*El artículo esta enfocado en Sudamérica
Las nuevas tecnologías militares instaladas a bordo de modernos submarinos han forzado cambios interesantes en el concepto operativo tradicional de una misión Anti-Submarina (ASW). Estos incorporan tecnologías que les permiten ser más sigilosos y, por tanto, más difíciles de detectar, lo que les confiere una ventaja táctica sobre sus oponentes.
Estos sumergibles añaden tecnologías de ataque avanzadas y coordinadas lo que les permite, no solo atacar con éxito los recursos ASW desplegados, sino también atacar objetivos civiles desde distancias muy grandes, por lo que la amenaza submarina actual ha ganado en superioridad táctica a las fuerzas ASW.
Además, no se puede dejar a un lado los nuevos escenarios geopolíticos que recomiendan restringir las fuerzas ASW cerca de las costas (Brown Waters).
Prensa Exponaval 2016 conversó con Ignacio Gutiérrez Suanzes, quien es el responsable de la Línea de Negocio ASW de SAES y que estará ahondando sobre estas nuevas tecnologías en el marco de las charlas técnicas que se desarrollarán en esta exhibición naval y marítima que se efectuará desde el 29 de diciembre al 2 de diciembre, en la Base Aeronaval Concón, Chile.
Las nuevas tecnologías militares instaladas a bordo de los nuevos submarinos han forzado cambios en el Concepto Operativo tradicional de una misión Anti-submarina (ASW). ¿Cómo observa esta situación en el escenario sudamericano?
Pese a las tensiones políticas existentes, creo que es impensable pensar en un conflicto armado entre los países sudamericanos.
Sin embargo, son varios los países que han invertido, en los últimos años, en materia submarina; Brasil construye cuatro submarinos de la clase Scorpène más uno nuclear, Colombia está modernizando sus cuatro submarinos (2 unidades U206 y 2 unidades U209/1200), Chile adquirió 2 submarinos Scorpène que se sumaron a los dos de clase U-209 que ya tenía.
En cuanto a proyectos submarinos que han de llegar a corto y medio plazo; Perú planifica la modernización de los submarinos U209-1200 clase Angamos; Venezuela lleva años pensando en un reemplazo de sus submarinos convencionales; y Argentina y Ecuador deberán afrontar una modernización.
Por otro lado, la economía de un país depende, en gran medida, del buen control de sus zonas marítimas. Por citar algunos ejemplos:
La costa de Chile tiene más de 5.000 kilómetros. Además, Chile cuenta de un conjunto de pequeñas islas y archipiélagos en el Pacífico Sur (Chile insular continental) y de las islas Sala Gómez y Pascua (Chile insular oceánico). Existen tensiones históricas con su vecina Perú por la delimitación marítima. Además, Chile está dentro del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), siendo críticas las rutas marítimas comerciales con sus socios asiáticos.
Para la economía Argentina son críticas las exportaciones de cereales, alimentos y materias primas. También depende de las importaciones de petróleo. Casi todo el comercio exterior (exportación e importación) se hace por vía marítima. Por este motivo, Argentina debe ejercer el control del mar en las líneas marítimas del Atlántico Sur y asegurar las líneas de comunicación.
Colombia posee un inmenso territorio marítimo rico en recursos naturales, que se extiende entre el Caribe y el Pacífico. La protección de esta zona depende de su armada. La salida al océano es crítica para Colombia, ya que supuestamente es rica en petróleo. Además del conflicto latente con sus vecinos por los archipiélagos que Colombia posee lejos de sus costas.
Antes esta situación geopolítica en Sudamérica, los sistemas de lucha antisubmarina (ASW) se hacen fundamentales, pero los nuevos sistemas deberán afrontar nuevas tecnologías submarinas que los hacen más difíciles de detectar.
En este sentido, SAES ofrece una variada oferta de sistemas ASW diseñados para estar operativos en cualquier plataforma (aviones, helicópteros y buques de combate). Concretamente, en Sudamérica, el sistema SPAS (Sistema Procesador Acústico de Soonoboyas) desarrollado y fabricado por SAES se encuentra plenamente operativo en los aviones P-3 Orion del ejército aire de Brasil y en los aviones C-295 Persuader de la Armada de Chile.
¿Podría profundizar respecto a los nuevos retos en la lucha anti-submarina?
Como he comentado en el punto anterior, existen dos razones fundamentales que avalan la necesidad de cambiar el concepto operativo tradicional de las misiones ASW:
Nuevas tecnologías militares.
Nuevos escenarios geopolíticos.
Las nuevas tecnologías militares instaladas en las amenazas submarinas les han conferido una superioridad táctica sobre las fuerzas ASW. Algunos ejemplos de avances tecnológicos son:
Sistemas AIP (Air Independent Propulsion) diseñados para configuraciones híbridas. Esta posibilidad permite a los nuevos submarinos prolongar el tiempo de inmersión sin necesidad de hacer snorkel.
