31 julio 2023

El submarino INS Shankush fue construido y entregado en la década de 1980 en el marco de una cooperación germano-india.

 El INS Shankush, un submarino en servicio en la Armada india, se someterá a un proceso de modernización liderado por thyssenkrupp Marine Systems y Mazagon Dock Shipbuilders.

thyssenkrupp y Mazagon Docks: Una alianza germano-india para submarinos

Los dos gigantes marítimos, thyssenkrupp Marine Systems y Mazagon Dock Shipbuilders, han establecido un acuerdo para revisar y actualizar el submarino indio INS Shankush, parte de una serie de submarinos HDW Clase 209 Tipo 1500.

Este proyecto se iniciará con la cooperación de Mazagon Dock Shipbuilders, que actuará como contratista general. Por otro lado, thyssenkrupp Marine Systems proporcionará el soporte técnico y el suministro de materiales, sistemas y componentes seleccionados.

El submarino INS Shankush fue construido y entregado en la década de 1980 en el marco de una cooperación germano-india.El objetivo de este nuevo proyecto es mejorar la capacidad operativa del submarino, extendiendo su vida útil y funcionalidad.

Historia de cooperación en la construcción de submarinos

La relación entre thyssenkrupp Marine Systems y Mazagon Dock Shipbuilders se remonta a la década de 1980, cuando se asociaron con la Armada india para la construcción de cuatro submarinos diesel-eléctricos.

Los primeros dos barcos se construyeron en Alemania, mientras que los siguientes dos, incluyendo el INS Shankush, se construyeron en la India en el astillero Mazagon Dock Shipbuilders.

En 2018, thyssenkrupp Marine Systems y Mazagon Dock Shipbuilders ya habían extendido la vida útil del INS Shishumar, el primer submarino de la serie, con una certificación de Medium Refit Cum Life Certification (MRLC). La modernización de este submarino se completará después de las pruebas de mar de este año.

Un compromiso duradero con la India

Oliver Burkhard, CEO de thyssenkrupp Marine Systems, ha subrayado el compromiso a largo plazo de la compañía con la India, citando la tradición de colaboración con Mazagon Dock Shipbuilders que se extiende a lo largo de cuatro décadas.

El contrato de modernización del INS Shankush refuerza esta relación, demostrando la competencia y experiencia de thyssenkrupp Marine Systems en el sector de los submarinos.

La futura modernización del INS Shankush

Durante los próximos tres años, el submarino INS Shankush será modernizado con la asistencia técnica in situ y la inspección del casco a presión por parte de thyssenkrupp Marine Systems, y con Mazagon Dock Shipbuilders como contratista general.

INS Shankush: Modernización de submarino de la Armada India


El nuevo sumergible de combate de las Fuerzas Especiales de EE.UU. alcanza la Capacidad Operativa Inicial

 El Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos (USSOCOM) anunció que el nuevo sumergible de combate DCS fabricado por Lockheed Martin ha alcanzado la Capacidad Operativa Inicial. Así pudo reportar la empresa estadounidense el pasado 24 de julio a través de un comunicado oficial.

El equipo de Lockheed Martin se enorgullece del trabajo realizado en el desarrollo y entrega de DCS, y de apoyar a USSOCOM en este hito de la Capacidad Operativa Inicial (IOC)”, expresó Jason Crawford, gerente senior del programa de Submarinos de Combate Tripulados. “Esperamos con entusiasmo entregar el tercer DCS y apoyar el logro de la Capacidad Operativa Completa (Full Operating Capacity) de DCS, cubriendo una brecha crítica para USSOCOM.”

Fabricado por Lockheed Martin en sus instalaciones de Palm Beach, Florida, el DCS (Dry Combat Submersible) es un sumergible ideado y diseñado para la inserción de tropas de Fuerzas de Operaciones Especiales de los Estados Unidos en entornos disputados, resguardando a su vez la seguridad de los efectivos al brindar un entorno que no esta en contacto con los elementos.

