el 4 de diciembre de 1917 se terminó la construcción del submarino estadounidense USS S-4 y se le colocó la quilla. En aquel momento era imposible predecir su dramático final. Después de diez años de servicio y habiendo operado por todo el mundo, precisamente en diciembre del año 1927 sufrió un desafortunado accidente. Mientras ascendía a la superficie fue embestido de manera accidental por un enorme buque destructor de la Guardia Costera de los Estados Unidos y quedó muy maltrecho. Rápidamente empezaron las maniobras de rescate de la tripulación, pues se detectó la presencia de seis hombres que habían quedado atrapados en la sala de torpedos de proa. Tras unas horas de intentos frustrados, el personal atrapado, que estaba utilizando el último oxígeno disponible, se comunicó mediante código morse con el exterior para preguntar '¿Hay alguna esperanza?' La respuesta fue afirmativa, pero no cierta. Lamentablemente, las malas condiciones meteorológicas no permitieron completar el rescate con éxito. En la imagen se puede ver como, unos meses después del accidente, el submarino era recuperado del fondo del mar por un barco que luce la bandera a media asta como homenaje a las víctimas.
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