22 mayo 2020

Operaciones Especiales: Submarinos británicos en el conflicto de Irlanda del Norte.

A mediados de la década que comenzó en 1970 el conflicto en Irlanda del Norte se encontraba en apogeo. Hay que recordar que las facciones en pugna resultaban los unionistas (mayormente protestantes), que querían seguir atados al Reino Unido y, por el otro lado, los republicanos (católicos), quienes eran minoría en la población y abogaban por una Irlanda del Norte independiente y/o unida a la República de Irlanda. 
En 1969 había intervenido el Ejército Británico (en el marco de la Operación Banner), el cual fue recibido inicialmente como garante de paz frente a los diversos brazos armados de las comunidades enfrentadas. Sin embargo, las muertes de civiles desarmados por parte del 1 PARA (1er Batallón, Regimiento de Paracaidistas) el “Domingo Sangriento” (30 de enero de 1972) había provocado un rechazo de la población republicana a lo que rápidamente se consideró una fuerza de ocupación y afín a los unionistas, lo cual también redundó en un aumento del apoyo al Ejército Republicano Irlandés Provisional (PIRA, por sus siglas en inglés).

En un conflicto complejo, comenzó a tomar vuelo propio la Operación Grenada (Granada), nombre en clave para el despliegue de unidades de la Royal Navy y de los Royal Marines en apoyo de las unidades del ejército. Su presencia en la cercanía de las costas norirlandesas tenía un fin disuasorio en general, pero también una utilidad concreta, cuál era la de impedir que armas, municiones y explosivos arribaran por vía marítima a los combatientes.
Los submarinos británicos no fueron ajenos a esa operación.
Los primeros días del año 1975, arribó al submarino HMS Cachalot (diesel / eléctrico y de la clase Porpoise) una orden proveniente de la Base Naval de Clyde (asiento del comando a cargo de operaciones en Escocia y Irlanda del Norte – FOSNI), a los fines de alistarse para una misión con las fuerzas especiales. El nombre clave de la operación fue Awless (Horrible). 

Inteligencia había recibido información que el PIRA estaba planeando desembarcar armamento en la costa en el futuro cercano, señalándose las áreas posibles donde ello ocurriría.
Las órdenes recibidas implicaban que el HMS Cachalot debía zarpar con 6 comandos del SBS (Special Boat Squadron), quienes desembarcarían a partir del 11 de enero cerca de Torr Head en tres pequeñas canoas (o kayaks)  y serían recuperados el día 16 en las inmediaciones de Garron Point. El submarino debía permanecer en las inmediaciones hasta el embarque total de los SBS.  La operación resultaba extremadamente secreta (se remarcaba ello en todo momento) pero, en tanto se consideraba que el PIRA carecía de capacidad para interceptar emisiones electrónicas, se autorizó el uso discreto del radar del submarino.
Una sección de helicópteros Sea King del 819 Naval Air Squadron estarían en alerta por cualquier problema que pudiera suceder durante la operación.
Una vez en tierra, los comandos debían analizar posibles zonas de desembarco enemiga en el área (el Grupo X, de cuatro hombres), así como establecer un puesto de observación (el Grupo Y, con los dos hombres restantes) 
El submarino, finalmente, zarpó de su base habitual de Faslane (Escocia)sin mayores complicaciones y, luego de una corta navegación, arribó al área de operaciones en horas nocturnas el 11 de enero. Allí, a la distancia, realizó un primer reconocimiento lejano del área de desembarco (en superficie y sin luces de navegación), aprovechando los hombres del SBS para observar la costa con sus visores nocturnos y, apenas más tarde, se realizó un reconocimiento por periscopio a muy corta distancia (menos de una milla).

Sin embargo, el mal clima y un mar embravecido complicó la fase de lanzamiento de las canoas (que se realizaba con el submarino en superficie), debiéndose aclarar que se realizaba en dos puntos del mar diferentes.
Si bien el kayak del Grupo Y pudo ser lanzado en condiciones marginales y el submarino se dirigió a su próximo punto de lanzamiento, la primera de las canoas del Grupo X se dio vuelta, teniéndose que abortar momentáneamente la misión hasta que el kayak y los hombres fueron recuperados. El tiempo era tan malo que recién se pudo desembarcar a los miembros del Grupo X el día 14 de enero a las 2354z.
El submarino se retiró de la costa, permaneciendo sumergido.
La fase de recuperación, que se había pospuesto para las primeras horas del día 17, tampoco resultó fácil, en tanto el HMS Kirkliston un barreminas clase Ton de la Royal Navy (que no estaba alertado de la presencia del submarino ni de los SBS, ni tampoco estos estaban autorizados a contactarlo), casi colisiona al HMS Cachalot cuando se encontraba en plano periscopio. Problemas de los SBS en tierra hicieron que solo aparecieron dos kayaks, mientras que los restantes miembros de la patrulla de comandos se exfiltraron por medios terrestres (en un rodado civil que los pasó a buscar).