Gracias a la tecnología de bloqueo/desbloqueo del DCS, los operadores especiales pueden entrar y salir del vehículo estando completamente sumergidos y sin ser detectados”, expresó Lockheed Martin en su comunicado oficial. Agregando: “El DCS está diseñado para transportar a un equipo de operaciones especiales a su destino y permite que el personal llegue discretamente al punto de salida deseado”.

El sumergible de combate DCS surge como un requerimiento del Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos (USSOCOM) para el despliegue y recuperación de operarios de la Fuerza de Operaciones Especiales (SOF) en áreas disputadas y denegadas, buscando reducir al mínimo la exposición a los elementos e inclemencias climáticas de sus ocupantes.

Prototipo año 2016 – Fuente: Marina de los Estados Unidos

Desde el año 2018 el programa viene avanzando con la realización de sucesivas pruebas y evaluaciones en diversos entornos operativos. Si bien originalmente el USSOCOM había anunciado que apuntaba a que el DCS alcanzaría la Capacidad Operativa Inicial en el Año Fiscal 2019, una serie de retrasos impidieron que se lograra en este plazo. A los retrasos registrados, se sumaron otros asociados en los pasados años a la Pandemia COVID-19. No obstante, a lo largo de 2022 fue reportada la realización de pruebas de desarrollo buscando evaluar la capacidad de supervivencia en entornos disputados.

Con la incorporación del DCS, el USSOCOM podrá remplazar al fallido Advanced SEAL Delivery System, el cual fue cancelado por sobrecostos en su desarrollo, a la par que complementara al actual Shallow Water Combat Submersible (SWCS), el cual posee un menor desplazamiento (4,5 toneladas) en comparación.

En lo concerniente a las características anunciadas y conocidas del DCS, el sumergible de combate posee un desplazamiento de 28 toneladas, con una eslora de 12 metros y 2,4 metros de manga. Gracias a su propulsión eléctrica, basada en baterías de ion de litio, le permite alcanzar una velocidad en inmersión de 5 nudos, con una autonomía de 24 horas y un alcance de 60 millas náuticas (110 kilómetros). Su tripulación se compone de por dos personas, con una capacidad para el despliegue de ocho efectivos de Fuerzas de Operaciones Especiales.

Los submarinos S-80 contarán con un buque de rescate en las peores condiciones

 principios del pasado mes de julio, los astilleros de Navantia en Puerto Real y San Fernando iniciaron la fase de producción de un Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), para la Armada española. El BAM-IS, que como adelantó El Debate llevará el nombre de ‘Poseidón’, será un buque especializado y equipadoppara el salvamento y apoyo al rescate de submarinos. La fabricación del BAM-IS responde fundamentalmente, como resalta Navantia, a una «necesidad asociada a los submarinos S-80», con el fin de prestar apoyo y garantizar la seguridad de las dotaciones a lo largo de su vida operativa.

La nueva unidad de la Armada será capaz de operar con el Sistema de Rescate Submarino de la OTAN «NSRS». Esta posibilidad le permitirá asimismo actuar como buque nodrizade los sistemas de Salvamento y Rescate de submarinos de la OTAN. Dispondrá también de vehículos no tripulados(ROV) para poder llevar a cabo exploraciones e intervenciones subacuáticas remotamente.
BAM-IS Poseidón
BAM-IS Poseidón
El nuevo buque tiene una cubierta superior a los 400 m2, y puede configurarse en diversos perfiles de misión: operaciones de buceo, salvamento o rescate de submarinos, protección del patrimonio subacuático, etc.
Navantia pone el énfasis en una innovadora planta propulsora y de generación eléctrica, basadas en «tecnologías con corriente continúa, sistemas de almacenamiento de energía y propulsores cicloidales, que le proporciona la capacidad de mantener un posicionamiento dinámico de gran precisión incluso en condiciones meteorológicas adversas».
Del mismo modo, el nuevo buque será la principal unidad de la Armada para el apoyo a las operaciones de buceo sustituyendo previsiblemente en 2026 al buque de salvamento y Rescate ‘Neptuno’.
Tal y como señala la Armada, el nuevo BAM-IS, además de aportar las capacidades del «Neptuno» sensiblemente mejoradas con equipos y tecnologías actuales, será capaz de transportar un mini-submarino de rescate y realizar exploraciones e intervenciones subacuáticas con vehículos tripulados remotamente hasta 3.000 metros de profundidad.El BAM-IS estará preparado para:
  • Intervención subacuática con mezcla de gases a grandes profundidades.
  • Reparaciones submarinas, rescate de objetos sumergidos.
  • Búsqueda, localización, detección e identificación de objetos sumergidos.
  • Tratamiento hiperbárico de accidentes de buceo.
  • Protección del patrimonio arqueológico sumergido.
  • Adiestramiento de las diferentes unidades de buceo, y apoyo a la enseñanza y certificación de la Escuela Militar de Buceo.
  • Movilidad y contra-movilidad, (limpieza/despliegue de obstáculos submarinos, etc.).
  • Apoyo a las operaciones navales convencionales (Fuente: Armada española)

