01 diciembre 2019

Una de submarinos

La noticia bomba del día es la captura de un submarino en Vigo diseñado para transportar droga. Había sido perseguido por todos los servicios secretos del mundo. Lo del transporte marítimo, especialmente la cocaína colombiana no es nada nuevo. En mi exitosa novela, ‘El paralejo gallego’, desgraciadamente en inglés que nadie lee en la Nación de Breogán, narro como una organización transportaba toneladas de cocaína camuflados dentro de las defensas ‘huecas’ de una flota de yates que iban de Vigo a Falmouth, Inglaterra. Las llenaban de noche anclados en las Islas Cíes. Pero volvamos a lo del submarino. Históricamente, los submarinos llegaron a transformar las guerras navales para siempre especialmente las guerras mundiales. Quizás para España fue durante la primera, el hundimiento del buque de pasajeros ‘Lusitania’ por un submarino alemán en donde falleció el compositor catalán Enrique Granados cuando viajaba a los Estados Unidos. Ya en la segunda, una vez conquistada Francia en 1940, la armada alemana controlaba todos los puertos hasta la frontera con España. Durante los próximos 2 años, antes de que entraran los americanos, la flota alemana de ‘U-boats’ dominaba el Atlántico Norte y casi acabó con el suministro de víveres al hundir millones de toneladas de barcos de carga que los transportaban desde USA al Reino Unido. El libro ‘El Mar Cruel’ del escrito ingles Nicholas Monsarrat, aunque con personajes ficticios lo cuenta casi como una documental de lo que ocurrió. Sin embargo, poco a poco los aliados, con avances en el diseño de detección sonar y nuevos aviones de reconocimiento con mas alcance de vuelo dieron la vuelta a la situación y los submarinos de la flota alemana de almirante Karl Dönitz se convirtieron en ataúdes metálicos para miles de marinos alemanes. La famosa película ‘Das Boat’ además de ser luego una magnifica serial describe de forma cruel la vida de estos marinos. Aparte de la historia, como esta película trágica las comedias hicieron su hueco por todos los costados. Una de las canciones de los Beatles se tituló ‘El submarino amarillo’ convertido luego en una película de dibujos animados. Los actores Cary Grant y Tony Curtis fueron protagonistas de una comedia, ‘Submarino Rosa’. Nave que entró en la guerra por estar pintado con una mezcla de blanco y rojo por falta del color gris. ‘La Caza del Octubre Rojo’, con Sean Connery, comandante de un submarino ruso durante la Guerra Fría acusado por la CIA de preparar un ataque nuclear. Vigo tuvo su historia cuando fue un refugio para la flota alemana. Lo describe muy bien en su el libro ‘Vía Vigo’, José Ramón Cabanelas al relacionarlos con la interrupción de las comunicaciones tanto del Cables Inglés como el Cable Alemán causado por los mismos submarinos. Al pasar los años la tecnología avanzaba y aparecieron los submarinos propulsados por energía atómica. El incidente más famoso fue el trágico hundimiento del acorazado ‘Belgrano’ en la Guerra de las Malvinas por un torpedo del submarino HMS ‘Conqueror’ de la Royal Navy. También han tenido su rifirrafe con España cuando otro de la Royal Navy, el HMS ‘Sceptre’ en el 2005 atracó en Gibraltar para ser reparado por fallos ‘desconocidos’. Volvamos al actual artilugio ahora en manos de las autoridades que pasara a ser parte del largo proceso judicial. ‘¿Y luego?’ Típica pregunta gallega. ¿Qué les parece regalarlo al Museo del Mar como una nueva atracción? O quizás montarlo al lado del ‘Bernardo Alfageme’. No cabe. ¡No! Lo prefiero en mi barrio. Propongo que el Concello le haga hueco en el nudo de Isaac Peral junto a los ‘rederos’ como si estuviesen tirando de él.

James Skinner

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