El capitán de navío Antonio Duelo Menor (Cartagena, 1958) acabará en septiembre sus dos años de mandato como jefe de la Base, Escuela y Flotilla de Submarinos de la Armada, fuerza esencial del poder naval español, como queda de manifiesto con la participación casi permanente de un submarino en labores de vigilancia e inteligencia dentro del despliegue que realiza la OTAN en Libia. Duelo repasa en esta entrevista la situación del Arma Submarina tras la reducción del número de buques y los retos de futuro, centrados en el estreno en 2014 de los nuevos barcos de la Serie 80 (S-80) que construye Navantia con diseño propio. El Ministerio de Defensa autorizó la entrevista con la condición de no hacer preguntas sobre Libia y tras revisar un cuestionario previo.
- Hace diez años, la Armada disponía de ocho submarinos. Ahora quedan tres de los cuatro de la Serie 70. ¿Tienen muchas dificultades para atender la misiones de seguridad nacional y los compromisos internacionales?
-Hemos ajustado nuestro trabajo al número de unidades disponibles, aunque en los dos últimos años se ha incrementado notablemente la actividad de los submarinos. Aproximadamente en un 30%. Con esto conseguimos hacer las actividades de adiestramiento necesarias y atender tanto los compromisos internacionales como las necesidades de la defensa nacional. Nunca hemos estado involucrados en tantas operaciones como en los dos últimos años.
- ¿También ha disminuido el número de personal de Submarinos?
- Mínimamente. Al tener que reforzar la actividad de los S-70, ha aumentado su dotación en un 20 o 25%. Como al mismo tiempo las necesidades de instrucción, adiestramiento y apoyo son básicamente las mismas, el personal de la Escuela y Base se ha mantenido. Entre Flotilla, Base y Escuela, tenemos unas 400 personas de cuyo rendimiento estoy especialmente satisfecho. En dos años no ha habido ni un solo problema de personal.
- ¿Submarinos es un destino atractivo para un marino?
- Para mí, el que más. Después de haber pasado 13 años destinado en la Flotilla, mi ilusión profesional era mandarla. Es como la culminación a mi carrera profesional. Alcanzar este mando era el mejor destino que se me podía haber asignado. La pena es que en septiembre se me acaba. Se me ha hecho corto.
- ¿Qué tiene de especial este destino frente a otros anteriores?
- Aquí todos nos conocemos. Volver a reencontrarte con suboficiales que siguen aquí desde que yo era oficial... Esto es diferente. El espíritu submarinista es un factor importante de motivación.
- Las condiciones de vida y trabajo a bordo de un submarino son muy peculiares, distintas a la de cualquier otro buque. Navegan mucho y pasan demasiados días sin ver la luz del sol.
-Tenemos barcos pequeños, donde la convivencia es muy estrecha. A veces hay situaciones muy difíciles e incomodidad. Pero eso une. Tenemos otro factor importante frente a los destinos en otros buques: la permanencia. Aquí la gente crea lazos de compañerismo y de amistad.
- El comandante del 'Tramontana' hablaba a la vuelta de su primera patrulla en Libia que el barco había dado un magnífico rendimiento a pesar de estar en su último tercio de vida operativa.
- Los barcos se están comportando especialmente bien, sí. Han sido modernizados con equipos de comunicación y guerra electrónica, específicos para incrementar la eficacia en operaciones de vigilancia, las más probables hoy en día.
- ¿Está decidido el futuro del 'Siroco' después de que no fructificaran las gestiones para su venta?
- Ahora mismo está inmovilizado. Por motivos económicos no ha podido iniciar la gran carena que debe realizar cada cinco años de periodo de actividad. La Armada está pendiente de tomar una decisión en base a la situación económica.
- ¿Hay o ha habido en algún momento riesgo de desaparición del Arma Submarina por falta de mantenimiento de buques y de adiestramiento real de dotaciones?
- Tenemos los problemas lógicos de la situación de austeridad derivada de la crisis económica que vivimos y que nos afecta a todos. Pero la Armada es seria, prevé y planifica. Tenemos planes para mantener operativos los S-70; para mantener en cantidad y calidad el personal; y, en definitiva, para mantener la operatividad de la Flotilla. Además, vamos a garantizar una transición eficaz de los S-70 a los nuevos S-80: personal perfectamente preparado para asumir nuevas responsabilidades. Así se está haciendo y las cosas van razonablemente bien.
-¿Cómo llevan los preparativos para cuando llegue el momento de estrenar los S-80?
- En la parte que me afecta, ando ocupado en las infraestructuras y la preparación de personas. Estamos terminando una obra importante para que antes de final de año lleguen los nuevos simuladores de los S-80. A principios de 2012 comenzará la preparación del personal técnico y los instructores que los manejarán. En el primer semestre los tendremos funcionando. También en 2012 se constituirá la primera dotación de quilla del S-81, que, junto con profesores de la Escuela, hará una serie de cursos específicos durante un año. Ese es el reto más importante que tenemos ahora.
-¿Quién irá destinado al S-81?
- Los mejores.
- ¿Se requiere gente con un perfil muy definido?
- Aquí todo el mundo está capacitado, pero un submarino nuevo supone un gran reto tecnológico. Por eso se procurará seleccionar a la gente más capacitada y que tenga un futuro por delante.
- ¿Qué representará para la Armada disponer de nuevos buques?
- Los S-80 van a reforzar nuestra capacidad submarina de forma notable. Se trata del submarino más moderno del mundo entre los diésel eléctricos, por su diseño y capacidades. Tecnológicamente es muy avanzado y va a aportar también un valor añadido importante en innovación que supondrá un enorme beneficio para la industria nacional. Navantia va a tener grandes posibilidades de exportarlo, con los consiguientes beneficios y la creación de empleos en Cartagena.
-¿Son muy distintos a los S-70?
- Damos un gran paso respecto a lo que tenemos ahora, pero no deja de ser un submarino con sus características operativas clásicas: la discreción, la movilidad estratégica, la autonomía logística... Lo que ocurre es que tendrá unas capacidades muy importantes, tecnológicamente más avanzadas, luego requerirán un plus de preparación. Estamos preparándonos muy a fondo para que sea eficaz desde el principio.
- ¿Se interesan sus colegas extranjeros por los S-80?
- Sí, sí. Es lo primero que preguntan. La verdad es que despierta un gran interés porque, por sus características, no hay otro igual. Yo creo que tendrá grandes oportunidades de exportación, lo que pasa es que nadie compra submarinos sobre planos.
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