Saab presenta su propuesta para el reemplazo de los submarinos Walrus de la Marina holandesa

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Con el apoyo expreso del Reino Unido y Suecia, Saab ha confirmado la presentación al gobierno holandés y al Ministerio de Defensa de su propuesta para la sustitución de los actuales submarinos de la clase Walrus de la Marina Real de los Países Bajos.. Así lo confirmó la empresa de origen sueco ayer 28 de julio. 

No es una novedad la necesidad de renovar su Flota de Submarinos mantenida por Holanda. El proyecto, iniciado a principios de la década pasada, se ha visto retrasado por la falta de decisión de avanzar con firmeza en el programa que pretende sustituir a los actuales cuatro submarinos clase Walrus de la Marina Real de los Países Bajos, que acumulan una media de tres décadas. viejo. 

Esta situación generó que durante el año pasado el Ministerio de Defensa holandés confirmara que las unidades de la clase, en mayor y menor medida, continuaría en servicio hasta 2030mientras busca avanzar con la adquisición de un reemplazo. 

Ante estos requerimientos, el 28 de julio Saab, con el apoyo de los gobiernos de Reino Unido y Suecia, hizo pública la presentación de su propuesta para la renovación del armamento submarino holandés. Incluyendo la asociación con los astilleros locales de Damen Shipyards Group para la fabricación de cuatro nuevos submarinos expedicionarios basados ​​en la nueva clase A26, recibiendo la designación provisional de “C718”

A través de su comunicado oficial, Saab dijo que: “El C718 es un submarino expedicionario avanzado que ofrece un nivel insuperable de resistencia y supera las necesidades de la Marina Real de los Países Bajos para operaciones de larga distancia, alojamiento suficiente, comodidad de la tripulación y mayor capacidad de carga útil de armas.”. 

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Agregando, con respecto a las capacidades futuras proyectadas de los nuevos submarinos, que: “Como parte de la propuesta, Saab ofrece un sistema de entrega de armas probado e integrado y uno de los mejores sistemas de sensores del mundo. El diseño innovador de Saab presenta soluciones únicas para minimizar la detección por sonares activos, todo combinado en un submarino extremadamente capaz e indetectable.”. 

Sin embargo, el largo proceso de recepción y selección de una propuesta de futuros submarinos en Holanda no solo tiene a Saab como postor. Pero otras compañías también han presentado sus propuestas desde 2015. Siendo el caso, en esos años, de Navantia (S-80), Naval Group (Barracuda), y Thyssenkrupp Marine Systems (Tipo 212). Sin embargo, Navantia quedó fuera del programa en 2019, ya que el gobierno de los Países Bajos no consideró atractiva su propuesta. 

*Créditos de la imagen conceptual: Saab.

¿Quién no se acuerda del Nautilus?

 

La ciencia y la tecnología suelen conquistar sus mayores progresos en tiempos de guerra. Sucedió así con los aviones y con los antibióticos, que pasaron por su fase de máximo desarrollo durante la Primera Guerra Mundial. Pero mucho antes, en el contexto de la Guerra de la Independencia estadounidense, el inventor David Bushnell construyó un medio de transporte estratégico que prometía proporcionar ventajas en las contiendas marinas, y que hoy, con la suma de alguna que otra innovación, conocemos como submarino. Lo bautizó con el nombre “Turtle” (Tortuga), si bien su aspecto se asemejaba más al de una nuez gigante. Con capacidad para un hombre, su estructura era de madera de roble reforzada con bandas de hierro y brea.