Sistemas de combate totalmente integrados y capaces de adoptar decisiones centralizadas y más eficaces.
Torpedos más ligeros con funcionalidades avanzadas como la propulsión térmica, resistencia a las contramedidas o mayor capacidad de destrucción.
Avanzados misiles anti-buques que permiten atacar a las fuerzas ASW desde grandes distancias, lo cual dificulta y hace más compleja la planificación de una misión ASW.
Por otro lado, es evidente que, para la economía de los países, cualquier colapso de las rutas de tráfico marítimo puede tener graves consecuencias.
¿Qué factores se deberían potenciar en una misión ASW que ayude a preservar la superioridad táctica?
Se ha de aumentar el área de cobertura de una misión ASW, ya que las fuerzas desplegadas se han de situar más cerca de la costa. Además, un ataque submarino se puede realizar desde distancias grandes.
Para conseguir un área de mayor cobertura se requiere desplegar más unidades ASW. Estas unidades deben coordinarse en tiempo real con el objetivo de compartir la misma información táctica y, así, adoptar decisiones eficaces que permitan usar todas las fuerzas ASW como si fueran una única y poderosa arma.
Otra mejora que ayudará a aumentar el área de cobertura es el multiestatismo, capaz de correlar e integrar la información proveniente desde distintos sensores (sonoboyas, sonares…) pertenecientes a diferentes plataformas.
Es importante contar con una base de datos de inteligencia acústica (ACINT) que ayude a localizar las amenazas.
Por último, la amenaza es tan peligrosa, que cualquier fallo operativo puede tener consecuencias devastadoras. Es importante que el operador mejore cada día sus capacidades operativas, a través de entrenamientos adecuados y constantes.
SAES ha evolucionado sus sistemas ASW con el fin de cubrir cada uno de estos retos tecnológicos. Nos avalan más de 20 años de experiencia. Gracias a nuestro objetivo primordial de mejora continua, hemos conseguido estar a la vanguardia de los sistemas ASW, y, sobre todo, de crear una relación de confianza con nuestros clientes.
Un claro ejemplo, es el sistema Remote Operation ASW (ROASW). Muy probablemente, el sistema ROASW es el sistema ASW más avanzado del mercado.
¿Cómo podrían los países sudamericanos, considerando sus presupuestos limitados, hacer frente a esta amenaza submarina?
Para hacer frente a la amenaza submarina es imprescindible invertir en una solución ASW completa, eficiente y eficaz. Una inversión incompleta, por muy pequeña que sea, es una inversión fallida.
Un sistema ASW completo debe cubrir cada una de las fases típicas de una misión ASW:
Preparación de la misión (Briefing).
Operación de la misión ASW.
Análisis post misión (debriefing).
Es cierto que los sistemas ASW tradicionales requieren de plataformas complejas y caras de mantener, y países con presupuestos limitados podrían tener problemas para hacer frente a amenazas submarinas.
Los países con presupuestos limitados deben comenzar buscando plataformas ASW fáciles de mantener y eficaces a costes reducidos.
Para ASW naval, mi recomendación es buscar buques pequeños y rápidos con capacidad de transportar helicópteros pequeños, en los cuales no haya necesidad de tener ningún operador dedicado, ya que todo deberá ser operado de forma remota desde el buque. En el helicóptero suelen tener únicamente un piloto y un copiloto, los demás sensores (acústico, RADAR, electro óptico) son operados de forma remota desde el buque.
Para misiones ASW con aviones, Chile es un buen ejemplo en la toma de decisiones. Chile ha decidido apostar por el avión C-295 y lo ha dotado con capacidad ASW (C-295 Persuader). Además de misiones ASW, el avión C-295 es capaz de realizar gran variedad de misiones alternativas de manera muy efectiva: transporte táctico y logístico, lanzamiento de paracaidistas y de cargas, evacuación médica…. Existen plataformas alternativas, pero ninguna con la versatilidad que propone el modelo C-295.
Quisiera resaltar la importancia de contar con sistemas de apoyo a la misión, como analizadores acústicos y entrenadores. Los primeros ayudarán a la preparación de la misión ASW, aumentando considerablemente su probabilidad de éxito gracias a la gestión de bases de datos de inteligencia acústica. Los segundos, ayudarán a mejorar las habilidades operativas del operador, aumentando la eficiencia de las misiones.
SAES proporciona soluciones diferentes en función del cliente, desde grandes estaciones de apoyo en tierra (como es el caso de Brasil o España) hasta funcionalidades de análisis post misión embebidas en el propio equipo embarcado.
Plataformas versátiles con capacidad de desarrollar múltiples misiones, así como sistemas capaces de adaptarse a las necesidades de cada cliente, son la base de una buena inversión en países con presupuestos limitados.
SAES
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