26 julio 2014

Desalojan a 70 bañistas en Peñíscola por una bombeta de un submarino

Un tramo de la playa Norte de Peñíscola vivió en la tarde de ayer unos momentos de sobresalto, debido al hallazgo en la orilla de una bombeta antisonar que suelen lanzar los submarinos.
El aviso de unos bañistas, al final de la tarde, provocó la movilización de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil, ante la posibilidad de que pudiera entrañar un riesgo para los bañistas y turistas.
El objeto en cuestión es, según las primeras hipótesis, una baliza militar como las que usan los submarinos para no ser interceptados por los aparatos de sonar. Elementos parecidos sirven también para medir la profundidad marina. El uso inadecuado de este material podría ser potencialmente explosivo, por lo que cuando se dan hallazgos de estas características se procede a su retirada por parte de artificieros. La Guardia Civil se ha hecho cargo la bombeta e investiga los motivos por los cuales el objeto ha llegado hasta la orilla, pese a que fuentes fidedignas apuntaron a que las mareas pudieron arrastrarla hasta la playa en cuestión.
Tras conocer la existencia de este elemento en el litoral se procedió a la evacuación del tramo en el que se había encontrado, así como su acordonamiento por parte de la Guardia Civil y de la Policía Local de Peñíscola.
Se trata de una zona situada a escasos metros del límite con Benicarló, a unos cinco kilómetros del centro de Peñíscola.
Sobre unas 70 personas tuvieron que cambiar de ubicación o marcharse de la arena, en una jornada en la que las playas de la ciudad tenían una importante presencia de bañistas. Desde el paseo, fueron muchos los curiosos que siguieron las evoluciones de los hechos, desde el acordonamiento hasta la retirada del proyectil. Sobre las 19.45 horas, el espacio recuperó la normalidad, sin que se dieran mayores incidentes.
No es la primera vez que se encuentran materiales de este tipo en la costa española. En ocasiones, estas bombetas también son recogidas de forma involuntaria por barcas de pesca, tras engancharse a las redes de arrastre.
La bombeta antisonar comprende una carga activa de magnesio susceptible de reaccionar con agua y generar burbujas para que los submarinos no sean localizados. 
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