10 julio 2023

FABIEN COUSTEAU SOBRE EL ATRACTIVO Y LA IMPORTANCIA DE LA EXPLORACIÓN OCEÁNICA.

 Cuando cumplí 4 años, mi padre me encontró en el fondo de la alberca, compartiendo el suministro de aire, o haciendo “respiración de compañero”, con un amigo de la familia; era mi primera experiencia de buceo.

Desde entonces, buceo y, desde los 7 años, participo en expediciones a los lugares más remotos del planeta. Ya como adulto, he dirigido equipos para bucear con orcas y tiburones blancos, hacia el Polo Norte y hacia el fondo del mar Mediterráneo y para vivir bajo el agua durante 31 días. He pilotado submarinos e incluso construido un submarino que parecía un tiburón. El viaje ha estado lleno de experiencias gratificantes y también de retos, algunos de ellos dolorosos.

Mi abuelo, Jacques Cousteau, fue un pionero de la exploración oceánica que, durante muchas décadas, hizo partícipes de su pasión a millones de personas de todo el mundo. Contribuyó a la invención de muchas de las herramientas que necesitaba (la escafandra autónoma, los sumergibles, los hábitats sumergidos, las cámaras submarinas y mucho más) porque veía la necesidad de innovar para aprender y explorar. A menudo, citaba la frase: “Al final, solo conservaremos lo que amamos; solo amaremos lo que comprendemos y solo comprenderemos lo que nos enseñan”. Esa creencia alimentaba su insaciable afán por ir más allá de lo conocido y traspasar los límites de la comodidad y la rutina.

Me sumerjo en lo desconocido porque el océano es único, mágico y misterioso. Es el sustento de toda la vida en la Tierra. En el infinito vacío del espacio, nuestro frágil planeta azul alberga casi toda la vida que conocemos, apreciamos y de la que dependemos. El océano es el sistema vital de la Tierra, sin el cual no podríamos existir. No hay otro planeta conocido que pueda sustentar a nuestra especie. Es un milagro de la naturaleza que estemos aquí.

La mayoría de las tareas en apariencia mundanas que nuestro cuerpo realiza para mantener la vida son gracias a que vivimos en un mundo líquido. Alrededor del 50 por ciento o más del oxígeno procede del mar, generado por billones de plantas y animales microscópicos (fitoplancton) que lo llaman hogar. La naturaleza de bucle cerrado de la Tierra y su atmósfera impulsa la evaporación del océano; la lluvia cae, riega los cultivos y llena los mantos acuíferos. Los alimentos que consumimos dependen de los recursos del mar y a él debemos nuestro clima templado (en comparación con el de los planetas conocidos).


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