Submarino Turtle

En España, la repetida obstinación de los diferentes gobiernos en no confiar en la iniciativa privada cuando esta ha puesto en bandeja de plata un ventajoso y diferenciador desarrollo tecnológico, nos ha llevado a olvidar el “despreciado” primer submarino español. ¡Sí, aunque no te lo creas! Pero este será protagonista de otra entrada del blog. Su importancia lo amerita.

Desde entonces, el submarino al que hasta los Beatles dedicaron una canción, ha ido evolucionando al mismo tiempo que el resto de aparatos. Como era de esperar, el Turtle no tuvo mucho éxito en su momento, pero fue un paso clave que dio lugar a posteriores sofisticaciones. A día de hoy, el submarino no sólo es un transporte de guerra, sino que también es utilizado para explorar las profundidades del océano.

Yellow Submarine

Cuando empezamos a comprender el comportamiento de los objetos en el agua, no podemos evitar fijarnos en que hay algunos que flotan y otros que se sumergen inmediatamente. En este sentido, lo que más curiosidad causa de los submarinos, los sumergibles y los minisubmarinos es que, además de realizar inmersiones en el mar a gran profundidad, son capaces de ascender y descender a voluntad del piloto sin alterar su forma y su volumen.

¿Pero, cómo funcionan los submarinos?

La explicación al sistema de flotabilidad y hundimiento del submarino tiene su base en el principio de Arquímedes, el cual afirma que un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido, en este caso, el agua, será empujado hacia arriba con una fuerza igual al peso del volumen de líquido desplazado por dicho objeto. Entonces, ¿qué hace un submarino para conseguir no flotar?

El principio de Arquímedes establece que un objeto flota si el empuje hidrostático es mayor que la densidad del objeto, o se hunde si el empuje hidrostático es menor que la densidad del objeto.

Los submarinos ascienden y descienden en el agua gracias a un sistema de tanques denominados «lastres». Cuando necesitan aumentar su densidad para lograr hundirse, estos depósitos se llenan de agua. Y, por lo contrario, para emerger expulsan el líquido e inyectan aire a presión, consiguiendo así su flotabilidad.

Antes de 1950, estos vehículos subacuáticos requerían de propulsores diésel-eléctricos para hacer funcionar sus hélices y turbinas. Sin embargo, el uso de este sistema no era posible sin la absorción de oxígeno y la expulsión de dióxido de carbono, lo que obligaba a los pilotos a subir frecuentemente a la superficie para realizar esta maniobra. Ahora, en cambio, los submarinos usan combustible y reactores nucleares para generar vapor de agua y mover sus generadores de energía. Esto permite que puedan permanecer bajo el agua mucho más tiempo.

¿Y qué diferencia hay entre un submarino, un sumergible, un minisubmarino y un batiscafo?

A medida que se fueron perfeccionando las técnicas de inmersión, empezaron a surgir vehículos similares al submarino, pero con objetivos distintos. La idea de poder explorar el océano, observar restos de naufragios y realizar operaciones de rescate llevó a la creación de sumergibles que, al contrario de lo que se pueda pensar, además del tamaño, presentan algunas diferencias respecto al clásico submarino.

Un sumergible es un tipo de buque capaz de navegar sobre y bajo el agua, cuenta con una tripulación muy reducida. Y, a diferencia del submarino, necesita de una nave nodriza para llegar al punto donde desea sumergirse. Es decir, no tiene la capacidad de desplazarse desde un puerto hacia el lugar de inmersión porque su energía es limitada.

Se pueden encontrar tres tipos de sumergibles o minisubmarinos bien diferenciados, confeccionados todos ellos expresamente para soportar las grandes presiones y dedicados a la exploración submarina: sumergibles de investigación científicade recreo para expediciones turísticas al fondo marino y militares. Dentro del grupo de sumergibles de investigación, hemos de señalar la diferencia entre los batiscafos y los DSV (Vehículo de Inmersión Profunda).

