El ‘USS Barb’ está considerado como uno de los mejores y más eficientes submarinos que tuvo la Armada de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, siendo numerosísimas las operaciones en las que participó, sobre todo en el frente del Pacífico, recibiendo su tripulación varias distinciones, entre ellas la ‘Presidential Unit Citation’con la que se reconocía el extraordinario heroísmo en acción contra un enemigo armado.
El submarino estuvo comandado por el teniente comandante John R. Waterman, entre julio de 1942 y enero de 1944 y por el comandante Eugene B. Fluckey, desde enero de 1944 hasta agosto de 1945.
Entre sus grandes logros consta el hundimiento de 17 barcos (entre cruceros, navíos de carga, petroleros, portaaviones o fragatas) e incluso volar un tren. Este último fue a finales de 1945, frente a la costa de Karafuto (Japón) el comandante Fluckey vio una línea de tren que bordeaba el litoral y por el que transitaban trenes que llevaban suministros para el ejército nipón. Ordenó a ocho de sus hombres el desembarcar y hacer volar la vía, siendo la misión todo un éxito.
Pero entre los logros navales, tal y como explicaba en el párrafo anterior, se hundieron 17 barcos, todos ellos japoneses excepto uno, que en su hoja (o insignia) de logros constó durante muchísimo tiempo como una nave de la Alemania nazi pero que en realidad se trataba del petrolero Campomanes de bandera española.
Este suceso tuvo lugar durante el tiempo en el que el submarino operó en aguas del océano Atlántico; en el tramo que abarcaba las costas europeas y el noroeste de África (entre octubre de 1942 y julio de 1943), donde realizó tareas de vigilancia y reconocimiento.
El 26 de diciembre de 1942, mientras el USS Barb navegaba a unas millas de las costas gallegas detectó un barco surcando por la zona. Al comandante Waterman le había llegado la noticia de que dos barcos alemanes (el buque de suministros ‘Spichern’ y el petrolero ‘Max Albrecht’) se encontraban fondeados en el puerto de El Ferrol.
Aquel día, hacia las diez de las noche, transitó por aquella zona el ‘Campomanes’, un petrolero de bandera española que llevaba las luces encendidas como señal de neutralidad, que provenía del puerto de Bilbao y se dirigía hasta Aruba (en el Caribe).
Cuando el barco español se encontraba a unas millas de la costa gallega (entre los cabos de Silleiro y el de Finisterre), el comandante del submarino estadounidense dio la orden de lanzar dos torpedos contra el petrolero, teniendo el convencimiento de que se trataba de uno de los barcos alemanes, causándole graves daños que provocaron su hundimiento por la popa.
La tripulación abandonó el petrolero, siendo rescatados por el barco de pesca Álvarez Feijoo que estaba transitando por la zona. Posteriormente el barco pudo ser rescatado y llevado hasta el puerto de Vigo y posteriormente al del Ferrol donde fue inicialmente reparado antes de ser enviado a Bilbao para finalizar su reparación total y ponerlo de nuevo a navegar a partir de junio de 1944.
Por su parte, el submarino USS Barb después de torpedear al petrolero (y ante el convencimiento de que se trataba de una barco de los nazis) siguió navegando por aquella zona durante medio año más, hasta que fue enviado a mediados de 1943 hacia Estados Unidos (concretamente a la base de submarinos de New London, en Connecticut) y tras realizarle varias reparaciones se dirigió rumbo a Pearl Harbor, desde donde operó hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en uno de los submarinos de la Armada de EEUU más destacados y distinguidos.
El gobierno norteamericano ni ningún miembro de sus Fuerzas Armadas jamás emitieron una disculpa alguna hacia el Estado Español por el malentendido y hundimiento del Campomanes (el petrolero pertenecía a la empresa estatal Campsa).
En todo este tiempo se ha llegado a especular que tanto el comandante John R. Waterman como la tripulación del submarino USS Barb sabían que no se trataba de un petrolero alemán pero de todos modos decidieron torperearlo porque estaban convencidos que el Campomanes había suministrado petróleo a los nazis (como una de las muchas ayudas que el dictador Franco le ofreció al genocida Hitler).
Fuente de consulta e imágenes: mundohistoria / uhistoria / forosegundaguerra / envisitadecortesia / vidamaritima / pigboats / Wikimedia commons
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