Por: mallorcadiariodenautica.com el 30 septiembre 2014
El conglomerado empresarial sueco Saab ha hecho pública su interés en presentar una oferta al programa de los futuros submarinos australianos que sustituirán a los seis buques de la clase Collins con los que ahora cuenta. La compañía sueca, según informa infodefensa.com, quiere concurrir con una versión de 4.000 toneladas de su clase A26 –originalmente de 3.000 toneladas– con la que presentará batalla principalmente a la oferta japonesa de sumergibles de la clase Soryu, de las empresas Kawasaki y Mitsubishi, y la opción alemana del diseño Tipo 214, de ThyssenKrupp.
Foto: Submarinos suecos de la clase A-26, sobre los que se basa la propuesta de Saab para la RAN.
El programa del futuro submarino australiano, valorado en una horquilla de entre 18.000 millones y 27.000 millones de dólares (entre 13.900 millones y casi 20.900 millones de euros), dio un giro importante después de que el primer ministro Tony Abbott, del Partido Liberal, plantease la posibilidad de que estas nuevas naves se construyesen fuera del país. La oposición ha criticado esta medida que considera que favorece a las ofertas alemana y japonesa.
En el proceso también tienen opciones el astillero francés DCNS y un posible desarrollo norteamericano, si bien aún no se encuentra entre los formalmente considerados. El portal australiano Financial Review, que recogía el viernes la noticia sobre las intenciones de Saab, no contemplaba entre las contrincantes a la española Navantia con su S-80, que fue una de las opciones manejadas en primera instancia.
Foto: La clase alemana 214 es otro de los contendientes en la carrera.
Aún no se ha confirmado cuántas unidades serán encargadas, si bien se conoce que las cifras que se barajan oscilan entre los ocho y los doce submarinos, apunta Defense News. A la caza de este gran pastel se une ahora Saab, que ya ha anunciado al gobierno de Australia su “disposición y capacidad” para proveerle de un modelo avanzado de próxima generación como el requerido por el país. Su consejero delegado, Håkan Buskhe, ha aclarado que la empresa aún no ha presentado una oferta formal, pero sí que lo hará si “el cliente está dispuesto a escuchar lo que tenemos que ofrecer” y a abrir la competencia a la opción de Saab.
El tardío anuncio de la compañía sueca de sumarse al programa llega después de que hace menos de tres meses se hiciese con ThyssenKrupp Marine Systems AB por 37 millones de euros, una empresa especializada en submarinos que anteriormente ya le había pertenecido, bajo el nombre de Kockums, y que acabó en 2005 en manos de ThyssenKrupp en una operación que en Suecia levantó sospechas de una posible intención de la compañía alemana de tratar de acabar de este modo con un competidor.
Foto: La propuesta presentada por Japón basada en la clase Soryu tiene muchas posibilidades.
Kockums fue la compañía que diseñó en su momento la clase Collins –seis unidades fueron entregadas a la Armada australiana entre 1996 y 2001– que ahora busca sustituir Australia, por lo que Saab entraría con la ventaja de haber trabajado ya para el mercado australiano.
La oferta que Suecia presentará a la Marina Real de Australia, de tener finalmente lugar, se espera que esté basada en el submarino A26, de 3.000 toneladas, en el que Saab está trabajando ahora para la Armada Real de su país, y cuya primera unidad de las cinco planteadas está previsto que sea entregado en 2013.
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