El proyecto más estratégico de la Marina de Guerra brasileña, el denominado Programa de Desarrollo de Submarino con Propulsión Nuclear (Prosub) que tenía adjudicado un presupuesto de 700 millones de dólares para este año, fue recortado en un 32%, poniendo en grave riesgo el cronograma con el que se venía trabajando que tiene previsto la botadura en el tercer trimestre del año próximo del primer submarino convencional, diésel- eléctrico.
Recordemos que el Prosub se desarrolló debido una alianza estratégica con Francia, negociada entre los presidentes Luis Inacio Lula Da Silva (Brasil) y Nicolás Sarkozy (Francia), siendo la empresa gala Naval Group, la que posee la tecnología de propulsión nuclear para submarinos y en dicho programa se estableció construir un submarino de propulsión nuclear y cuatro convencionales para la Marina de Guerra brasileña.
Las razones que el Prosub es estratégico para la Marina de Brasil y obviamente para el gigante amazónico son dos. La primera, la renovación total de su flota actual de 5 sumergibles que está en avanzado proceso de obsolescencia y no se cuenta con recursos extras para un proceso de modernización.
El segundo, Brasil al poseer la tecnología para construir un submarino nuclear que se considera logrará para el 2029, pasaría a integrar el selecto “club” de países integrado por China, Rusia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, que poseen esa capacidad y se convertiría en miembro de ese grupo, siendo el primer país latinoamericano con esa tecnología en manos propias. Además esto le permitiría aspirar con más fuerza a un lugar permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una vieja aspiración de Itamaratí.
El Gobierno Federal que encabeza Michel Temer, atraviesa por una fuerte crisis política y económica, por lo que dispuso un recorte en el presupuesto militar que posiblemente lleve al país a ocupar la última posición en el ranking de las naciones sudamericanas en relación a su Producto Bruto Interno (PBI). Brasil estaba en el 7º lugar antes de este recorte presupuestal para el sector Defensa, con una inversión aproximada al 2.5% de su Producto Bruto Interno.
En el Prosub está incluida la construcción de un astillero y una base naval en Itaguaí -Río de Janeiro, que lleva un avance del 60%. El anterior recorte presupuestario del 2015, afectó al Prosub en la reducción del ritmo de las obras del astillero y de la base naval.
Aquí se construyen los submarinos y se espera será botado al mar el primero Tipo Scorpene (Pez Escorpión en francés) convencional, el año próximo con el nombre de Riachuelo, le seguirían el Humaita, Tonelero y por último el Angostura. El submarino nuclear llevará el nombre de Almirante Álvaro Alberto.
La misión de estos submarinos, fundamentalmente del nuclear por su gran autonomía, será la vigilancia y protección de los enormes recursos, en los 36 millones de kilómetros cuadrados y 8500 kilómetros de costas en lo que Brasil ha denominado la “Amazonia Azul”, entre ellos, los enormes yacimientos de petróleo en aguas profundas.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
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