El Gobierno ha respondido a IU que los problemas detectados en el proyecto de construcción del submarino S-80, que ha obligado a aumentar su presupuesto en más de 700 millones de euros, según esta formación, son "habituales" para este tipo de diseños de alta tecnología.
De esta forma, el Ejecutivo ha respondido por escrito a una pregunta que le planteó el portavoz de IU en la Comisión de Defensa del Congreso, José Luis Centella, en la que recuerda que esta dotación adicional, sumados a los 2.250 millones asignados en un principio, representan una inversión total de cerca de 3.000 millones.
Según el escrito de la pregunta que formuló Centella, los errores en el proyecto, que impedía al submarino navegar por sobrepeso, son consecuencia de "fallos e imprevisiones" tanto del proyecto en sí, que lleva a cabo la empresa pública Navantia, como de su desarrollo en ingeniería.
Y esto ha supuesto, en su opinión, un "mazazo" a la imagen y credibilidad tecnológica de la compañía a nivel internacional.
El Ejecutivo le replica que problemas de estas características también han sucedido en otros países y confirma su compromiso de seguir adelante con este programa, aunque ve "prematuro" adelantar fechas de entrega.
Para el Gobierno este programa es una apuesta tecnológica a largo plazo y que persigue dotar a las Fuerzas Armadas de las capacidades "tácticas y estratégicas necesarias futuras" y, además, proporciona a la industria naval capacidades "punteras" que le permitirán competir en el mercado internacional con un producto propio.
Durante la fabricación del submarino S-80 se detectaron algunas desviaciones relacionadas con el balance de pesos de la nave, lo que obligó a llevar a cabo un proceso de "reingeniería".
Inicialmente, estaba prevista la entrega a la Armada de cuatro submarinos en 2015, 2016, 2018 y 2019.
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