi fue "deliberadamente explotado"

 

Según el comunicado de prensa de Eslabón Perdido, Giuseppe Bisciotti es uno de los máximos expertos internacionales de submarinos de la Segunda Guerra Mundial. Identificó el periscopio, las láminas de metal retorcidas con el intento de desintegrar la nave y pidió que la Prefectura haga una extracción de una muestra para su estudio.


La Liga Navale Italiana dictaminó que los restos náufragos encontrados pertenecen a un submarino alemán que fue “deliberadamente explotado”, es decir un navío de nazis que escaparon de la guerra. 

 

La pericia fue firmada por el doctor Fabio Bisciotti, uno de los máximos expertos internacionales, especializado en identificación de sumergibles de la Segunda Guerra Mundial.


La Liga Navale Italiana (LNI) determinó que el naufragio encontrado en cercanías del puerto de Quequén se corresponde con un submarino alemán, nave que, luego de ser hundida, fue destruida con explosivos, según un contundente dictamen firmado por el doctor Fabio Giuseppe Bisciotti, director del Centro de Estudios Subacuáticos de la LNI, entidad que está bajó el ámbito y jurisdicción del ministerio de Defensa de Italia.

Según el comunicado de prensa de Eslabón Perdido, Bisciotti es uno de los máximos expertos internacionales de submarinos de la Segunda Guerra Mundial y fue designado por el grupo como perito internacional del caso en el marco de un acuerdo alcanzado por la citada organización de voluntarios con la LNI. "La elección del doctor Bisciotti se debe a su profuso curriculum ya que trabajó para el Pentágono como investigador de pecios militares hundidos en el Mar Mediterráneo y como perito, con la Royal Navy, en una operación en la que el experto mencionado y su equipo pudo verificar el submarino británico HMS Regent, en mayo de este año", refirieron y agregaron que también identificó el submarino italiano Giovanni Bausan, entre otras naves militares hundidas en el hemisferio norte (el profuso curriculum del doctor Bisciotti se adjunta por separado).

Durante la pericia de las imágenes, obtenidas por el grupo Eslabón Perdido y por la Prefectura Naval Argentina, Bisciotti identificó el periscopio del navío, conformado por un tubo que en su parte superior tiene una óptica para facilitar la observación a distancia.

También detectó una parte característica del sumergible al señalar que “se observa un cuerpo ferroso claramente de una torreta submarina debido a algunas características como la forma distintiva atribuible a un deflector de la torreta de los U-Boot”. Al respecto, indicó que además del deflector -una defensa ideada para morigerar la acción del agua y el viento en los tripulantes- “la torreta fotografiada muestra, en la parte superior, el final de la plataforma donde se situaban los vigías y el alojamiento antiaéreo”.

El especialista italiano también verificó dos escotillas y al referirse a una de ellas indicó que “la foto muestra sin duda su capacidad original de estanqueidad...las escotillas de este tipo son fácilmente rastreables en cada plan de construcción de los U-Boote con respecto al abordaje personal y /o torpedos de acuerdo a la ubicación”. Al verificar otra escotilla, Bisciotti indicó que “esta es más probable para torpedos” agregando que en ese caso “la estructura a su alrededor es atribuible al endoesqueleto del U-Boot”. También hizo referencia a una tercer pieza similar, que la Prefectura Naval calificó como de escotilla, pero en ese caso el experto indicó que “para confirmarlo debo verificar la pieza y medirla”, anticipando su intención de poder realizar personalmente un peritaje subacuático del pecio.

En su dictamen, el experto italiano indicó que el casco se encuentra semienterrado y con un alto grado de destrucción pero que a pesar de estas condiciones igual pudo identificar la subestructura de la cubierta. En la pericia señaló que “en las fotos se destacan algunos detalles que pueden compararse fácilmente con las estructuras que representan el esqueleto de un U-Boot tipo VII o IX”. En ese sentido, al comparar las imágenes obtenidas en el naufragio de Argentina con otras correspondientes a un submarino germano hundido, indicó que “la longitud y el ancho son totalmente compatibles con un U-Boot tipo IX, como el U-166 hundido frente a los Estados Unidos. La subestructura en ese caso (del U-166) es totalmente comparable, en su parte colapsada, al cuerpo fotografiado en aguas argentina”.

Al describir la zona de la cubierta del U-166, Bisciotti indicó que “el área de los paneles obtenidos de las estructuras longitudinales y transversales es totalmente comparable al sumergible encontrado en Argentina. Excluyo rotundamente que pueda ser un buque o un barco de pesca, el diseño no deja lugar a otras teorias”, sentenció.

 

Detonado

 

Al analizar los sectores dañados del submarino, el experto indicó que “los videos muestran largas secuencias de láminas de metal retorcida, en mi opinión con el intento exitoso de borrar el rastro y desintegrar el submarino. Al analizar las imágenes obtenidas del casco del naufragio mediante un sonar de barrido lateral, el experto concluyó que “no hay detalles que se dirijan hacia un buque clásico o un barco de pesca, agregando que “forma y dimensiones me hacen pensar que se trata de un casco ahusado, pero sin lugar a dudas no es de carácter civil, ni utilizado como carga. Argumento categóricamente que esto no es un barco en absoluto. En mi opinión las dimensiones no dejan lugar a dudas”, enfatizó al fundamentar que los restos náufragos pertenecen a un submarino.

Al sostener que el navío fue dañado ex profeso, Bisciotti, aseguró que en las imágenes obtenidas mediante un sonar de barrido lateral “se ve claramente la continuidad de la línea del casco aunqne dañada en algunos puntos, claros huecos transversales y tubulares, creo que es un casco deliberadamente explotado” opinó.

Bisciotti concluyó su dictamen indicando que es necesario realizar una investigación más exhaustiva para precisar qué modelo de submarino alemán se trata.

El dictamen de la Liga Navale Italiana ratifica la pericia argentina firmada de los ingenieros navales Juan Martin Canevaro, presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Naval, y Andrés Miguel Cuidet, quienes actuaron como peritos de parte del grupo de investigación Eslabón Perdido que denunció el descubrimiento del naufragio ante la Prefectura Naval Argentina el pasado 9 de marzo. Los peritos han recomendado la extracción de muestras de metal, así como de piezas, por caso el periscopio, para su estudio y conservación.