CARTAGENA. El submarino Galerna encara la recta final de su quinta (y última) gran carena y se prepara para volver a su "periodo operativo" tal y como indican las redes sociales de la Armada. El sumergible de la clase S-70 se hizo a la mar durante cuatro días hace tan solo una semana para llevar a cabo diferentes pruebas de plataforma. Superadas éstas, la dotación espera día y hora para volver a estar en activo.
A finales de 2017 se puso en marcha esta gran carena que supuso una inversión de más de 43 millones de euros. Con ella la Armada ha podido contar con un submarino totalmente renovado, actualizado y operativo durante los próximos cinco años. Navantia ha desmontado y montado de nuevo los más de 15.000 elementos que tiene el submarino. Ha efectuado una inspección minuciosa del casco resistente, casco exterior y elementos estructurales no desmontables, con unos requisitos "extremadamente exigentes", como dijo Navantia. En octubre del pasado año explicaba que: "Hay un mayor número de reparaciones de acero, se ha efectuado un control dimensional y toma de espesores de la totalidad de los pasos de casco del submarino; se han desmontado, inspeccionado y vuelto a montar los tanques de regulaciones (algo que no se había hecho desde la construcción) y se han desmontado, probado en taller y montado de nuevo a bordo los cuatro tubos lanzatorpedos, todo ello sujeto al cumplimiento de las normas de calidad PECAL 21".
Posteriormente se llevaron a cabo otro tipo de comprobaciones y pruebas relacionadas con el arranque de los grupos diésel, pruebas sobre amarras, funcionamiento de la planta hidráulica y producción y distribución de energía eléctrica. Por último, llegaron las pruebas de mar que acaban de concluir y que resultarán finalmente con la entrega del buque a la Armada. Ta y como explicaban los medios especializados en defensa en los trabajos han participado una media de 200 profesionales, entre trabajadores de Navantia y de la industria colaboradora.
El armamento principal del submarino está constituido por 4 tubos lanzatorpedos de 533 mm. con sistema de recarga, a través de los cuales se pueden lanzar torpedos y minas. Además, el submarino también dispone de armamento ligero (pistolas, fusiles y ametralladoras) para la defensa del mismo cuando navega en superficie o se encuentra atracado en puerto.
Los torpedos que puede lanzar son los siguientes: torpedos filoguiados F-17 mod. 1 y 2 (contra buques y submarinos) y torpedos antisubmarinos L-5 mod. 4 (contra submarinos).
El submarino Galerna cuenta con una dotación total de 88 submarinistas distribuidos de la siguiente manera: oficiales: 10; suboficiales: 30 y marinería: 48.
El otro 'Galerna': un bacaladero transformado en un cañonero en la Guerra Civil
El submarino Galerna (S-71), es el primero de una serie de cuatro unidades construidas en la factoría de la Empresa Nacional Bazán de Cartagena. En el año 1974 se dispone la construcción de dos submarinos tipo Agosta en la factoría de la Empresa Nacional Bazán de Cartagena. La puesta en quilla tuvo lugar en el astillero de la Bazán de Cartagena, el 5 de septiembre de 1977 y en diciembre de 1981 se efectuó la puesta a flote en la factoría de la Empresa Nacional Bazán de Cartagena.
La primera salida a la mar se efectuó el 28 de junio de 1982 y cuatro días después la prueba de inmersión estática. El 25 de junio de 1982 fue dado de alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada. La entrega oficial se efectuó el día 21 de enero de 1983, en el Arsenal Militar de Cartagena.
No es el primer buque en ostentar el nombre de Galerna, pues tiene un antepasado. Se trataba de un cañonero auxiliar, originalmente un bacaladero de 1.200 Tm. que participó en la Guerra Civil Española y que posteriormente, una vez acabada la contienda, se reincorporó a la industria pesquera.
En el ámbito OTAN el Galerna ha sido destacado en cuatro ocasiones para participar en la Operación Active Endeavour', completando un total de 170 días de mar y 21.500 millas en patrulla, siendo la mayor participación del Arma Submarina. Fue desplegado también en una ocasión (entre abril y junio de 2017) en la Operación de vigilancia en el Mediterráneo 'Sea Guardian', completando un total de 43 días desplegado con más de 750 horas de inmersión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario