Para contarnos cómo se vive en un submarino de guerra nadie mejor que Joaquin Crespo Paramo, Capitán de Navío con 46 años de servicio en la Armada, de los cuales 17 los ha pasado en submarinos. Ha estado al mando de barcos de superficie y de submarinos, además de haber sido Agregado de Defensa y Naval en el Reino Unido e Irlanda y haber trabajado para la OTAN. Nuestro colaborador José Ignacio Herce Álvarez lo entrevista para elcierredigital.com.
- Comandante -así se denominan con carácter general en la Armada a los puestos de capitán de corbeta, fragata y navío-, supongo que habrá diferentes tipos de submarinos. ¿Cómo es un submarino de guerra y en qué se diferencian?
- Hay muchos tipos, pero lo que los diferencia es la propulsión. Tenemos los submarinos nucleares de los que a su vez hay dos tipos, de ataque que llevan propulsión nuclear, pero con armamento convencional y estratégicos que llevan propulsión y armamento nuclear (en ese club hay muy pocos países destacando Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido e India que está haciendo interesantes avances en este campo). El resto serian submarinos convencionales o no nucleares, impulsados por motores diésel, pero que han mejorado muchísimo en autonomía.
En España nos movemos en el campo de los submarinos convencionales porque se decidió no incorporarse a la propulsión nuclear. El submarino S-80, el primer submarino con diseño español y que será presentado en breve, tendrá una propulsión intermedia entre el nuclear y el convencional, el denominado AYP, independiente de la atmosfera, es decir no tiene que comunicarse con el exterior para cargar sus baterías mediante el denominado snorkel.
- La imagen que se nos viene a la cabeza es que hay que moverse en espacios muy reducidos ¿Cuánta gente puede convivir en ellos y en cuanto espacio “habitable”?
- Aclaro que vamos a referirnos siempre a los submarinos de nuestra Armada. Pongamos como ejemplo de uno de los submarinos que tuve el honor de mandar: Hablamos de una nave de 1.700 toneladas, con unos 70 metros de eslora en el que conviven casi comprimidas, unas 70 personas, aunque puede funcionar con 50.
En la parte de popa que es de propulsión no “vive” nadie solo se monta guardia, la parte de mando está dedicada operaciones y tampoco “vive “nadie, pero si hay camarotes donde a veces se duerme en “cama caliente”, es decir, el que sale de guardia ocupa el lugar del que entra, y por último en proa está la de sala de torpedos y ahí incluso hay camas sobre ellos.
- ¿Quién manda allí?
- En nuestra Armada normalmente lo hace un Capitán de Corbeta que previamente ha desempeñado diferentes destinos, ha realizado un curso de especialización de un año de duración en la Escuela de Submarinos de Cartagena y que cuenta con 1.500-2000 horas de inmersión. En la marina de Estados Unidos los submarinos nucleares suelen estar al mando de un Capitán de Navío.
Un submarino en servicio en alta mar.
- En las películas vemos como los marineros se mueven de un lado para otro por interminables y estrechos pasillos, ¿Están adaptados para este tipo de vida?
- La Armada española lleva ya más de 100 años de arma submarina y lógicamente ha ido evolucionando, lo que no quita que compañeros míos aún sigan dándose coscorrones dentro de la nave o que tengan que tirarse al suelo y rodar por él hasta llegar a una litera, con los correspondientes chichones claro.
Donde estamos bien es debajo del agua, en superficie el submarino es torpe, se mueve mucho y mal y la gente sufre unos mareos horrorosos. Somos más felices cuando arriba tienen una tormenta terrible y abajo a 150 metros estamos en calma total.
Preparación especial
- ¿Hay alguna cualidad o preparación especial para poder ser parte de la tripulación?
- En principio no somos personas distintas a los demás. Hay que tener en cuenta dos cosas, primero que es un servicio voluntario y segundo que antes de hacer el curso que hemos mencionado, todo aspirante debe de pasar 24 horas en un submarino, lo que hace que muchos de ellos, después de la experiencia, abandonen la idea de continuar. No todo el mundo puede adaptarse a un submarino.
- ¿La falta de luz natural durante períodos largos es difícil de sobrellevar?
- Si. Los oficiales somos los únicos que miramos por el periscopio y los únicos que vemos el sol, de tal manera que cuando llevas más de veinte días de inmersión, el resto solo distingue el día de la noche por el color de la luz interior, normal durante el día y rojo por la noche. Hay gente que pierde totalmente la referencia, es como una cápsula espacial, pero sin ver el exterior. A veces se ponen lámparas de rayos UVA y se hace pasar a toda la tripulación.
El comandante Crespo Páramo.
- Mucha gente en poco espacio cerrado y sin aire fresco, ¿no puede nocivo para la salud?
- A efectos de jubilaciones, trienios, etc., el tiempo en submarino cuenta el doble en algunos países, no en España. Los problemas clásicos son de vista porque las distancias son muy cortas, los de piel ya que como mucho te duchas una vez cada tres días (los submarinos más modernos ya cuentan con un osmotizador que convierte en agua salada en dulce para la ducha, pero que al hacer ruido se utiliza con mucho cuidado para no ser detectados), las diferencias de presión afectan a los oídos, etc.
Un submarino en superficie.
- ¿Cuál es la profundidad máxima que puede alcanzar?
- Los convencionales en tiempos de paz, unos trescientos metros.
- Comandante, cuéntenos brevemente el día a día de en un submarino de guerra.
- La rutina diaria son ocho horas de guardia en dos turnos de cuatro horas, ocho horas de descanso y ocho horas de ejercicios del tipo lanzamiento de torpedos, zafarranchos de combate, etc.
- ¿Cuál es el periodo máximo que puede durar una misión? Me imagino que irá en función del combustible o almacenaje de alimentos.
- Yo he hecho patrullas de más de un mes sin salir a superficie, pero lo máximo en un submarino convencional son 45 días de patrulla, es muy duro.
- ¿En estas misiones largas ha llegado a vivir algún ataque de ansiedad o similar?
- No, emergencias y miedo sí, en alguna ocasión me ha tocado desembarcar a alguien de la tripulación, pero no es habitual ya que como te dije, es un trabajo voluntario y al que se va muy preparado. No obstante, algún tranquilizante si ha habido que dar.
- ¿Cómo se lleva esta cercanía de hombres y mujeres dentro de la nave?
- En los momentos de relajación comunes no se habla de religión, ni de política ni de fútbol y así evitamos conflictos. Se intenta dulcificar la convivencia mediante juegos, competiciones, etc. Lo que está claro es que todo el mundo se conoce muy bien y eso facilita la convivencia. Dentro de un submarino si te enfadas no puedes irte a casa.
Un submarino en puerto.
- ¿Puede haber intimidad en un submarino?
- Solo tiene algo de intimidad el comandante que es el único que tiene camarote individual, eso sí, lleno de instrumentos para controlar el submarino.
- ¿Puede llegar a ser a veces asfixiante?
- Por supuesto, son muchos días y como dije, a veces se hace duro terminar una misión. De hecho, hay un límite de edad que para los oficiales y suboficiales es de 42 años.
- Entiendo que habrá una limitación de agua durante toda la misión, temas como duchas, lavado de ropa… ¿cómo se solucionan?
- Cada tres días puedes darte una ducha y aprovechar para lavarte una muda. La uniformidad en submarinos es más flexible que fuera, se usa mucha camiseta, ropa muy cómoda y fácil de lavar porque lavadora no hay.
Baños comunes para hombres y mujeres
- ¿Existen espacios separados para hombres y mujeres?
- En España fuimos pioneros teniendo mujeres en submarinos desde el año 2000. La ducha es común y los dos W.C. que suele haber son comunes. No hay espacios diferenciados, aunque si hay cuatro o cinco mujeres se intenta que estén juntas. En el caso relación hombre-mujer, es el sito más seguro para evitar casos de acoso porque allí está todo a la vista.
- ¿Cómo se cocina para tanta gente, sin salida de humos?
