El 10 de julio de 1945, más de dos meses después de la capitulación de las fuerzas alemanas en Europa, el submarino U-530 emergió a unos cinco kilómetros de la base naval de Mar del Plata, en Argentina. Este submarino de la clase IX C/40, con una tripulación de 54 hombres, había sido botado en julio de 1942 y se encontró bajo el mando del Teniente de Navío Otto Wermuth.
El U-530 se convirtió en el centro de atención y especulación, ya que surgieron preguntas sobre su misión y actividades en la costa argentina. Aunque su comandante negó cualquier implicación en el hundimiento del crucero brasileño Bahía, la prensa brasileña lo dijo como responsable de la tragedia que cobró la vida de 336 tripulantes.
El submarino fue autorizado a atracar en la Dársena de Submarinos de Mar del Plata, donde fue inspeccionado por las autoridades argentinas. Antes de su llegada, la tripulación arrojó al mar varios objetos, incluyendo la bitácora, cartas de navegación, torpedos y otros equipos considerados "secretos".
Durante los días siguientes, numerosos visitantes, incluidos los agregados navales británicos y estadounidenses, subieron a bordo del U-530. Sin embargo, surgieron misterios y teorías sobre la presencia de submarinos alemanes en la costa argentina antes de su rendición. Algunos testimonios hablaron de avistamientos de submarinos emergiendo cerca de la costa y operaciones sospechosas.
Además, se encontraron objetos relacionados con el submarino en la zona de Miramar, como un cuchillo de alpaca con el logo de Krupp Berndorf, proveedora de cubertería para submarinos alemanes. Estos hallazgos alimentaron las teorías sobre posibles desembarcos y actividades secretas.
Después de su rendición, la tripulación del U-530 fue internada en Argentina y el submarino fue entregado a representantes de la Armada de Estados Unidos en Buenos Aires. Finalmente, el U-530 fue utilizado como sumergible experimental y hundido en ejercicios en noviembre de 1947.
A pesar de los interrogantes y los relatos de avistamientos, los secretos del U-530 y su presencia en la costa argentina siguen sin resolverse por completo. El misterio que rodea a este submarino y sus actividades antes de su rendición continúa intrigando a historiadores y entusiastas de la Segunda Guerra Mundial, incluso con la posibilidad que el mismísimo Adolf Hitler, haya desembarcado.
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