El barreminas HMS Kirkliston.

Pese a todos estos problemas (incluyendo que uno de los SBS tuvo que ser hospitalizado por pie de trinchera), el comandante del submarino (Lieutenant Commander R S Wraith), consideró a la misión “muy exitosa”.
El comandante de la fuerza de submarinos (FOSM, por sus siglas en inglés), tuvo la misma opinión, pero también indicó que muchos de los peligros enfrentados podrían evitarse en el futuro de contar sus submarinos con un intensificador de imagen en el periscopio (tal como se estaba desarrollando para los submarinos nucleares de ataque de la clase Swiftsure) y poder, de tal forma, realizar reconocimientos de las orillas en horas nocturnas.
La apreciación del comandante de fuerza fue rápidamente receptada y se encomendó al submarino de la clase Oberon (sucesor de la clase Porpoise) HMS Osiris (Lieutenant Commander D J Littlejohns), realizar a fines de julio de 1975 una patrulla con un intensificador de imagen en las cercanías de Garron Point. Se la denominó Operación Awless, pero rápidamente el Comandante en Jefe de la Flota pidió modificar el nombre, para evitar confusión con la llevada a cabo en enero: se modificó entonces a Operación Artelot.
Sin embargo, la operación estaba condenada desde el inicio. Los equipos de radio en el submarino y el plan de comunicaciones eran deficientes, sin un canal directo de comunicación con fuerzas militares o policiales que pudieran explotar inmediatamente la inteligencia que el submarino obtuviera.

Arribado al área de operaciones el 24 de Julio, el HMS Osiris comenzó a realizar reconocimiento y vigilancia de la costa, utilizando los dos periscopios (observación y ataque) en horas nocturnas y utilizando esporádicamente el periscopio de ataque en horas diurnas. El equipo de visión nocturna resultó deficiente, solamente pudiendo detectar a un blanco oscurecido dentro de las 1.000 yardas. En todos los casos, se exponía también el equipo MAE, así como se monitoreaban comunicaciones en HF y VHF.
Vale agregar que el submarino se retiró de la costa las tardes de los días 25 y 26, para realizar recarga de baterías via snorkel.
El único contacto sospechoso ocurrió a las 2100z del 27 de julio, cuando dos embarcaciones pequeñas a motor fueron detectadas en las cercanías de Red Bay y, si bien en un primer momento se los tomó por pescadores, una segunda mirada comprobó que carecían de elementos de pesca. Asimismo, una luz blanca pequeña provenía de la costa, entendiéndose que estaba guiando a las embarcaciones.
Pero los botes ya se habían retirado hacía rato cuando desde tierra se recibió el mensaje del submarino informando de esta rara situación. Se envió al barreminas HMS Kirkliston a investigar, pero ya era muy tarde.

Derrota del submarino HMS Osiris en la Operación Artelot.

Sin embargo, siendo un concepto de operación moderamente exitosa, se repitió la misión entre el 16 y 18 de noviembre de ese año 1975, utilizando entonces al submarino HMS Opossum. El cual tuvo los mismos problemas en los equipos de comunicaciones que su gemelo el HMS Osiris.
Para fines del 1975 (que se había convertido en un año especialmente sangriento en el conflicto de Irlanda del Norte), el comando de la fuerza de submarinos (FOSM) consideró que dichas patrullas eran un “uso apropiado de los recursos”, recomendando al comandante en jefe de la flota que se siguieran con las mismas, aún en detrimento de otras operaciones programadas.
Se designó entonces, nuevamente, al HMS Cachalot para la nueva patrulla de vigilancia encubierta, también teniendo como norte el prevenir el tráfico de armas y explosivos en la zona de conflicto. Como cambio de las dos operaciones anteriores, se hizo hincapié en la seguridad y celeridad de las comunicaciones con los diversos cuarteles en tierra, obteniéndose un radioteléfono para ser montado en el submarino.

Nació de tal forma la Operación Aver, en enero de 1976. El Cachalot no tuvo contactos de importancia, pese a que vigiló a varios buques mercantes y a la flota pesquera que operaba en las inmediaciones de su área designada. El submarino tuvo el apoyo del barreminas HMS Bildeston. Las comunicaciones no fallaron, y los reportes de los involucrados mencionan la mejora en el comando y control de las operaciones, así como que las coordinaciones funcionaron perfectamente. FOSNI consideró que la Operación Aver “probó exitosamente los cambios introducidos recientemente para el comando y control de los submarinos empleados en apoyo de la Operación Grenada”.
Las misiones de submarinos en apoyo a la Operación Grenada continuaron hasta fines de la década del ´70 y posiblemente después.
Un uso interesante de los submarinos para vigilancia de costas, en el marco de un conflicto de baja intensidad.
Una lección para el presente y futuro.

Mariano Sciaroni

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