Los DSV se subdividen en DSV para investigación y DSRV (Vehículo de Rescate de Inmersión Profunda) para misiones de rescate en lugares profundos, pero también para espionaje. En pocas palabras, los llamados batiscafos o minisubmarinos son DSV de investigación. 

Por otro lado, el minisubmarino, tal y como indica su nombre, se diferencia de los submarinos por su tamaño y su peso. Para hacernos una idea, mientras que los submarinos Isaac Peral de la Armada Española (también llamados Clase S-80) pesan unas 2.960 toneladas, los minisubmarinos suelen rondar las 150 toneladas.

En este último tiempo, más que del Nautilus del Capitán Nemo o del Yelow submarine de los Beatles, nos acordamos del Titan. El pasado 18 de junio de 2023, el sumergible Titan, propiedad de OceanGate, implosionó durante una visita a los restos del Titanic. Sin embargo, esta no era la primera vez que la empresa ponía en marcha el polémico viaje, valorado en 250.000 dólares.

En el verano de 2021 el Titan, aún sin homologar, se sumergió por primera vez a 3.800 metros con un equipo de expedición multidisciplinario, cuyo objetivo era el de explorar y documentar la condición de los escombros del Titanic. En el sumergible embarcaron expertos de biología marina y de arqueología náutica, así como historiadores del famoso naufragio. En el verano de 2022 el equipo volvió para continuar con la documentación, explorando durante más de 10 horas. En esta ocasión, fueron equipados con cámaras 4K y 8K y con escáneres de sonda 2D. Se tomaron imágenes tanto de la proa como de la popa, empleadas para planificar las posteriores visitas.

El 18 de junio de 2023, cinco turistas embarcaron en el Titan con el fin de visitar los restos del naufragio, aunque un trágico accidente impidió su regreso. Ahora, a pesar de que la web de OceanGate sigue ofreciendo un viaje para junio de 2024, una pequeña frase en la cabecera indica que la empresa ha suspendido su actividad.

Pero el Titán no es el único vehículo subacuático desaparecido o hundido. Yo recuerdo el caso del submarino argentino Ara San Juan, que desapareció el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo. El capitán del submarino, Claudio Javier Villamide, realizó ocho comunicaciones informando sobre una falla en las baterías de la nave horas antes de que se perdiera su rastro.

En estas comunicaciones, el capitán notificó que había entrado agua a través del sistema de ventilación cuando el buque utilizaba el «snorkel» (para la entrada de aire), cerca de la superficie del mar, en medio de un gran oleaje. En el último mensaje, el capitán dijo que el problema había causado un «cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías».

En ese entonces, volvían del puerto de Ushuaia, donde realizaban ejercicios militares, y se dirigían hacia la base naval de Mar del Plata. A partir de ahí se inició un intenso operativo de búsqueda, que contó con la participación de varios países. 

Cuando los 44 tripulantes del submarino argentino Ara San Juan parecían perdidos para siempre en el Atlántico Sur, una empresa privada halló, en noviembre de 2018, los restos de la nave a 907 metros de profundidad y a unos 600 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia. La Armada argentina explicó que había colapsado, muy cerca del fondo. Esto ocurre cuando el submarino llega a una profundidad en la que la presión supera la resistencia del material con el que está construido.

A más de 5 años del hundimiento, en medio de las dudas que aún persisten sobre las circunstancias de una de las tragedias más graves de la historia militar de Argentina. Y con un proceso pendiente por el presunto espionaje de los Servicios de Inteligencia a los familiares de las víctimas, que se mostraron especialmente combativos frente al gobierno de entonces, liderado por Mauricio Macri, recriminándole su supuesta falta de compromiso con la búsqueda del submarino y la rendición de cuentas, el tema está estancado.

El gobierno decidió, cuando se halló el buque, que era imposible emprender el rescate, una operación costosa para la que Argentina no tiene tecnología. Y resolvió dejar que los cuerpos descansen en el fondo del mar. 

Submarino Ara San Juan
Blog Trujaman