Mucha gente cuando oye hablar de Drones se imagina esos objetos voladores no identificados que tienen diversidad no sólo a nivel de formas, tamaños y métodos de propulsión pero, la verdad sea dicha, también, existen modelos que funcionan en el agua.
En general, el concepto de dron según Wikipedia se limita a: un “vehículo aéreo no tripulado” pero, con el pasar del tiempo, las cosas se han dirigido hacia las profundidades de los siete mares. Por lo mismo, en el CES 2019, fue posible ver varios Drones acuáticos con múltiples propósitos.
Algunos de ellos, además de tener formas muy sinuosas y orgánicas, pueden llegar a asustar a más de un bañista que se encuentre con una aleta tipo “tiburón” y una forma que simula la de un temido escualo de dos metros de largo y 60 kilogramos de peso.
Ahora bien, la idea detrás del Robo-Shark no es asustar a los desprevenidos espectadores sino, la de ayudar a los usuarios a tener una forma apta para esquivar los obstáculos submarinos y lograr una velocidad de 10 nudos por medio de la aleta multi-articular que le permite dirigir el caudal y disminuir el ruido sin tener que usar una turbina para seguir a un determinado objetivo.
También existen Drones con el tamaño y la forma de un pescado como “Bionic-RoboFish” que sirven para explorar, evadiendo obstáculos desde la perspectiva de un pequeño pez, todo con la finalidad de grabar video, tomar fotos y, de ser necesario, volver a algún punto predeterminado de manera autónoma en caso de perder la señal del usuario o quedarse casi sin batería.
¿Para dónde van los Drones?
Apesar de las anteriores tipologías que tienen diseños orgánicos y mucha influencia de la biónica, es difícil saber ¿Cuál será la siguiente frontera a la cual llegaremos con estos Drones o vehículos autónomos no tripulados?. Lo que sí es posible afirmar es que: ya no sólo estarán en el aire, el agua, también, es parte de su ambiente y, según algunos prototipos que vimos en el CES 2019, los bomberos están tratando de usarlos para extinguir fuegos que se han propagado en lugares de difícil acceso.
Felipe Lizcano
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