- La cocina tiene cinco metros cuadrados y debajo una gran despensa. Antiguamente los únicos marineros eran los reposteros y cocineros. Nosotros copiamos la “catorcena” francesa, que consiste en menús preparados para catorce días, con poquísimo desperdicio y poquísimo residuo. Solo se cocina con algo de humo cuando el submarino va a dar snorkel, es decir cuando el submarino está en contacto con el exterior para recargar las baterías de la nave. Enriquecemos el menú con cositas que siempre cumplan con lo dicho de no generar humos como jamones, latas, etc., en fin, hacemos lo que podemos.
Como anécdota te cuento que a veces he llegado a llevarme un jamón que tenía colgado y del que iba dando buena cuenta durante la travesía.
- ¿Cómo se evita que los residuos salgan a flote en la costa más cercana?
- El tema de la gestión de las basuras es algo tan complicado que es responsabilidad única del segundo comandante de abordo. Existe un tubo lanza basuras para lanzar los residuos al mar que si abre mal o no se manipula adecuadamente puede hundir el submarino. La basura se recoge en bolsas con un plomo dentro para que caiga al fondo, siempre con residuos no contaminantes.
En cuanto a los residuos fisiológicos, van a un tanque que periódicamente mediante la maniobra de “soplado de sanitarios” por la que un chorro de aire comprimido los expulsa al exterior, lo que también tiene su peligro no creas.
- El médico de a bordo es poco menos que un semidios, ¿no?
- Normalmente contamos con un subteniente ATS y aquí lo realmente importante es donde se produce la emergencia. Si está cercano a puerto se vuelve al mismo y sin problema, si te pasa en mitad de una operación, hay que salirse de la zona de patrulla para no ser detectados e intentar la evacuación con la ayuda de un helicóptero. Un submarino es un mal sitio para accidentarse o ponerse enfermo…y por desgracia ocurre.
Partidos de fútbol
- Durante toda la travesía, ¿existe comunicación con el exterior, más allá de la puramente técnica o profesional? ¿Cómo pasa el tiempo dentro del submarino?
- Yo recuerdo que hace años la única comunicación con el exterior era conocer los resultados de los partidos de fútbol del domingo, que se esperaban con ansiedad. Hoy día se puede conectar un móvil a una antena del submarino y a cota periscópica si estás cerca enlazar, pero la misión y la naturaleza del submarino que es fundamentalmente silenciosa, no te permite que alguien se dedique a poner en Facebook donde está de patrulla, por ejemplo. Durante el tiempo de servicio solo los oficiales tienen acceso a las comunicaciones externas lo que a veces, cuando hay alguna mala noticia para algún miembro de la tripulación te pone en una difícil tesitura a la hora de tomar la decisión de comunicarla o no.
- Comandante, ¿Qué se siente en la inmensidad del océano dentro de un submarino?
- Un sentimiento de alerta constante y mucha soledad.
- ¿Qué se oye dentro de un submarino?
- El submarino es todo oído, es ciego, pero escucha muy bien. Dentro, en los de propulsión eléctrica silencio y tranquilidad. También se escucha el ruido biológico, ballenas, cachalotes delfines, que siempre navegan a nuestro lado.
- ¿Cuál es para usted el “alma” de un submarino?
- El comandante sin duda. Si en algún sitio existe el mando pleno es en un submarino, absolutamente todo depende de él.
- ¿Qué es lo que más se echa en falta en el submarino?
- Sin duda la familia, comer y beber bien, el aseo diario y confortable.
- Comandante, en su dilatada trayectoria como marino seguro que habrá tenido experiencias como para escribir un libro sobre ellas, cuéntenos alguna curiosa.
- Muchas, pero recuerdo en el submarino Narval hace muchos años, a un suboficial mecánico, rudo, de gran experiencia y muy querido que abandonaba el servicio y pidió poder ver por el periscopio. Se le permitió y comenzó a mirar por él cuando, de repente pide ver al suboficial y comunica que ha visto una vaca…imagínense ustedes la situación cuando el mecánico lo primero que ve en su vida por el periscopio es una vaca muerta e hinchada.
Nuestro agradecimiento al Novotel Madrid Center y a su Jefa de Relaciones Publicas, Lucía Salcedo, por las facilidades para realizar esta entrevista.
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